Declaraciones que matan
La instalación de la llamada “Doctrina Chocobar” en medios de comunicación e instituciones represivas operó como respaldo al incremento de casos de muerte por represión institucional. Luego de un 2015 donde las víctimas por represión institucional fueron de una muerte cada 26 horas la cifra se incrementó año tras año: una vida cada 25horas en 2016, cada 23 horas en 2017 hasta llegar a un caso cada 21 horas en 2018. Las declaraciones de la ministra fueron acompañadas por acciones concretas: ascensos de efectivos involucrados, presiones a la justicia y la criminalización de diversos sectores (pueblos originarios, inmigrantes o manifestantes). Por ANRed
La construcción de la otredad negativa como justificación
“Hubo un ataque, no tiraron tiros porque sí, ellos mismos estaban ahí tirando. Hay armas.(…) Se supone que hay armas de todo tipo, lanzas, piedras… y también hay armas de fuego. Pero el ataque existió” Gabriela Michetti, luego de ser indagada por el asesinato de Rafael Nahuel
“Un terrorista no es solamente alguien con un revólver o una bomba sino cualquiera que difunda ideas que son contrarias a la civilización occidental y cristiana.” Jorge Rafael Videla
En los últimos tres años hemos visto distintas declaraciones estigmatizando a distintos sectores: árabes, mapuches, pibes y pibas de barrio, anarquistas, y recientemente también gitanos, por solo mencionar algunos. La intención de presentar a ese sujeto desconocido como peligroso busca legitimar un ejercicio ilegítimo de la fuerza. “Ese chico te puede robar”, es una frase muy frecuente de quienes defienden la mano dura y buscar bajar la edad de punibilidad, a pesar de que estadísticamente son muy pocos los delitos cometidos por menores. Los casos de Santiago Maldonado y Rafael Nahuel mostraron con claridad esta búsqueda de construcción de otredad negativa, acompañada de noticias falsas, ya sea sobre la vida de Santiago Maldonado o sobre “enfrentamientos” con armas de fuego que nunca se dieron entre Rafael Nahuel y los prefectos.
Mientras los medios hegemónicos difundían las acusaciones y causas a integrantes del Pu Lof Cushamen, no se publicó información sobre la absolución a los integrantes del Lof al no probarse las acusaciones.
Cuando desde muchos medios hegemónicos se difundían pistas falsas, en algunos casos incluso después de haber sido confirmada su falsedad, la mayor parte de las noticias relacionadas con casos de gatillo fácil u otros casos de muerte por violencia institucional, no ocupaban el lugar pertinente en la mayoría de los noticieros.
Otro caso donde los medios pasaron “del silencio al absurdo” fue durante la desaparición de Luciano Arruga. Luciano estuvo desaparecido durante más de 5 años entre 2009 y 2014. Durante los primeros meses del año 2009 su desaparición no fue noticia en los medios hegemónicos (a diferencia de los medios alternativos) que paralelamente, mientras callaban su desaparición, “informaban” sobre la posibilidad de la baja de edad de imputabilidad, criminalizando a chicos de barrios populares, como lo era Luciano. Diversas movilizaciones y el accionar de sus familiares y amigos lograron romper el cerco mediático en distintos momentos. Tras la aparición del cuerpo de Luciano, hubo intenciones de desestimar lo ocurrido, y de deslegitimar las denuncias de sus familiares y amigos.
Resulta pertinente recordar que el cuerpo de Luciano Arruga apareció descalzo y con una vestimenta distinta a la que tenía al momento de su desaparición, entre otras irregularidades como tener las costillas rotas previamente a ser atropellado, según informaron las pericias. La actual Ministra de Seguridad, salió a negar estos casos, diciendo directamente que son “una mentira”. De la misma manera que en otras ocasiones se había refirido al gatillo fácil como “un invento”.
La versión policial como “única fuente”
En numerosos casos desde los medios hegemónicos se informa tomando como única fuente la versión policial de los hechos. Dicha información es refutada en numerosas ocasiones. La falta de rigor periodístico (intencional o no) distorsiona el acceso a la información y suma confusión. Son incontables los casos en donde la versión policial se encuentra plagada de incongruencias. El caso de la masacre de San Miguel del Monte fue una muestra que logró trascendencia por la gravedad de lo ocurrido y la difusión de pruebas que refutaron el relato policial, relato rápidamente respaldado por la funcionaria pública de turno. Tras la muerte de cuatro jóvenes perseguidos a los tiros por la policía; la Intendenta de Monte Sandra Mayol se reunió con los familiares de las víctimas para asegurarles que no hubo uso de armas de fuego. Las detenciones arbitrarias y el gatillo fácil en muchos casos suelen sustentarse de información falseada que luego es fácilmente refutada.
Por nombrar solo un caso, resulta pertinente recordar a Facundo Ferreira, el niño de 12 años asesinado por la policía en Tucumán. Facundo fue fusilado por la espalda sin motivos probados el 8 de marzo de 2018 en el Barrio El Bajo mientras andaba en moto con un amigo. Ninguna pericia probó la versión policial que criminalizaba a Facundo, solo se probó el consumo de drogas por parte de los efectivos policiales. En relación a esto, el testimonio de Yanina Zarzoso, mamá de Camila López de 13 años, víctima fatal en la masacre de San Miguel del Monte, es más que pertinente: “Las primeras horas quisieron instalar que los chicos habían robado y el choque había sido producto de una persecución. Juro que no entendía nada. No podía ser cierto, no había ninguna posibilidad. Pero dejaron correr esa versión, hasta que comprendimos que se trataba de la monstruosidad de la Policía”.
En la carta escrita por Yanina, también cuenta que se abrió la carátula “Homicidio culposo agravado por pluralidad de víctimas”, como si la culpa fuera de quien manejaba el auto y no de la bonaerense. Otra muestra de culpabilidad hacia las víctimas.
Recientemente se presentó un pedido de juicio político a Patricia Bullrich por su desempeño y declaraciones justificando las políticas de mano dura en lugar de investigar el accionar represivo por parte de las instituciones. Más allá de lo que suceda con este pedido, está el lamento por lo tardío de la demanda habiendo tenido tantas pérdidas humanas.
Las declaraciones justificando el accionar represivo fueron, al repetirse los crímenes de estado, declaraciones que matan.