«Flojos de papeles». Las inconsistencias del spot del Día de la «Memoria completa»
Se difundió desde la cuenta oficial de Casa Rosada, en un gesto provocador, un spot institucional de 12 minutos filmado en el Salón Blanco de la casa de gobierno, en la que dieron testimonio el escritor Juan Bautista “Tata” Yofre, María Fernanda Viola, hija del militar tucumano Humberto Antonio Viola y Luis Labraña, ex militante de ERP y Montoneros. Es el aval oficial de la teoría de los dos demonios y el cuestionamiento procaz de la cifra de los 30.000 desaparecidos. Acusa, además, a los organismos de derechos humanos de haber manipulado los hechos históricos a cambio de subvenciones económicas. Por ANRed.
El “Tata” Yofre es un reconocido periodista que defendía militares genocidas, jefe de prensa y secretario de inteligencia del gobierno de Menem, durante su primer mandato. Pero quizá pocos recuerden que es el hermano menor de Ricardo Yofre, subsecretario general de Presidencia nombrado por decreto en abril de 1976, por Videla. “Tata” Yofre siempre fue sospechado de agente de inteligencia durante el gobierno militar. Pero quizá el momento más crítico fue cuando su ex esposa, la productora de modas Andrea Luz Sanguinetti de Ridder, en el 2006 se presentó en el Juzgado Federal Nº8, a cargo de Jorge Urso, para denunciar un delito de acción pública. Así se inició la causa 8753/06, a partir de una prueba aportada por ella: nada menos que una lista volcada en 19 hojas con el índice completo del archivo microfilmado del Batallón 601. Archivo reclamado por los organismos de derechos humanos que podrían esclarecer la muerte de cientos, quizás miles de detenidos. Sanguinetti de Ridder señaló además, que los jackets con el preciado contenido se encontraban en la baulera del elegante edificio de La Recoleta habitado por Yofre. El periodista logró ocultar las pruebas durante el allanamiento policial gracias a sus contactos de inteligencia. La secuencia está rigurosamente relatada en la nota de la revista “Contraeditorial” en donde revelan su estrecho vínculo con el icónico represor Vergéz.
La versión explicitada por Luis Labraña respecto del cuestionamiento a los 30.000 desaparecidos fue desmentida incluso por documentos desclasificados de la Embajada de EE.UU. que revelaron que los militares reconocían 22 mil desaparecidos desde 1975 hasta 1978, cuando todavía restaban varios años de dictadura.
El asesinato de María Cristina, la hija de Humberto Viola, sucedió durante un atentado al capitán Viola quien había sido designado en el departamento de inteligencia para combatir la insurgencia. Fue en un contexto de gobierno democrático, durante la presidencia de Isabel Martínez de Perón en el año 1974. Lo que no menciona María Fernanda Viola en su testimonio, es que en el país ya regía un estado de sitio desde el 6 de noviembre de ese año y que también actuaban las fuerzas parapoliciales de la AAA que respondían a López Rega, allanando el camino para lo que vendría después. Lo que intenta hacer el spot es equiparar la muerte de su hermana con los asesinatos sistematizados de lesa humanidad planificados y ejecutados por y desde el Estado.
¿Qué se entiende por genocidio? Exterminio total o parcial de un determinado colectivo o grupo social (étnico, religioso, racial, político) que genera un cambio profundo en el conjunto de la sociedad. Fue probado por la justicia que en el período 1976-1983 hubo un plan sistemático de exterminio por parte del estado, desapariciones forzadas de personas cuyos restos, hasta el día de hoy, no han sido encontrados, la existencia de centros clandestinos de detención a lo largo y ancho del país, los vuelos de la muerte, la apropiación de bebés, entre tantísimos crímenes más. Aún quedan por restituir la identidad de aproximadamente 300 nietos. El precedente legal en Argentina es el juicio a Etchelotaz condenado en 2006 con la figura de genocidio.
El video oficial de Casa de Gobierno no es un hecho aislado. Es la continuidad de una serie de acontecimientos y mensajes que, desde el poder ejecutivo, por acción u omisión, fomenta la violencia con duras provocaciones hacia los organismos de derechos humanos. Desde las explícitas expresiones negacionistas, hasta el llamado a combatir a “los orcos” por parte de Mauricio Macri, o los calificativos de “zurdos de mierda” que durante la campaña el presidente profirió contra casi todo el que no pensara como él. Y los llamados a la violencia se van materializando. Hace dos semanas un manifestante fue atropellado por un conductor frente al Cine Gaumont a plena vista de las autoridades, que no detuvieron ni sancionaron al culpable.
Hace días conocimos el atentado a la militante de H.I.J.O.S, donde los agresores dejaron pintado en la pared “VLLC” después de abusar de la mujer durante quince minutos. Ninguna persona de la nueva gestión del ejecutivo, hasta el momento, se ha despegado ni ha repudiado el hecho. El silencio también es un mensaje.
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