15/03/2024

Sigue el ataque a la cultura: la policía reprimió en el Gaumont

Foto: Antonio Becerra (ANRed)

Ayer se desarrolló un abrazo al INCAA frente al emblemático cine Gaumont. La movilización pacífica reunió a actores, actrices, trabajadores del rubro audiovisual y asambleas barriales. Figuras reconocidas como Leonardo Sbaraglia, Boy Olmi, Martín Piroyansky, Mara Bestelli, Marcelo Subiotto, Gerardo Chendo y muchas y muchos otros, estuvieron presentes junto a organizaciones de trabajadores audiovisuales como Documentalistas de Argentina (DOCA) y Cine Argentino Unido, por solo mencionar algunos. Mientras se desarrollaba una asamblea la Policía comenzó a reprimir. También hubo dos personas que participaban de la movilización atropelladas cuyo victimario se encuentra impune. Por ANRed. 


El gobierno de Javier Milei anunció en el Boletín Oficial que, a través de la Resolución 16/2024, avanzará con el vaciamiento del Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales (INCAA) , cuyo presidente es Carlos Luis Pirovano, y sus dependencias. Además peligra el histórico Cine Gaumont, dependiente del organismo que decidirán ponerlo a la venta. Entre las medidas concretas anunciadas, el gobierno dispuso el despido de un centenar de trabajadoras y trabajadores monotributistas a las que se los terminaba el contrato con el organismo el próximo 31 de marzo, a través de su no renovación. Asimismo, resuelve «la imposibilidad de realizar nuevas contrataciones de personal bajo las modalidades mencionadas».

Foto Antonio Becerra

La masiva movilización desbordaba la vereda llegando a cortar toda la calle. «El ataque al cine nacional es ideológico. No resuelve ni el hambre ni la pobreza. Y deja sin trabajo a más de 600 familias que dependen de la industria», denunciaron desde la asamblea. Allí se leyeron diversas adhesiones y, mientras se desarrollaban las intervenciones, la represión irrumpió violentamente.

Defender el cine también como espectadores

Un elemento colectivo que trasciende la situación particular de las y los trabajadores del sector audiovisual o de los organismos en peligro es el derecho colectivo a la cultura.

Boy Olmi. Foto Antonio Becerra

Allí, en el Cine Gaumont, se puede garantizar tanto la diversidad en las propuestas como la accesibilidad desde lo económico. Además de dar espacio a documentales que no son el género mas comercial (pero muchas veces logran un importante reconocimiento internacional en en género), también se puede ver películas muy taquilleras pero a precios mucho mas accesibles que los de las salas comerciales.

De esta manera el cine se vuelve mas accesible para quienes carecen de recursos económicos.

«En el Gaumont se ven películas argentinas que no se pueden ver en otro lado, porque no tienen, de pronto, la posibilidad y el acceso de ir a una exhibición o a una distribuidora que tiene otros parámetros económicos. Y por eso uno dice, no quiero que desaparezca ese cine, voy a seguir defendiendo ese cine y esa cultura», comento el reconocido actor Leonardo Sbaraglia en entrevista con ANRed.

Es por ello, además de las solidaridad con sus pares, que mas allá de trabajar en el sector privado, muchas y muchos actores con amplio reconocimiento se hicieron presentes, también valorando la importancia de poder acceder a cine de calidad, acceso que seguramente fue fundamental para su formación.

Martín Piroyansky. Foto Antonio Becerra.

«La medida tiene el claro objetivo de destruir cualquier posibilidad de ejercer la soberanía audiovisual, entregando los fondos públicos para garantizar la colonización con un relato único que legitime el saqueo», sentenciaba Documentalistas de Argentina (DOCA)en la convocatoria a esta actividad.

La bestialidad de atacar a la cultura

De manera violenta y sorpresiva, la represión policial irrumpió en la actividad. Con palos y gases las fuerzas represivas volvieron a irrumpir una jornada buscando justificar un protocolo carente de sentido. La calle siguió cortada por la misma policía, que lejos de cumplir la función de evitar la violencia, la fomentó.

Policía ataca a manifestantes que estaban en la vereda. Foto Antonio Becerra.

Además de las consecuencias de la propia represión policial, un conductor atropello a dos personas que se encontraban en la manifestación. Una de las personas atropelladas Augusto Herrera, sufrió doble fractura de tibia y peroné.

“Mi hermano se encontraba repartiendo CV en esa zona y había quedado en encontrarse con su pareja encontrarse ahí porque ella es vestuarista y actriz entonces esto nos afecta por muchos lados. Mi hermano no estuvo ni 20 minutos ahí que cuando cruzó la calle Virrey Ceballos  cuando esta persona lo pasa por encima y lo choca. Y gracias a las personas que estaban manifestándose, que fueron quienes lo acompañaron, lo asistieron y fueron quienes evitaron que los policías le pisen la cabeza. Porque entre burlas, los policías lo querían arrastrar para sacarlo de la calle mientras él estaba ensangrentado en el piso”, comenta en un audio Sabrina Herrera, hermana de Augusto.

La policía liberó la calle sin garantizar las condiciones en una actividad donde la convocatoria excedida las dimensiones de las veredas. Algo similar viene pasando en otras movilizaciones. Por ejemplo el pasado 30 de diciembre, cuando se desarrolló un abrazo al Fondo Nacional de las Artes y una posterior movilización al Instituto Nacional de Teatro. Allí, mas de 400 personas marcaban por las calles, muchas de ellas angostas, mientras la policía enviaba a los autos contra la manifestación.

Román Ezequiel Trani, quien atropelló manifestantes intencionalmente con su camioneta y le fracturó la tibia y el peroné a Augusto Herrera, no fue detenido y hasta el momento de cerrar esta nota se encuentra impune.

Otra vez represión a la prensa

El operativo represivo nuevamente incluyó agresiones a quienes se encontraban registrando lo que sucedía. Nuevamente periodistas, fotógrafos y cineastas fueron golpeados y gaseados por las fuerzas represivas.

Una vez mas compañeros de nuestro medio fueron empujados y golpeados por la policía que entorpecía el desarrollo de la cobertura impidiendo la identificación de las personas detenidas. sucedió mientras la policía detenía a Nicolás Mayorga y Nicolás Carnavale, entre otros, quienes ya se encuentran en libertad.

Este nuevo episodio de represión a la prensa se suma a muchos otros sucedidos anteriormente. Mientras el gobierno ataca y ajusta a la cultura, da luz verde a las fuerzas represivas para impedir, no solo la libre expresión, sino el libre ejercicio de la prensa y el derecho al trabajo de quienes realizamos las coberturas.



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