01/01/2024

La cultura contra las bestias: centenares movilizaron desde el Fondo Nacional de las Artes al Instituto Nacional del Teatro

30 de diciembre, manifestación en repudio al ataque contra el FNA.

En un sábado de verano, el histórico barrio de San Telmo fue testigo de un abrazo al Fondo Nacional de las Artes. Luego, una masiva movilización recorrió distintas sedes culturales que el gobierno actual está empujando a su extinción, para concluir en el Instituto Nacional del Teatro. El recorrido incluyó paradas y aplausos en Radio Nacional y en el Teatro Nacional Cervantes.

Fotos, videos y texto, Andrés Manrique y Ramiro Giganti (ANRed). 


Derogar Recursos Humanos

«Derógase el Decreto Ley N° 1224», afirma el artículo 589 que abre la Sección IV de la llamada «Ley Ómnibus» que, en relación con su apodo, atropella a la cultura. La 1224 que pretenden derogar, en febrero de 1958 otorgó el marco jurídico a la creación del Fondo Nacional de las Artes. Desde entonces, más de 30000 artistas de todo el país recibieron el apoyo necesario para desarrollarse aquí, y proyectarse internacionalmente. Un legado que enriquece a la humanidad.

El siguiente artículo del proyecto Ómnibus plantea que el Poder Ejecutivo «procederá a la reasignación de los recursos humanos, presupuestarios y materiales con motivo de la derogación prevista en el artículo anterior». ¿Quiénes serán los recursos humanos reasignados?, es la pregunta que no se responde. Primero se rompe, ¿se preguntarán después por o para qué? Mientras la comunidad cultural lee e intenta entender el motivo, el presidente se desplaza a Mar del Plata para presenciar el show de su pareja, Fátima Flores, efectuando un dispositivo de control oneroso, abonado por el conjunto de los contribuyentes.

El avión que lo llevó a Mar del Plata aterriza en el Aeropuerto Astor Piazzolla, bautizado en honor al músico y compositor que, en su momento, accedió a un piano gracias al préstamo del Fondo Nacional de las Artes. En 1964 María Elena Walsh obtuvo una beca del FNA para realizar estudios en Europa. En 1973, Antonio Berni construyó su taller con el apoyo de este organismo, y Leopoldo Torre Nilsson llegó al Festival de Cannes (1961) por dos documentales financiados por el Fondo Nacional. Estos son algunos ejemplos, hay miles.

La movilización rebalsó las calles del microcentro porteño. 

El Fondo Nacional de las Artes no grava nuestros impuestos

El FNA es un organismo autárquico. Se financia con un importe equivalente al 10% del precio de toda localidad vendida; por intereses que generan los préstamos que cada artista solicita al organismo; por registros de propiedad intelectual; por un importe equivalente al 5% del precio de avisos de carácter comercial que se trasmita por radio y/o televisión; por los derechos de autor que abonan obras bajo dominio público. La administración de los recursos y el balance son transparentes. Es decir, quienes no consumen arte no lo financian con sus impuestos. No hay argumento válido desde el paradigma del «no hay plata o faltan recursos». Sólo desde la vocación estratégica de limar moralmente a la sociedad es que el Ejecutivo impone estas decisiones.

«Es absurdo, o más que absurdo es una estrategia del poder, destruir la capacidad intelectual y cultural de un país para tener cientos de Nik y Fátima Flores gobernando la cultura», comentó Emilio García Wehbi, el prestigioso artista interdisciplinario, a ANRed.

Exaltar los recursos inhumanos

Una vez iniciada la movilización, tres policías se acercaron. «¿A donde van?», preguntó el más joven. «Al Instituto del Teatro», fue la respuesta. «¿Y donde queda eso?», respondió el mayor con una sonrisa cruzándole la cara, poco antes de dedicarse a estimular durante más de una hora, a todos los automovilistas a avanzar sobre las personas. Con un fervor desafiante se ocupó de que los automovilistas cortaran el paso, con el consecuente peligro de incentivar a los conductores a pasar entre cientos de personas que avanzaban de a pie por las calles angostas del microcentro.

El efectivo incentivando a los vehículos a avanzar sobre las personas.

Un policía encabezó la manifestación dando brazadas de pecho en el aire para despejar a las personas. En un momento, con una brazada golpeó a un fotógrafo en la cara. Luego se le puso adelante, increpándolo con cara de malo, hasta que el trabajador de prensa se dio media vuelta para evitar el conflicto. La suerte del efectivo asistió a su imprudencia. Entre los centenares de manifestantes que rebasaban las veredas del microcentro porteño, el ensañamiento policial podría haber provocado heridos.

 

La movilización hizo el primer alto en la puerta de Radio Nacional.

La gestión de Milei ha llegado para radicalizar la violencia entre los ciudadanos. Varios manifestantes se acercaron al policía para preguntarle por qué estaba haciendo eso. El efectivo justifica su accionar mediante el lema castrense de obediencia debida: “Respondo a órdenes.” Las medidas de la gestión actual van caldeando las fuerzas de uno y otro lado. Se acelera el choque; se prepara el terreno para justificar el uso de la fuerza. Tienen muy claro que no hay chances de legitimar las más de trescientas leyes derogadas por decreto junto a la abolición de tantísimos derechos conquistados por la vía del debate institucional democrático, mediante la voluntad popular. Ya violaron el Congreso, se arrogan la suma del poder público y están renuentes a respetar a ambas cámaras.

Una vez más, la policía no funciona como servicio a la comunidad, tal como reza su leyenda en puertas de patrulleros. Una vez más, la fuerza policial sirve al poder de turno que asumió con claros objetivos de destruir toda posibilidad de concordia, toda recuperación social y económica por la vía de la voluntad popular y el respeto al bien común.

Segunda parada: aplausos al pie del Teatro Nacional Cervantes.

Defender a la sociedad toda

«Derógase la Ley N° 24.800», condena el artículo 587 de la «Ley Ómnibus» atropellando al Instituto Nacional del Teatro que, mediante la ley de 1997 insta a «fomentar  la actividad del teatro independiente en todas sus expresiones». «El Poder Ejecutivo Nacional procederá a la reasignación de los recursos humanos, presupuestarios y materiales con motivo de la derogación prevista en el artículo anterior», sentencia el artículo 588, reafirmando el atropello.

En estos dos artículos se encuentra el certificado de defunción del Teatro Independiente, condenando al público en su conjunto a la monotonía de la cultura hegemónica, comercial y, en general, de una chatura exasperante. Se estrangulan los espacios para la investigación, para el descubrimiento.

La diversidad de expresiones y la experimentación que se costeaban ya en buena mediada por sus protagonistas, es empujada a su casi extinción. Todo queda bajo la para nada invisible mano del mercado: bajo su bruta ley. «No estamos solamente como parte de la comunidad artística», comentó la actriz Maricel Álvarez . «Insisto en no hablar solo como artista, soy también espectadora. He leído los libros que he leído, he visto las obras que he visto, he ido al cine, me he nutrido del trabajo de otras y de otros, y espero esto para el resto de las personas que habitan este país. Estamos aquí defendiendo a la cultura, entendiendo que también es una forma de defender a la sociedad toda», concluyó.

Habrá que inventar maneras creativas para evitar el choque entre los trabajadores, aún el que podría darse contra las fuerzas armadas. Deseamos no darle el gusto a ningún Milei, pero no vamos a dar el brazo a torcer. Los retrógrados quieren arrogarse la vanguardia y han salido de sus cavernas. Quieren arrasar para más fácil apropiarse de todo después. Deberemos inventar un Big Bang, alguna manera audaz de combatir el atropello de esta gestión que vino a ejecutar recursos naturales y simbólicos, y que llegó para desguazar el cuerpo y alma de los y las argentinas.

Manifestantes frente al Instituto Nacional del Teatro.



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