13/06/2003

Cómo dejaron libre al asesino de un piquetero

Fue gracias a un fiscal que ignoró todas las pruebas y la propia confesión del asesino. Se trata del mismo letrado que intervendrá en el juicio por Juan Arredondo, otro integrante de la Verón que fue baleado en Lanús, pero sobrevivió. En Tribunales dicen que hay preocupación, pero con el asesino libre el PJ logró impunidad para sus sicarios a los pocos días de asumido el nuevo gobierno.


Fue un día después de que asumiera Néstor Kirchner como Presidente de la Nación. Desde el 26 de mayo pasado el asesino de Hugo Javier Barrionuevo está libre. Luego de dos días de juicio y con una multitud en las puertas de los tribunales reclamando castigo para el asesino, el Tribunal Oral Nº 5 de Lomas de Zamora tuvo que ordenar la libertad de Jorge «Batata» Bogado porque el fiscal que lo acusaba consideró que «no tenía elementos para ejercer la acción penal». El homicida, probado puntero del intendente menemista del partido de Esteban Echeverría Alejandro Granados, ha quedado a un paso de la absolución gracias ala ayuda del titular de la fiscalía de juicio número 5 Pablo Pando. Para varios abogados consultados por ANRed «declarar a Bogado libre de cargo y culpa sería una aberración ya que el tribunal no puede considerar que Barrionuevo fue bien muerto y negar que el muerto existe cuando el propio asesino reconoció que disparó el arma». Aunque al cierre de esta edición no se sabe cuál será la sentencia del tribunal lo cierto es que el fiscal Pando desconoció las declaraciones de los 5 testigos que concluyeron en probar que Hugo Javier Barrionuevo fue asesinado por Bogado a las 2.30 de la madrugada del 6 de febrero de 2002, de un disparo que le perforó la garganta y que salió por la nuca. Ese día comenzaba la tercera jornada de un plan de lucha que había comenzado el lunes 4 y estaba compuesto por 9 piquetes por tiempo indeterminado en distintos puntos del conurbano bonaerense. Hartos de promesas incumplidas los integrantes de la Coordinadora Aníbal Verón habían resuelto profundizar la protesta hasta conseguir resultados concretos. El corte organizado por el MTD de Esteban Echeverría estaba ubicado en la ruta 205 a la altura El Jagüel y, como el resto, ocurría en reclamo por la renovación de los planes de empleo vigentes, la entrega de 10 mil planes trabajar (dentro de la promesa de 1 millón que había ofrecido el gobierno de turno), la entrega de herramientas para los talleres productivos de los movimientos y la libertad y desprocesamiento a los luchadores sociales. Durante el juicio oral realizado 15 meses después del asesinato, el fiscal Pando jugó toda su estrategia en demostrar a los jueces que Bogado era un inocente comerciante de la zona y que a sus 41 años se topó con un grupo de inadaptados y «presuntos saqueadores» que se abalanzaron sobre su Ford Falcon para atacarlo. Según la fiscalía el hombre se encontró en una situación de vida o muerte y disparó en defensa propia «al aire» cobrándose la vida de Barrionuevo, un joven desocupado de 31 años y padre de dos hijos. A pesar de los intentos de procesar a los 5 testigos por falso testimonio cuando le contestaban a Pando algo que él no preguntaba, los tres miembros del tribunal pudieron comprobar que las declaraciones fueron coincidentes en demostrar que Bogado cruzó intencionalmente el piquete, sabiendo lo que hacía y que ante cualquier eventualidad dispararía. En el expediente de la causa quedó confirmado que el acusado amenazó a todos de muerte y disparó dos veces. La hipótesis del ataque vandálico que habría sufrido «el comerciante» si no disparaba, se derrumbó cuando los testigos demostraron que nadie tocó el auto del homicida y que nadie lo agredió ni golpeó. Bogado, sin justificación alguna, sacó una pistola calibre 9 milímetros, que portaba de manera ilegal, y disparó dos veces. Una de las balas perforó la garganta de Javier Barrionuevo a 50 centímetros de distancia, según lo comprobó la autopsia que le practicaron al cadáver. Cuando la bala atravesó el cuello de Javier y comenzó a desangrarse, las personas que presenciaron el crimen le rogaron al asesino que trasladara al joven agonizante al hospital en su Falcon blanco, patente antigua C1.208.427. Fue inútil, Barrionuevo murió algunos minutos después de las 2.30 en el asiento trasero del automóvil de su asesino. Todas estas atrocidades fueron desconocidas por el fiscal Pablo Pando al considerar que no tenía elementos para seguir adelante con el juicio. Aunque los miembros del tribunal estaban convencidos de tener muchos elementos para condenar a «Batata», tuvieron que ordenar la libertad del asesino. Esa resolución judicial no podrá ser apelada en ninguna instancia ya que la familia de Barrionuevo nunca se presentó en la causa y eso dejó al fiscal Pando a cargo de toda la acusación contra Bogado.

Según pudo saber ANRed, los cercanos al intendente de Echeverría Alejandro Granados han sentido la libertad de Bogado como «un alivio» porque «Batata es un buen compañero en el partido y ha aportado mucho esfuerzo a que Granados sea el único intendente menemista del sur del conurbano bonaerense». Los consultados confiaron que el asesino volverá a manejar la parrilla «BZ» ubicada a 4 cuadras del lugar del asesinato. A ese comercio pudo ingresar una cámara oculta del programa Punto Doc el año pasado para comprobar que Bogado no cumplía el arresto domiciliario que le había ordenado la justicia en forma preventiva. Gracias alas denuncias en la prensa el homicida volvió a las rejas, hasta que Pablo Pando le tendiera una mano y lo salvara de una pena que va de 4 a 12 años de prisión. Un favor que el Municipio de Esteban Echeverría nunca dejará de agradecer y que quizás haya sabido reconocer.

Caso Arredondo: preocupación por la intervención del fiscal cómplice

«Hay mucha calentura en el tribunal oral, le van a pedir al Procurador (el jefe de los fiscales) que sancione a Pando», confesó a ANRed un allegado a los jueces que consideró que «Bogado es indudablemente el asesino». Pero más allá de las iras tribunalicias, lo cierto es que el puntero del intendente de Esteban Echeverría Alejandro Granados, ha quedado libre de culpa y cargo y el abogado Pablo Pando sigue al frente de la Fiscalía de Juicio Nº 5. Esto último causa mucha preocupación a Claudio Pandolfi, abogado de la Coordinadora contra la Represión Policial e Institucional (CORREPI), que defiende a Juan Arredondo, el piquetero del MTD de Lanús que fue baleado en el pecho el 15 de abril de 2002por un miembro del Servicio Penitenciario Provincial frente a la municipalidad de ese distrito conducida por Manuel Quindimil. Es que en el caso caratulado por «lesiones graves» interviene también Pablo Pando. Consultado sobe si el caso de Barrionuevo genera un precedente en el futuro juicio oral por el asesinato de Darío Santillán y Maximiliano Kosteki, el integrante de CORREPI consideró que no, pero «igual me resulta muy preocupante lo que hizo el fiscal porque transforma en delincuentes a las víctimas», dice Pandolfi. «Pando está diciendo que Barrionuevo está bien muerto. En el caso de Juan Arredondo quedó probado que el agente penitenciario sacó su arma con intención de matar a los manifestantes, igual como pasó con Barrionuevo. Pero en este caso no logró matarlo, pero para nosotros lo intentó ya que la bala le pegó a la altura del corazón pero del lado derecho y le salió a unos pocos centímetros de las cervicales. Estas pruebas son muy contundentes y nos alarma pensar que Pando termine diciendo que Arredondo se mereció que le disparen. Lo terrible de lo que pasó en el caso de Javier es que el fiscal le está diciendo ala gente que puede ir a cualquier movilización y dispararle a los manifestantes», alertó el abogado. El comienzo del juicio oral en el mismo tribunal que acaba de liberar a Bogado no ha sido fijado, pero Pandolfi considera que el peligro de impunidad está latente al intervenir Pando. Con respecto a los jueces a cargo del «oral 5» varios abogados coincidieron en confirmar a ANRed que eran letrados «bastante conservadores», pero que en otros casos han sentado una posición muy importante con respecto al gatillo fácil y quizás por eso están tan indignados por lo que hizo Pando.



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