El Isis y el Estado turco contra Kobane
El 25 de junio fuerzas del Estado Islámico de Irak y el Levante (ISIS) atacaron la ciudad de Kobane. El ataque partió de la localidad de Akcakale, en el lado turco de la frontera. Después de asesinar a más de 200 civiles, en gran parte mujeres y niños, y tomar varios rehenes, las fuerzas del ISIS fueron desalojadas de Kobane por las YPG/YPJ (Unidades de Protección Popular/Unidades de Proteccion de las Mujeres) kurdas. Por Pablo Mestrovic para ANRed
Los terroristas se infiltraron utilizando uniformes del ejército turco, del Ejército Sirio Libre y de las YPG. El grupo de terroristas camuflado con uniformes turcos entró por el cruce fronterizo con Turquía mientras el resto de los atacantes lo hicieron por la localidad de Henlice, cercana a Kobane. Los dos grupos convergieron en el centro de la ciudad, donde atacaron diversos objetivos, particularmente la colina de Mistenur, de gran importancia estratégica, la sede del gobierno del cantón de Kobane y el hospital de Kada Azadi, gestionado por la ONG «Médicos Sin Fronteras” en el cual tomaron varios rehenes. En el transcurso del ataque, los terroristas dispararon en forma indiscriminada contra la población, con el objetivo de causar la mayor cantidad de víctimas posibles.
El día 26 las fuerzas de las YPG/YPJ repelieron el ataque, retomaron los puntos que habían caído en manos de los terroristas y liberaron a los rehenes, sin producirse pérdidas humanas entre estos últimos. Como resultado del contraataque, 80 de 84 terroristas que se presume habían iniciado el principal ataque contra Kobane resultaron muertos, tres se replegaron hacia Turquía y uno de ellos, de nacionalidad egipcia, fue capturado con vida. El día 27 por la mañana la ciudad había quedado completamente despejada de terroristas.
En una conferencia de prensa, varios periodistas hicieron preguntas al gobernador de la provincia turca de Samliurfa, adyacente a la localidad de Kobane, sobre la presencia de terroristas del ISIS en la zona, ante lo cual el funcionario reaccionó en forma violenta. Los periodistas fueron posteriormente detenidos.
Este hecho marca la voluntad del Estado turco de aniquilar al movimiento de liberación nacional kurdo y desquitarse del resultado de las elecciones del 7 de junio, que supuso un debilitamiento del régimen de Erdogan y un avance del movimiento de liberación nacional kurdo y la izquierda. Al momento de escribirse esta nota, circulan versiones acerca de una posible invasión del cantón de Kobane por parte de Turquía. El domingo 28, el embajador iraní en Ankara, Ali Reza Bakdali, afirmó que la instauración de la autonomía kurda en Rojava es parte de una «conspiración contra el Estado turco” y declaró la voluntad del gobierno de Irán de cooperar con Turquía para combatirla. Esto va en sintonía con la represión del régimen de los ayatollahs contra el pueblo kurdo en el Kurdistán iraní, expresada entre otros atropellos en la condena a muerte, tras juicios viciados por la falta de las garantías más elementales, de numerosos militantes del PJAK, organización hermana del PKK en Irán.
Por otro lado, hace evidente el vínculo entre el Estado turco y el ISIS, derribando el disfraz de «islamismo moderado y democrático” de que el AKP ha buscado revestirse desde su llegada al poder en 2002. Se trata de un momento decisivo para el movimiento de liberación nacional kurdo y su proyecto de confederalismo democrático, puesto que todas las fuerzas regresivas de la región están actuando en abierta coordinación para aniquilar el proceso revolucionario iniciado en Rojava.