02/10/2014

Inseguridades, violencia y espectáculo

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La repetición de una noticia o de opiniones carentes de fundamento, no siempre se corresponden con la realidad cotidiana. Mientras los titulares repiten hechos delictivos, las estadísticas muestras que las muertes por accidentes de tránsito duplican a los homicidios, y a su vez son más los homicidios en los que existía una relación previa entre la víctima y el victimario que los delitos «al voleo”. Sin embargo, en los medios y redes sociales el delito por «robo” se presenta como el principal problema ¿Con qué objetivo los medios presentan esto? ¿Qué rol tiene cada uno/a de nosotras/os al reproducirlo? Por Ramiro Giganti, para ANRed.

Cuando la bocha no es tan corta

Hablar de «inseguridad” muchas veces supone un reduccionismo equivocado. Se reduce «inseguridad” al riesgo de ser víctima de un hecho delictivo, como si fuera el único y el más frecuente de los episodios de inseguridad. Un ejemplo de reduccionismo, entre muchos otros, pueden ser las declaraciones de un actor que, mientras promocionaba su obra de teatro, se mostró indignando por la «inseguridad” (las comillas expresan el uso de la palabra a modo de reduccionismo refiriéndose solo a la existencia de delitos) y planteó situaciones límites en las que él no se había visto involucrado la necesidad de castigos, llegando a insinuar su deseo de mayor «mano dura”, generaron polémicas en torno a las cuales el actor desfiló por los medios durante los días siguientes, siendo repudiado, apoyado y hasta victimizado por las críticas recibidas. Si su objetivo era difundir su obra de teatro, sin dudas lo cumplió con creces. Pero la poca solidez de sus declaraciones, sus reduccionismos incluso explícitos en su expresión «corta la bocha” , que sintetiza la pobreza intelectual con la que se suele opinar de temáticas complejas.

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Pocos días después, el eje en los medios y el tema de conversación impuesto por muchos, fue el video de un intento de robo por parte de un «motochorro” hacía un turista. Las opiniones de una audiencia indignada hacia este sujeto se tornaron repetitivas. Ante la necesidad de complejizar el problema, una de las respuestas más frecuentes fue: «¿Qué? ¿Vos estas a favor del motochorro?”, a modo de silenciar cualquier opinión ajena a ese reduccionismo. Quien escribe no está a favor de Gastón Aguirre y le pide al lector que haga el esfuerzo intelectual de seguir leyendo y en todo caso discutir o cuestionar la totalidad de lo escrito.

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El final de estos dos espectáculos mediáticos, no fue otro que el encuentro y la foto amistosa de estos dos personajes supuestamente opuestos tomándose una foto, sonrientes a la salida de un programa televisivo. No sin antes tener, a modo de preludio las imágenes de este actor junto al inefable «varón del conurbano” Mario Alberto Ishii, quien en 2011 hiciera campaña para la actual presidenta repartiendo alfajores marca «678” pero que en las pasadas elecciones repartió boletas tanto junto a la lista oficialista como al Frente Renovador, mientras negociaba con ambos frentes (siendo finalmente candidato por el oficialismo), y que en los últimos meses tuvo visibilidad por pronunciarse públicamente a favor de la vuelta del servicio militar obligatorio y la deportación de inmigrantes.

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Llama la atención como un delito que ni siquiera pudo concretarse generó mayor indignación y repudio que otros episodios más concretos de inseguridad. La noticia de un joven alcoholizado que manejaba a 170 kilómetros por hora ocasionando un choque en Puente Pueyrredón, con heridos, algunos de gravedad, no logró desplazar a Gastón Aguirre de la cumbre del repudio, ni siquiera con la impune defensa de su padre que además es apoderado de una consultora de seguro del automotor.

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Poniendo algo de certeza, el último relevamiento oficial de datos completos a nivel nacional sobre homicidios dolosos (Asesinatos intencionales) es del año 2008, donde se registraron 2.305 personas asesinadas. Ese mismo año se registraron 4.654 víctimas fatales en accidentes viales, que si se suman las muertes posteriores al accidente ascienden a más de 5 mil, según lo relevó la Agencia Nacional de Seguridad Vial. Si bien hacia el 2012 se produjo un descenso, el total de víctimas sigue siendo superior a 5 mil. Si bien no hubo datos a nivel nacional, en la Provincia de Buenos Aires, donde se cometen aproximadamente el 45% de los delitos, entre 2009 y 2012 se registra un leve descenso similar al de los accidentes de tránsito. En la Ciudad de Buenos Aires, según datos de la Corte Suprema de Justicia, la cantidad de víctimas por delitos entre 2010 y 2012, tuvo una oscilación mixta (aumento de 168 en 2010 a 190 en 2011, pero descendió a 158 en 2012) mientras que aumentó la cantidad de imputados (179 en 2010, 252 en 2011 y 275 en 2012). Resumiendo las muertes por accidentes de transido duplican a las muertes por homicidios dolosos.

Pero uno de los datos más importantes que muestra está vinculado a la relación entre víctimas y victimarios, donde son más los casos en los que se conocían previamente que los casos entre desconocidos. De esta manera, queda relegado incluso dentro de los casos de homicidio las muertes por «delitos clásicos”, es decir, el «robo al voleo”, siendo más los casos en donde la víctima y el victimario se conocían previamente. En este sector mayoritario, están incluidos los casos de violencia de género y violencia doméstica.

Tierra de machos

El pasado 23 de septiembre fue encontrado sin vida el cuerpo de Melina Romero, después de haber estado desaparecida durante un mes. La cantidad de tiempo que demoraron las fuerzas de seguridad en encontrarla, que ni siquiera fue su logro, puso una vez más en evidencia la desidia institucional. Pero no fueron solo las autoridades del gobierno las que pusieron en evidencia su incapacidad (siendo generoso en el término), sino también los medios masivos de comunicación.

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Una nota del diario Clarín llevaba como título «Una fanática de los boliches que abandonó la secundaria” , lo que además de maltratar a una víctima desde un medio masivo fomenta subliminalmente en la sociedad el viejo y conocido «algo habrá hecho” que tanto daño hizo hace no mucho tiempo. Medios de perfil oficialista también hicieron lo propio. Las profesoras y profesores de Melina respondieron a estas calumnias hacia la mujer con una carta que no tuvo la difusión pertinente en esos mismos medios masivos.

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Mientras sus seres queridos la buscaban desesperadamente y los medios la castigaban, Marcelo Tinelli, en cuyos programas frecuentemente se fomenta la cosificación de la mujer y todo lo que después es utilizado para criticar a jóvenes como Melina, era nombrado «personalidad destacada de la cultura” por parte de la Legislatura Porteña por iniciativa del bloque del PRO.

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Mientras buscaban a Melina, el ex suboficial de la Armada Marcelo Girat recibía el privilegio del arresto domiciliario tras ser condenado por violar a su hija Rocío en numerosas ocasiones durante 4 años de su adolescencia. La impunidad que permitió que el hecho no haya visto luz anteriormente contó con un fuerte respaldo institucional de parte de la fuerza de seguridad a la que este sujeto pertenecía. La movilización de los vecinos del barrio donde iba a cumplir el arresto domiciliario generó la revocación del beneficio y el traslado del violador al complejo penitenciario de Batán. Un dato no menor es que el principal motivo por el que se le quito el beneficio del arresto domiciliario no fue por la gravedad del delito cometido sino porque «el militar no tiene domicilio donde cumplir el arresto domiciliario” luego de las movilizaciones con posterior incendio de la vivienda donde iba a cumplir su «condena”. El macho que violó tantas veces a su hija ahora «teme por su seguridad” y ese fue el motivo que lo llevo a pedir él mismo la revocación del beneficio.

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«Hells Angels”: una historia repetida

Gustavo Adolfo Mazzitelli es otro ejemplo de macho: musculoso y tatuado, practica boxeo y artes marciales, además es vicepresidente del grupo de motociclistas «Hells Angels” en Argentina. Todo el rigor macho en su entorno. Sin embargo ninguna de estas acciones mencionadas merece crítica alguna por si solas de no ser porque el sujeto en cuestión golpeó hace días a su ex novia hasta desfigurarla.

Gustavo Mazzitelli junto a su ex, la modelo Andrea Franco, que desfiguró a golpes luego de una pelea

Un mes después de haber roto relaciones con su ex pareja Andrea Silvana Franco, Mazzitelli insistió para tener un encuentro con ella. Luego de tener discusiones y despedirse, él la siguió (ambos estaban en moto) y con su léxico de macho le dijo «bajate puta que te voy a matar”, y luego de la amenaza comenzó a golpearla. Después de golpearla la dejó abandonada en la calle y, como todo un macho, abandonó el lugar y la mujer herida. En el hospital los médicos confirmaron que Andrea Franco sufrió el desvío de la mandíbula y la rotura de cuatro dientes.

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La agrupación «Hells Angels” tiene su origen en Estados Unidos. Fundada en 1948, su nombre está inspirado en los escuadrones de guerra estadounidenses que participaron de la 1era y 2da Guerra Mundial. De hecho el nombre fue sugerido por Arvid Olsen, uno de sus socios fundadores, que había servido a los «Flying Tigers, Hells Angels” en China durante la segunda guerra mundial. A su vez, el Nombre Hells Angels estaba inspirado en la película de 1930 dirigida y producida por Howard Hughes, que gira en torno a las tropas aéreas norteamericanas. Pero la agrupación es recordada por otro episodio muy particular y que vale la pena recordar: los episodios de violencia en el Festival de Altamont el 6 de diciembre de 1969.

El Festival de Altamont, fue un concierto de Rock en el autódromo abandonado de Altamont, al norte de California, que tenía como principal atracción a los Rolling Stones, pero también contaba con otras bandas importantes de la época, muchas de ellas habían formado parte del memorable Woodstock, como Santana, Jefferson Airplane, Crosby, Stills y Nash and Young, entre otros. Se esperaba que este festival sea «el Woodstock del oeste”, al que asistieron entre 300 y 400 mil personas, según la fuente. Sin embargo, a diferencia del mensaje de paz y libertad que significó Woodstock, Altamont es recordado por sus graves hechos de violencia. En el concierto hubo un homicidio y tres muertes accidentales (dos por accidentes automovilísticos y un ahogado en un canal).

En lugar de policía, la seguridad estaba a cargo de los Hells Angels (pese a que Sam Cutler, el road manager de los Stones en ese entonces, negó tal asunto diciendo que sólo fueron al concierto para divertirse, y que en ningún caso se comprometieron a actuar como guardias). El hecho principal fue el asesinato de Meredith Hunter, un joven afroamericano, apuñalado por parte de uno de los miembros de los Hells Angels. Hubo un enorme debate en torno a este episodio, ya que se probó que Meredith tenía un arma, pero no que la había usado como denunciaron los Hells Angels, que además habían negado haberlo apuñalado. El video del concierto muestra el episodio a pocos metros del escenario frente a los ojos de Mick Jagger, donde se puede observar el momento donde es apuñalado.

Altamont es la contracara de Woodstock. Marcó, tristemente, «el fin de la inocencia” y fue el principio de una escalada reaccionaria. Los críticos lo llaman «La muerte de la nación Woodstock» y nunca más se permitió la realización de un concierto de rock en ese sitio. Como en Buenos Aires, podemos decir que Cromañón marcó el «fin de la inocencia” , pero que a su vez fue utilizado por las autoridades y la prensa para criminalizar al rock y las jóvenes.

Las consecuencias en Cromañón fueron de una enrome escalada represiva a centros culturales y espacios de música independiente, mientras 16 responsables de esa masacre no fueron condenados, y actualmente los jóvenes siguen siendo sometidos al maltrato y el hacinamiento en recitales y boliches, incluso con episodios de violencia por parte de los «patovicas” de seguridad (este año hubo casos, tanto de golpizas violentas como de abuso de mujeres, que en muchos casos tuvieron el mismo trato mediático que Melina, buscando justificar lo ocurrido por superficialidades).

El «fin de la inocencia” puede significar un «principio de impunidad” o mejor dicho, un avance de la impunidad por sobre ella, muchas veces con la excusa de la «inseguridad” . Inocencia como la de Melina, Rocío, o Andrea. Inocencia como la de una gran cantidad de personas que reciben información malversada por los medios masivos, y confía en las opiniones de personas de la farándula creyéndolas transparentes cuando no lo son. Algunos, incluido quien escribe, mantenemos la inocencia de creer que se puede vivir y comunicar de una manera distinta, y que algún día la inocencia se podrá imponer por sobre la impunidad de la fuerza bruta de algunos sujetos, tanto como la de los gobiernos y las corporaciones.


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