La Liga Argentina contra la Tubercolisis en lucha
Esta institución que combate la enfermedad que está relacionada con la pobreza, la falta de alimentación, el hacinamiento y las malas condiciones de trabajos, está en serio riesgo de ser cerrada. Para impedir que esto ocurra, sus trabajadores/as y vecinos/as cortaron la avenida Santa Fe al 4200.
Cerca del mediodía los manifestantes se concentraron en Uriarte 2477, cede de esta institución y luego marcharon hacia la avenida donde desplegaron sus pancartas e hicieron sonar bombos redoblantes y cacerolas haciendo oír sus reclamos.
Bajo el fuerte sol de la jornada, los profesionales, juntaron firmas, explicaron los motivos de sus reclamos y pidieron la solidaridad de todos/as los/as que defienden el derecho a la salud gratuita.
«La liga», como la llaman sus trabajadores, entidad fundada en 1901, fue declarada en quiebra por la jueza Susana M. I. Polotto, titular del Juzgado Comercial Nº 14. Por esa razón, quienes allí están preocupados porque podría ser cerrada, una vez finalizada la feria judicial.
María Camps, fonoaudióloga señaló que: (la liga) «se ha venido manteniendo con bastante dificultades a lo largo de todo este tiempo. Con la los aportes generados por el servicio de medicina laboral que tenemos y con nuestro esfuerzo ya que con la convocatoria perdimos un año y medio de sueldos, es decir que hemos estado trabajando por amor y casi sin cobrar. A esto lo mantenemos nosotros porque la verdad que nunca ha recibido nada del Estado»
Luego contó la forma en que se ha llegado a esta situación y cómo se podría salir de ella.
«Se llego a este punto por malos manejos, hubo una serie de malversaciones en la administración. Se vendió la parte de la esquina (Santa Fe y Uriarte) para poder saldar deudas, pero nunca fue muy clara la operación. Y también porque hay intereses espurios. Nosotros pedimos por notas subsidios al gobierno nacional y también al de la ciudad de Buenos Aires, pero nunca se consiguió nada de ellos. En este momento que el Estado se haga cargo de esta institución podría ser una buena salida, nosotros estamos abiertos a cualquier posibilidad con tal de que no se cierre la liga, más ahora que la tuberculosis está a full nuevamente asociado al sida y a la pobreza».
El mismo peligro
En la misma sede funciona la Asociación de Lucha Contra el Mal de Chagas (ALCHA) fundada el 4 de Agosto de 1974. Megáfono en mano, su presidenta, María Catalina Antico Penna expresó lo siguiente: «Pedimos a los grandes medios que vengan a cubrir lo que está pasando con la liga Argentina contra la tuberculosis y con la Asociación de lucha contra el mal de Chagas, que tienen atención médica y farmacológica gratuita para quienes la padecen. Sabemos que la salud está colapsada, no dejemos que estas entidades sean cerradas por la indiferencia de los gobiernos de la nación y el de la ciudad»¦»
La lucha continua
Después de la manifestación, dentro del establecimiento se realizó una asamblea de trabajadores, vecinos y organizaciones donde se acordó organizar una comisión de apoyo, realizar una nueva movilización para el día miércoles tres de febrero a las once horas en el mismo lugar y se pidió la mayor solidaridad y difusión posible para este conflicto.
«Veo, veo ¿qué ves?: tuberculosis ¿otra vez?»
Un informe elaborado por la jefa de Microbiología, la jefa de Neumofisiología, bioquímica especialista en tuberculosis y una pediatra orientada en neumofisiología del área programática del hospital Piñeiro que lleva como título esa pregunta señala las siguientes cifras: «se detectó una tasa de infección de tuberculosis de 141.46 cada 100 mil habitantes (en 1999 era de 33.1 cada 100 mil habitantes). El promedio nacional es de 50 casos cada 100 mil (años atrás era de 30 cada 100 mil)»
.Del estudio de 251 planillas surge que «el 50.50 por ciento de los pacientes son de la Ciudad y el resto del conurbano bonaerense. De los casos de la Ciudad, 2.155 registrados el año pasado, 406 (el 37.3 por ciento) pertenecen al área programática del Piñero».
Las cifras son similares a las de África subsahariana o a las del Impenetrable Chaqueño y juegan un rol preponderante los talleres textiles que operan clandestinamente en la Ciudad y abastecen con mano de obra inmigrante y esclava el trabajo requerido por las grandes marcas de indumentarias.(1)