Sin juez que investigue la desaparición de Julio López
El juez Arnaldo Corazza, que entendía en la causa por la desaparición de Jorge Julio López, decidió excusarse de continuar con su tarea. La familia del testigo secuestrado había denunciado a las abogadas que patrocinaron a López en el juicio contra el genocida Miguel Osvaldo Etchecolatz así como a los magistrados que intervinieron en la instrucción y juzgamiento. A 29 meses, la causa vuelve a estar paralizada.
El juez Arnaldo Corazza decidió apartarse de la causa por la desaparición forzada de Jorge Julio López a raíz de un planteo de la Cámara Federal platense. En septiembre del año pasado, la familia de López había denunciado a los jueces intervinientes en el proceso judicial que se le siguió al genocida Miguel Osvaldo Etchecolatz así como a las abogadas de Justicia YA! que patrocinaron a López. El fundamento de la denuncia estribaba en que no habían protegido al testigo.
En ese momento, Corazza no dio lugar a la presentación de la familia pero los abogados Alfredo Gascón y a Hugo Wortman Jofré decidieron apelar la resolución y llegó a la sala de la Cámara Federal en la que está enquistado el juez Alberto Durán. El camarista es un viejo conocido de la Policía bonaerense, fuerza a la que apuntan todas las miradas por la desaparición forzada de López, ocurrida el 18 de septiembre de 2006 cuando debía ir a presenciar los alegatos contra Etchecolatz.
Durán, ávido por sumir en la más oscura impunidad la causa, dio el visto bueno y afirmó que Corazza no debía entender en la denuncia que había formulado la familia ya que era uno de los involucrados. Rápidamente, el magistrado decidió desentenderse de esa cuestión así como de toda la causa. Alegó haber sido violentado moralmente, aunque nada dijo acerca de qué violencia le generaba que a 29 meses de la desaparición de López, nada se sepa.
Hoy por hoy, no hay juez que busque a López. «Sigo sin creer que esto no se pueda esclarecer y espero ser yo el que lo haga. Algo se tiene que filtrar, es un hecho especial que va más allá del interés particular», le había dicho Corazza a Página/12 en septiembre último. Parece ser que ya cambió de opinión. En tanto, Adriana Calvo- de la Asociación de Ex Detenidos- Desaparecidos- sentenció: «Era la crónica de una impunidad anunciada».