Trenes: Sigue la furia de los pasajeros
Por demoras cotidianas del ferrocarril Sarmiento en las estaciones de Merlo y Castelar pasajeros descargaron su bronca contra las formaciones de tren. Hubo represión, heridos y detenidos.
Cientos de usuarios indignados que viven día a día las pésimas condiciones de transporte descargaron su bronca a través del corte de vía y la quema de un tren.
Los acontecimientos se iniciaron en Merlo cuando, como siempre, usuarios sufrieron demoras para ir a trabajar. «Los pasajeros viajamos mal perdemos los premios por presentimos de nuestros ya magros salarios encima el gobierno quiere aumentar las tarifas», decía un trabajador que usa todos los días el servicio. Esta indignación condujo a la quema de diez vagones.
En Castelar los incidentes se produjeron después de las 6 cuando empezaron las demoras. Usuarios agrupados en un paso a nivel entre las calles Yrigoyen y Rivadavia en las cercanías de la estación Castelar iniciaron un corte de vía.
Los pasajeros ante la falta de respuesta y el maltrato cotidiano apedrearon la formación y iniciaron un incendio. Tiempo después efectivos de la Policía Federal y de Provincia de Buenos Aires reprimieron con balas de goma y gases para despejar el corte de vías, hechos que produjeron 10 detenidos y 2 heridos leves.
Diego Reinoso delegado de los guardas de las seccional Haedo testimonió: «Lo primero que ve el pasajero y ataca es a lo visible, que somos los guardas. Nosotros no somos responsables, la irresponsabilidad es empresaria y del gobierno que no ejerce el contralor, hacen oídos sordos a estos problemas que redundan en maltratos al pasajero y al trabajador. Estos inconvenientes son recurrentes y los denunciamos a organismos legislativos y gubernamentales. Las mejoras que hay de vías y vagones es solo maquillaje. Nada tiene que ver con los problemas profundos que tiene el ferrocarril».
Además, agregó: «Cada cosa que se destruye se afecta el patrimonio de los argentinos. Hay que exigir en los lugares que corresponde. La teoría de los infiltrados es una forma de sacarse la responsabilidad. Lo que si hay es gente marginal que expresa con violencia sus reclamos al no poder organizarse como corresponde.»