07/06/2018

Comenzó el juicio por delitos de lesa humanidad en el Posadas, el «Hospital Rojo»

Desgarradores testimonios de las hijas de Jacobo Chester y Jorge Roitman sobre el accionar del terrorismo de Estado en el Posadas, el «Hospital Rojo» como lo calificaron las Fuerzas Armadas. Las audiencias se realizan los viernes a partir de las 11 horas en los Tribunales de Comodoro Py. Por Lucho Soria.


Despues del frustrado intento del defensor oficial de los imputados Luis Muiña y Argentino Rios, quienes llegaron y se fueron esposados, de solicitar la nulidad del «nuevo» juicio a Muiña,  el Tribunal rechazó por unamidad el pedido y generó aplausos en los presentes en la sala de audiencia, entre ellos el de Norita Cortiñas.

Antes el fiscal Pablo Ouviña y el abogado querellante Pablo Llonto cuestionaron los argumentos del defensor oficial.

«De que sorpresa habla. No hay sorpresas en este juicio» dijo Ouviña, en relación al planteo de la defensa de Muiña, de presuntas contradicciones en la elevación a juicio. Como es obvio hizo reserva de acudir a Casación y a la Corte Suprema.

Los imputados se negaron a declarar con el habitual libreto de la inocencia «yo era encerador de pisos y portero» esgrimió Ríos, mientras Muiña dijo que estaba siendo juzgado nuevamente por una causa que fue condenado.

No esta demás precisar que en el actual juicio no solo esta imputado por los homicidios, sino también por las torturas y privaciones ilegales de Jacquelin Romano, Marta Graiff, Gladis Cuervo y la desaparición de Hugo Quiroga.

Zulema Chester, quien trabaja en la Dirección de Derechos Humanos del Hospital, relató los detalles de la detención de su padre Jacobo Chester en su casa, su traslado al Centro Clandestino de Detención El Chalet, aunque en rigor dijo todo el hospital era un CCD.

Con lágrimas recordó la recuperación del cuerpo de su padre que había sido arrojado a el Río de la Plata días después de la detención. «No solo tenia sus manos y pies atados, sino que le habían colocado elementos de peso para que no flotara.»

Zulema dijo que los trabajadores del Hospital, realizaban trabajos sociales y políticos en los barrios aledaños: Sarmiento y Carlos Gardel. Ese testimonio y otros recogidos por esta agencia, hicieron que los cursos de acción militar en los barrios fue que llevó a los militares a definirlo como el «Hospital Rojo».

Zulema precisó que en ambos barrios los represores antes y después del 24 de marzo del 76 cuando el Ejercito ocupó el Hospital son numerosos y que es una tarea pendiente de realizar entre todos. «Por la memoria de mi padre, por los 30 mil detenidos-desaparecidos y por los sobrevivientes del Hospital que nos permitieron conocer la represión a las victimas», dijo en sus primeras palabras ante el Tribunal.

A continuación Alejandra Roitman, que se desempeña como abogada del Hospital, relató los padecimientos que sufrió su familia por el secuestro y posterior asesinado de su padre, cuyo restos fueron encontrados a fines del año pasado. «Estaba en los brazos de mi padre» cuando ingresaron a nuestro domicilio y se lo llevaron mientras robaron todo lo que podía robar».

Insistió que su padre, después del 24 de marzo al igual que Chester, no dejo de ir a trabajar. No falto nunca. Destacó que la enfermera Gladis Cuervo que estuvo detenida con su padre le contó como lo torturaron hasta dejarlo tirado en una celda agonizando, «sin que nadie hiciera nada, sino dejarlo morir».

En el cierre de su doloroso testimonio, se dirigió al Tribunal y le reclamó una investigación completa de la represión en el Hospital, con los trabajadores secuestrados que aún estan desaparecidos. Ellos son: Daniel Eduardo Calleja, Eduardo Carla Salas, Osvaldo Fraga Ignacio Jesus Luna Sanchez, Julio Quiroga, Maria Esther Goulecd Zian, Josefina Pedemonte cuya hija Daniela que trabajaba en el Hospital en la actualidad, fue dejada cesante el pasado viernes por la Dirección de Recursos Humanos.

 



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