06/08/2008

Cuarto intermedio hasta el viernes en el juicio a Bussi y Menéndez

juicio_20bussi027.jpgComenzó ayer el primer juicio por violaciones a los Derechos Humanos en Tucumán durante la dictadura militar. Están en el banquillo los represores Luciano Benjamín Menéndez y Antonio Domingo Bussi. Están acusados por el secuestro, la tortura y el homicidio del senador Guillermo Vargas Aignasse. Tras manifestar una supuesta afección cardíaca, el genocida Bussi fue trasladado desde el Tribunal hacia una clínica privada para ser internado de urgencia. Por Contrapunto


A las 10 de la mañana se dio inicio al primer juicio de Derechos Humanos en Tucumán, el cual tiene como principales protagonistas a los represores Luciano Benjamín Menéndez y Antonio Domingo Bussi.

Ambos represores están acusados de los delitos de violación de domicilio y violación ilegítima de la libertad agravada, aplicación de tormentos reiterados y homicidio calificado contra el senador nacional Guillermo Vargas Aignasse cometido el 24 de marzo de 1976.

En las primeras filas de la sala del Tribunal Oral Federal, donde se lleva adelante el proceso judicial, se hicieron presentes familiares de la victima y de los imputados, entre los que se encontraban los dos hijos del ex gobernador de la provincia, Ricardo y Luís José Bussi.

Funcionarios de la Secretaría de Derechos Humanos de la Nación, como Eduardo Duhalde, Luis Alem, la diputada Nacional Stella Maris Córdoba, y otros miembros del gobierno provincial ocupaban los primeros lugares.

La parte de atrás de la sala fue ocupada por los integrantes de las diferentes organizaciones de Derechos Humanos. Los militantes de HIJOS lucían una remera con el lema «Ni olvido Ni Perdón» y levantaron carteles con las caras de desaparecidos cuando ingresaron al lugar los genocidas Antonio Bussi y Benjamín Menéndez.

Pese a llevar consigo un respirador artificial, Bussi se mostró muy lúcido y atento a la lectura del expediente que detallaba el secuestro y desaparición del ex senador peronista. Esto se hizo notar en las intervenciones que el imputado realizó mientras se daba la lectura, lo que motivó a que el juez Gabriel Casas le aclarara que llegada la oportunidad podría hacer uso de la palabra.

Menéndez, quien ya carga con un juicio en la provincia de Córdoba, se mostró silencioso y concentrado en lo que se les leía.

Luego de pasado el mediodía se propuso un cuarto intermedio, que según las palabras de los funcionarios del Tribunal no duraría más de quince minutos. Sin embargo, la pausa se extendió por 45 minutos.

A la vuelta, los magistrados Gabriel Casas, Carlos Jiménez Montilla y Josefina Curi tomaron la decisión de pasar a un cuarto intermedio hasta mañana a las 10, luego de escuchar -bajo juramento- el informe del médico Mario Gálvez, que integra el equipo del Sistema Provincial de Salud (Siprosa) formado para, eventualmente, atender por razones sanitarias a los imputados (Menéndez tiene 81 años y Bussi, 82 años).

Según el medico que lo atendió, Mario Gálvez, y bajo juramento dijo que el imputado había manifestado una fuerte opresión en el pecho por lo que se hacia necesario trasladarlo a una clínica con el fin de descartar un «síndrome coronario agudo».

También explico que el chequeo iba demorar entre unas doce o veinticuatro horas mas tardar. Finalmente, se conoció que los estudios demorarían más de lo previsto y que el perito de la Corte de la Nación recién podrá revisarlo el jueves, por lo que los jueces decidieron continuar el juicio el viernes a las 10 de la mañana.

De esta manera y con un gran descontento por parte de las organizaciones de DDHH y los demás manifestantes presentes, Bussi fue retirado en camilla del predio por personal de la gendarmería. Esta situación provoco una gran furia entre las personas que se encontraban fuera y dentro del tribunal.


Gendarmes reprimieron a los manifestantes cuando Bussi era trasladado

juicio_20bussi043.jpg

Organismos de Derechos Humanos denunciaron provocaciones por parte de las fuerzas de seguridad durante toda la mañana. Un hombre vestido de gendarme sacó fotos a los manifestantes, lo que fue considerado una provocación.

El rumor corría desde temprano. La llegada de una ambulancia cerca de las 11 de la mañana, hacía presagiar que finalmente el genocida Antonio Bussi sería trasladado a un centro de salud.

Cuando los jueces Gabriel Casas, Carlos Jiménez Montilla y Josefina Curi tomaron la decisión de pasar a un cuarto intermedio hasta mañana a las 10, luego de escuchar el informe del médico Mario Gálvez, que integra el equipo del SIPROSA, los miembros de los organismos de DDHH presentes en la sala del Tribunal Oral Federal y los manifestantes que se encontraban en la calle, no tardaron en demostrar su enojo.

Lo que se encontraban adentro, fueron a la puerta de la calle Chacabuco, donde se encontraba estacionada la ambulancia, a esperar la salida de Bussi. Mientras tanto, una valla impedía el paso de unas 300 personas, que enfurecidas cantaban contra la decisión de los jueces.

En ese momento, el genocida fue retirado en una camilla y subido a la ambulancia, a los ojos de todos los presentes. Allí, la fuerte carga emocional que significó el inicio del Juicio no pudo contenter a los manifestantes, quienes voltearon las vallas y comenzaron a insultar a Bussi, cuya ambulancia no arrancaba.

Entonces, los gendarmes formaron una columna para evitar el paso de la gente y sacaron sus palos para reprimir a quiénes intentaban sobrepasarlos. Así, golpearon a manifestantes, periodistas, camarógrafos y fotógrafos por igual.

Luego, la ambulancia partió y los ánimos se calmaron.

Sin embargo, integrantes de la Agrupación Tucumana Contra la Impunidad (ATCI) manifestaron que desde la mañana hubo distintas provocaciones por parte de las fuerzas de seguridad presentes.

Denunciaron que hubo un «sujeto, vestido de gendarme, que salió de adentro de Tribunales y sacó fotos a los manifestantes. Además, otros miembros de esa unidad se paraban frente a los televisores apostados en la esquina de Chacabuco y Crisóstomo Álvarez para impedir la visión de quiénes se encontraban movilizados en el lugar».

Finalmente, consideraron que sacar a Bussi frente a toda la gente fue también una provocación, porque creen que podrían haberlo subido a la ambulancia directamente desde la guardería del Tribunal Oral Federal.

«Esperamos que no sea una maniobra para vallar a dos cuadras del lugar el próximo día del juicio», reclamaron desde el organismo de DDHH.

CONTRAPUNTO | Prensa Alternativa

Contrapunto realizará la cobertura día a día del juicio.

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