Lucha contra la trata de personas en Santa Fe
El sábado 26 tuvo lugar en la Plaza del Soldado la «Peatonal Feminista contra toda forma De Violencia hacia las Mujeres», organizada por las Asociaciones Civiles Las Diversas y La Casa del Encuentro, con performances político-artísticas, intervenciones visuales sobre violencia hacia las mujeres, homenaje a víctimas de femicidios y expresiones contra la invisibilidad. Como complemento a estas actividades, por la tarde en el Centro Cultural ATE Casa España se realizó la proyección del documental «Vidas Privadas», sobre la trata de personas con fines de prostitución en Argentina, para luego dar comienzo a una charla debate. Por ANRed desde Santa Fe
Santa Fe, a más de 460 km al norte de Buenos Aires, aparece en un informe de la Organización Internacional de Migraciones como uno de los principales lugares de captación de niñas, niños y mujeres y de rutas por donde pasan los tratantes de personas en Argentina. La triste realidad de la trata de personas se hace palpable en la capital de esta provincia, donde las whiskerías y cabarets son prostíbulos a la vista de todo el mundo. Es que para mucha gente la prostitución es un negocio como cualquier otro, sin saber que en nuestro país es ilegal desde 1949.
Muy cerca de allí, en Paraná, Entre Ríos, el 25 de julio de 2004, era secuestrada Fernanda Aguirre. Ella, como tantas otras niñas y mujeres, fue atrapada por las redes que trafican personas. Redes mafiosas que venden a niños, niñas y mujeres para que otros consuman sus cuerpos, por esto de que la prostitución es como «cualquier» otro negocio. Un dato aportado por las Mujeres Tramando, de Entre Ríos, indica la escalofriante cifra de 92 whiskerías a lo largo de las rutas de esa provincia.
Estos temas se conjugaron el sábado pasado, cuando mujeres que con dolor asumen esta realidad, resolvieron hacer una Jornada contra la Violencia Sexista. «Estamos trabajando en la difusión de la cuestión de la trata, en la sensibilización de la sociedad, junto con las compañeras de la Asociación Civil Las Diversas, compañeras comprometidas que están trabajando mucho en la provincia de Santa Fe, a veces sin apoyo, con indiferencia», nos comentó Fabiana Túñez, integrante de la Asociación Civil La Casa del Encuentro.
Desde la mañana, la Plaza del Soldado, en pleno centro de la ciudad de Santa Fe, empezó a cambiar su fisonomía. Carteles, banderas, pancartas, la Carpa Itinerante, le dieron el color violeta a la visibilidad de la lucha contra la violencia hacia las mujeres. En especial esa violencia que consiste en comerciar con el cuerpo de las niñas y mujeres.
Con la presencia de varias organizaciones de Derechos Humanos y sociales, la muestra incluyó fotos de mujeres desaparecidas por las redes criminales, y especialmente la imagen de Fernanda Aguirre, a cuatro años de su secuestro. También se representó una conmovedora performance a cargo de las mujeres de La Casa del Encuentro, que consiste en reflejar la búsqueda de una madre que logra rescatar a su hija de las redes de trata. Hecho que fue observado por hombres y mujeres que transitaban por la plaza, pero muy atentamente por dos personas, Dora y María Inés Cabrol, abuela y madre respectivamente de Fernanda Aguirre.
«Por más dura que sea, la gente tiene que empezar a ver lo que es la realidad, porque lamentablemente esa es la realidad. Yo estoy viviendo algo muy difícil, y es duro ver esta obra, porque una intenta en su cabeza no imaginárselo, pero mirándolo de cerca eso es lo que se vive y así es como estamos: buscando a nuestras hijas sin que nadie nos escuche y ellas encerradas no sabemos dónde, esperando que las encontremos», dijo María Inés refiriéndose a la actuación de las mujeres.
El sonido y musicalización en la Plaza estuvo a cargo de los jóvenes de la FM 100.9 Radio Comunitaria de Barrio Chalet.
Por la tarde, en el Centro Cultural ATE Casa España, continuó la Jornada. En la charla debate, posterior a la proyección del documental «Vidas Privadas», Fabiana Túñez, activista de la Asociación Civil La Casa del Encuentro y Liliana Loyola, de la Defensoría del Pueblo de Santa Fe expresaron sus posiciones en torno a este tema.
Sexo pago es sexo esclavo
En su exposición Fabiana Túñez dejó estos conceptos sobre la trata y la reciente Ley sancionada en Argentina.
«La trata de personas mueve anualmente en el mundo 32 mil millones de dólares. En la Argentina estamos hablando de más de 500 mujeres desaparecidas secuestradas. Cuando hablamos de trata hablamos de violación, de abuso, de desaparición, de cosificación y uso de los cuerpos de las mujeres. Y eso está enmarcado en dos temas: primero, la violencia legitimada hacia las mujeres y en segundo lugar, que es un tema de Derechos Humanos. Más de 240 mujeres fueron asesinadas en 2007, más de 100 mujeres en lo que va de 2008, producto de la violencia, por lo que podríamos analizar cuál es el lugar que esta sociedad le dio a la mujer: estar por debajo siempre y en función de las necesidades del varón.
La trata y la prostitución son una forma de violencia y explotación sexual, y una violación a los derechos humanos. Susana Velázquez, una psicóloga argentina define muy bien violencia: abarca todos los actos mediante los cuales se discrimina, ignora, somete y subordina a las mujeres en diferentes aspectos de su existencia, es todo ataque material y simbólico que afecta su libertad, dignidad, seguridad, intimidad, e integridad moral. La prostitución es una forma más de dominación y explotación, la prostitución genera daños físicos y psíquicos de una manera diferente al del trabajo y algunos estudios señalan que los mismos son similares a los que padecen las personas que atravesaron por una guerra.
Si más de 4 millones de mujeres y niñas son ingresadas a las redes de trata en el mundo quiere decir que hay un número triplicado o quintuplicado de clientes que consumen los cuerpos y las vidas y los proyectos de estas mujeres, pero también existen porque existe complicidad de parte de los Estados, de los políticos, de los jueces, de la policía, de los gendarmes, y en algunos casos también del poder religioso. El cliente elige entre cuerpos, entre cosas, no entre personas, entonces tenemos que hablar de algo que es muy común, que son los mitos: «la prostitución siempre existió», «la trata -antes llamada de blancas- siempre existió», ergo, «siempre existirá», y este es uno de los mitos que tenemos que derribar, como sociedad, tenemos que trabajar fuertemente para que se termine con la legitimación de esta violencia hacia las mujeres, explicarles a nuestros compañeros, a nuestros amigos, a nuestros novios, que consumir prostitución es consumir esclavitud, que sexo pago es sexo esclavo, razón por la cual esto no los hace ni más hombre ni más dignos, en todo caso lo hace una basura.
En este marco, criticamos la reciente Ley de trata, que pretende diferenciar entre víctimas mayores y menores de edad. Para que se constituya delito, las mayores tienen que demostrar que no prestaban consentimiento, y ahí volvemos a victimizar a la víctima. Pero esta ley no toma en cuenta que muchas de las chicas mayores de edad antes fueron menores de edad secuestradas y explotadas. No tiene que haber diferenciación porque todas, absolutamente todas son víctimas. En segundo lugar, son las penas más baja de toda América Latina, de 3 a 14 años. Sabemos lo que pasa en nuestro país, van a entrar y van a salir, por buena conducta y en algunos casos ni van a entrar porque de 3 a 5 años son delitos excarcelables. En tercer lugar, esta ley no defiende los Derechos Humanos de todas las víctimas, porque no asigna verdaderos recursos para hacer una asistencia integral a las víctimas de trata. Y otro de los puntos que no tiene en cuenta la ley es el hecho de no confiscarles los bienes a los proxenetas, porque sabemos que los proxenetas con dinero, aun estando presos van a seguir manejando las redes de trata. Algo que quedó (para alguna vez si se puede) es qué hacemos con los clientes. Si las complicidades del cliente existen, ¿no debería tener también un castigo? Esta ley no lo contempla.
Pero nosotras consideramos que a esta ley hay que agregarle algo más. Las desapariciones y secuestros de mujeres, así como los femicidios, tienen que ser declarados delitos de lesa humanidad, para que no prescriban esas causas, y para que de una vez por todas la violencia hacia las mujeres sea considerada como una cuestión política de prioridad en la agenda y una cuestión de Derechos Humanos.»
No hay políticas de Estado
Por su parte, la Secretaria Adjunta de la Defensoría del Pueblo de Santa Fe, Liliana Loyola realizó una cruda descripción de lo que es la trata en la provincia.
«Es fundamental que la sociedad civil se ponga de pie, porque en este como en tanto temas que tiene que ver con la violencia o los derechos humanos, si la sociedad no se moviliza, no se logran cambios profundos.
Esto es una vergüenza, para el país y para la provincia, y voy a referirme a Santa Fe. Porque yo tengo mi ámbito de actuación acá, y es lamentable tener que escuchar que la provincia de Santa Fe es la capital del proxenetismo: el informe de la Organización Internacional de Migraciones aparece la provincia de Santa Fe como uno de los lugares de captación y de rutas por donde pasan los tratantes de personas. Tristemente célebre la ciudad de Rosario como la «Chicago argentina», hay una zona, Pichincha, que era y es la zona de prostíbulos de Rosario. San Javier, famosa por la caza del turismo europeo, vienen los europeos a cazar patos, pero no sólo vienen a eso, vienen a hacer lo que está prohibido allá, que es cazar patos también y consumir prostitución infantil. Y pagan mucho por eso.
La ciudad de Santa Fe hace dos años y medio, vivió una situación que quizás para el común de la gente pasó inadvertido, sobre todo por la hipocresía de la sociedad: dos jóvenes logran escapar de una red de prostitución con ayuda del padre de una de ellas. Luego de padecer dos años de sometimiento logran escapar, llegan a la ciudad de Santa Fe acompañadas por el padre de una de ellas, y acá esas dos chicas fueron re victimizadas por la sociedad santafesina. Por los medios de comunicación, por las autoridades judiciales que archivaron la causa, autoridades judiciales que tienen el discurso de los Derechos Humanos, pero archivaron la causa de Romina y de Cristina, hubieran podido seguir investigando el caso de Romina y de Cristina con todos los tratados internacionales que firmó nuestro país. Pero claro, las redes mafiosas pagaron los mejores abogados y las chicas por presiones, por amenazas, sus propios hijos amenazados, se desdijeron y afirmaron que lo habían hecho por su propia voluntad, y con eso solamente bastó. Los padecimientos no bastaron, las situaciones que vivieron no bastaron, el consentimiento sirvió para que esa causa se archivara y Cristina volviera a las redes de prostitución, obviamente porque no hay otra, y Romina gracias a la contención de su familia se sigue manteniendo en el ámbito familiar.
No hay políticas públicas. Recuerdo que tenía que hacer un informe para la Federación Iberoamericana de Defensorías del Pueblo, sobre la trata de personas en Santa Fe, empecé a buscar información en mi provincia y no había nada. Aún hoy es muy difícil conseguir información sobre el tema trata de personas. Se sabe que la trata es el comercio de personas con fines de explotación sexual, laboral, venta de órganos, de tejidos y adopción ilegal de niños. Todo eso incluye la trata de personas, la explotación infantil es trata de personas, pero si vas a la Secretaria de Trabajo de Santa Fe (ahora Ministerio) no encontrás datos de explotación infantil. Y es conocido por todos el tema de los niños banderilleros, en San Javier existen los llamados «niños perros», no sólo las prostitutas infantiles, sino niños que se alquilan para ir a buscar los patos, para la gente que caza patos, en vez de perros, niños.
Y para eso no hay políticas públicas, porque eso es la otra parte de la ley, la ley no solamente es una ley que tipifica el delito de trata de personas, sino que atribuye al Estado otras acciones, no solamente asistir a las víctimas, que sería lo prioritario, generar mecanismos de asistencia a las víctimas, pero reales, porque cuando vos recuperas una víctima de la trata tiene un estado tremendo, está destrozada, interior, físicamente, porque para poder resistir ese infierno tuvo que hacer un mecanismo interno que la trastoca totalmente y de esa manera tiene que volver, después de esos padecimientos esa persona para reinsertarse en la sociedad le resulta muy difícil.
Nosotros estamos asistiendo a una chica que fue recuperada en Río Gallegos y es de una población de nuestra provincia, y sigue como perdida en ese lugar, a pesar de que hay una familia es una chica que esta estigmatizada, necesita políticas de asistencia reales, darle estudios, una vivienda, darle prioridad para un trabajo, eso hay que hacer, ponerla como persona que se la prioriza en políticas sociales, pero no solamente eso, sino mecanismos de persecución a los tratantes, porque lo que vimos ahora con el tema de San Javier, donde desaparecieron cuatro chicas, la policía está detrás de las chicas, en vez de seguir la ruta de los que las capturaron, las secuestraron, hay datos que las chicas aportan en sus «confusas declaraciones», ¿cómo no van a ser confusas?, si te secuestraron, te llevaron, te violaron, después querés que digan qué, si tienen miedo. Obviamente que son confusas. Para eso hay que trabajar y tener la decisión política de generar una política de Estado.»
Fotos: Laura Arual