17/04/2018

Un proceso imparable: el juicio por el Caso Solano


Lo que siguió después de la muerte de Gualberto se encauza en dos vías de análisis: por un lado, la continuación de las testimoniales y en qué medida van aportando datos que confirman la investigación que realizaron los abogados Leandro Aparicio y Sergio Heredia, y por otro, el accionar de la defensa que no apunta tanto a mostrar la inocencia de sus defendidos como a poner palos en la rueda del proceso judicial. Ya sea desde lo jurídico o desde las redes, los abogados defensores se despliegan intentando provocar dilatación y desvío frente a un proceso judicial que, al menos hasta hoy, resulta imparable. Por Jessica Vissotsky y Eugenia De Rossi, desde Río Negro, para ANRed.


El vuelo de Gualberto

La muerte de Gualberto Solano fue un evento inesperado. Tras haber pasado por un proceso de 30 días en el jagüel, un campo a 30 km de Choele Choel, buscando los restos de su hijo desaparecido hace 6 años, le sobrevino el inicio de este otro proceso, el juicio por el homicidio y desaparición de Daniel Solano. El jagüel fueron 30 días de expectativa y desilusión permanente que afectaron su salud, tuviendo que ser visto en varias ocasiones por los médicos del hospital local.

Con el juicio iniciado, Gualberto volvió a Cherenta para Semana Santa a fin de descansar y reponerse junto a su familia. Luego todo ocurrió muy rápido en esos días de Pascuas: su internación en Tartagal, luego el traslado a Salta capital para ser operado de urgencia y su fallecimiento el pasado 3 de abril.

Su partida generó una gran conmoción en la comunidad de Valle Medio y a nivel nacional. La noticia del fallecimiento de este padre que murió sin encontrar a su hijo tras buscarlo por 6 años tuvo una gran cobertura mediática y una amplia expresión en redes sociales. El mismo 3 de abril, desde el acampe frente al juzgado de Choele Choel, en el que Gualberto permaneció por tantos años para pedir justicia, amigos y allegados a la causa convocaron a una marcha para despedir a Gualberto. Fue en silencio e iluminada con velas, asistida por una gran cantidad de gente y mientras vía redes sociales se había viralizado esta triste noticia y proliferaron todo tipo de mensajes y expresiones en solidaridad con la familia Solano y con todos aquellos que acompañaron a Gualberto y sostienen su lucha.

Valen destacar dos de las expresiones más fuertes en torno a la partida de Gualberto: la de su sobrina Romina, que acompañó a su tío en Choele Choel por mucho tiempo, expresada en Facebook y publicada por el Diario Río Negro. También el Padre Cristian Bonin, sacerdote de Choele Choel, en una entrevista realizada por UNTER y publicada en Youtube, recapituló cómo conoció a Gualberto y cuáles fueron las circunstancias que los vincularon todos estos años de búsqueda de Daniel Solano. Haciendo un gran esfuerzo para no quebrarse y poder hablar, Bonin expresó: «la impunidad mata». Respecto a su hijo, Gualberto Solano falleció el 3 de abril sabiendo todo: cómo lo mataron, quién lo mató, quiénes fueron los autores y quiénes los encubridores. Lo único que no pudo saber es dónde está Daniel Solano.

“El testimonio de Gualberto tiene que servirnos para cambiar este mundo” | Foto: Cristian Bonin

Lo que siguió después de la muerte de Gualberto se encauza en dos vías de análisis: por un lado la continuación de las testimoniales y en qué medida van aportando datos que confirman la investigación que realizaron los abogados Leandro Aparicio y Sergio Heredia y, por otro, el accionar de la defensa que no apunta tanto a mostrar la inocencia de sus defendidos como a poner palos en la rueda del proceso judicial. Ya sea desde lo jurídico o desde las redes, los abogados defensores se despliegan intentando provocar dilatación y desvío frente a un proceso judicial que, al menos hasta hoy, resulta imparable.

El accionar de los acusados

Los testigos que declararon en las últimas tres audiencias continúan dibujando el mapa de violencias que atraviesa todo el Caso Solano. No sólo confirman que Daniel fue sacado con brutalidad del boliche en manos de agentes de la policía sino que además aportan datos respecto al accionar policial más allá de esa noche.

Desde distintos lugares (afuera y adentro del boliche) diferentes testigos que no se conocen entre sí visualizaron el momento en que los policías sacan a Daniel del boliche y lo llevan hacia la esquina y muchos de ellos pudieron identificar quiénes fueron específicamente, señalandolos entre los acusados. Respecto a esa noche, el relato de los testigos reconstruye también las escenas con striptease y el show sadomasoquista que tuvo lugar en el boliche inmediatamente después de que sacaron a Daniel, en el que dos mujeres le pegaban cintazos a jóvenes norteños con el torso desnudo y el que más soportaba el dolor se ganaba un premio. La noche de Choele es así.

Más allá de esa noche, las declaraciones de varios testigos relatan intimidación, amenazas y secuestros, a ellos de forma directa o a sus familiares, por parte de los acusados o de otros agentes de la institución policial: un testigo protegido fue secuestrado y amenazado por tres policías, otro testigo relata que lo llevaron a declarar a un lugar que no era la comisaría y entre varios agentes lo intimidaron ‘en un cuartito’. Un ex puntero que reclutaba trabajadores en Salta para llevarlos al sur declaró que dejó ese trabajo cuando percibió que en los colectivos donde trasladaban a los trabajadores golondrinas también se transportaba droga, señalando puntualmente quiénes y cómo lo hacían. El testimonio de este testigo en la investigación fue clave para empezar a desentrañar la línea de narcotráfico como negocio anexo a la explotación y estafa a los golondrinas, pero esto le valió que secuestraran a su hija para amenazarla (“tu papá está haciendo puras cagadas en Río Negro”) y que recientemente asaltaran y amenazaran a su otro hijo en Choele Choel.

Si bien en general hay congruencia entre las declaraciones originales y las actuales, en muchos testimonios se perciben claras imprecisiones, olvidos, no coincidencia con la declaración anterior o directamente lapsus, lagunas o amnesia. Es claro que pasados cinco años desde que estos testigos declararon por primera vez puedan existir desajustes entre una y otra versión, pero lo que también es claro es que estas imprecisiones u olvidos surgen, casualmente, al momento de tener que señalar a los acusados, tanto por su presencia en Macuba la madrugada del 5 de noviembre, como en las escenas de amenazas e intimidación.

«A los acusados los conozco porque han hecho adicionales muchos años en el boliche, pero no los puedo reconocer por sus nombres» (Tonelada García, dueño de Macuba).

El testimonio más destacado tal vez fue el de Carlos ‘Tonelada’ García, dueño de Macuba, pero no por su aporte de información relevante; al contrario. Sorprende que en estos seis años este señor no haya podido articular una versión más sólida de lo que tiene para decir sobre lo ocurrido la noche del 5 de noviembre en su boliche. De acuerdo a su (falso) testimonio, ‘Tonelada’ García no estaba en Macuba sino que llegó al lugar a las 3 am, vio a Daniel Solano en la calle y cruzó unas palabras con el policía Etchegaray. Declara no haber visto a otros policías ni a otras personas, ni autos parados. Nada. Solo Solano y Etchegaray. Por fuera de Etchegaray, García no pudo reconocer cuáles agentes policiales efectuaron la (in)seguridad en Macuba la noche del 5 de noviembre de 2011 cuando desaparecieron a Solano. Hasta ahí su ‘laguna’ podría ser válida. Pero lo que es inverosímil, indignante y repudiable es que seis años después del hecho, este hombre manifieste que hoy tampoco puede identificar por su nombre a los policías acusados: los conoce a todos, los tiene vistos, pero dice no poder reconocer quién es quién. Por su evidente falso testimonio, la querella solicitó su detención pero el tribunal rechazó el planteo. Un video en facebook muestra un fragmento de la declaración de Carlos García, el dueño de Macuba Megadisco.

El testimonio de Tonelada García

JUICIO CASO SOLANO :: De acuerdo a su (falso) testimonio, Carlos ‘Tonelada’ García, dueño de Macuba, no pudo reconocer cuáles agentes policiales efectuaron la (in)seguridad en el boliche la noche del 5 de noviembre de 2011 cuando desaparecieron a Daniel Solano. Seis años después, Tonelada tampoco puede identificar POR SU NOMBRE a los policías acusados. Los conoce a todos pero dice no poder reconocer quién es quién.De acuerdo a las declaraciones de otros testigos, Tonelada tenía un trato muy directo con Berthe (casi de socios), lo conoce además porque fue testigo en una causa donde Berthe fue condenado por apremios ilegales.Video gentileza Nadia París

Publicada por Daniel Solano Presente en viernes, 13 de abril de 2018

El accionar de los defensores

Mientras Gualberto Solano estaba siendo velado en Tartagal, su padre Manuel (de 84 años) firmaba los poderes para que los abogados continúen como parte querellante en el juicio que se está desarrollando en la Ciudad Judicial de Gral. Roca. Este acto fue de conocimiento público a través de una fotografía publicada en redes sociales a modo de documento y adelanto dado que, posteriormente, ese poder debía ser acreditado ante el tribunal en manos de Sergio Heredia que viajaría desde Salta a Río Negro para reincorporarse al juicio.

Pero por cuarta vez los abogados de la defensa intentaron sacar a la querella; esta vez con argumentos en torno a la transmisibilidad de la facultad de querellar, sobre quiénes son los herederos forzosos y cuándo pueden ingresar en el proceso (debate que ellos creyeron oportuno instalar a partir de la muerte de Gualberto Solano). Con el certificado de defunción y el acta de nacimiento de Gualberto se certificó que Manuel Solano es su padre y con esto la fiscalía entiende que están cumplidos todos los requisitos para que Manuel (abuelo de Daniel y padre de Gualberto) se constituya en parte querellante. Pero la defensa insiste en discutir la legitimación del (nuevo) querellante interponiendo preguntas, argumentos e incluso imágenes para graficar su planteo: Iribarren, el abogado defensor que realizó esta exposición, se sirvió de la figura de una manzana imposible (mitad roja, mitad verde) para describir el ‘disparate jurídico’ que resulta de la presencia de un ‘nuevo’ querellante (Manuel Solano) que no ha presentado una acusación ni pruebas, en un proceso judicial en el que se debaten las pruebas ofrecidas por un querellante que ya no existe (Gualberto). “Esto es como tener una media manzana roja (que es lo que ha hecho hasta ahora el padre de Solano) y tener una media manzana verde (que es lo que pretende hacer el abuelo de Solano, continuar sin pruebas y continuar sin acusación y alegar). Entonces tengo media manzana verde y media manzana roja. ¿Qué pretenden hacer acá? Unir las dos medias manzanas: una roja y una verde. Es naturalmente imposible y jurídicamente disparatado”, expresó Iribarren.

El abogado de la defensa Pablo Iribarren y su ejemplo de las manzanas

Graficando con manzanas verdes y rojas, Iribarren le da presencia a la gran ausente (hasta ahora) en el juicio: la multinacional belga Expofrut que produce peras y manzanas de exportación a costa de la explotación de los trabajadores golondrinas.

Un informe del programa ADN en C5N y un reciente artículo del portal Nuestras Voces analizan el Caso Solano desde la figura del ex directivo de Expofrut, Fernando Oris de Roa, designado como embajador argentino en los Estados Unidos y destacan cómo la gestión de Cambiemos premia con altos cargos a explotadores como Oris de Roa, Etchevehere (Ministro de Agroindustria) o Ramón Puerta (embajador argentino en España).

Finalmente el ‘engendro de manzana’ no era tal y el tribunal rechazó el planteo de los abogados defensores: Gualberto Solano en tanto querellante queda sustituido en la causa por su padre Manuel Solano, habiéndose acreditado el parentesco con las partidas presentadas. El tribunal entiende, además, que no es un ‘nuevo’ querellante sino la continuación de la querella oportunamente interpuesta que ha sido tenida por válida, con la misma pretensión punitiva penal que en su momento interpuso Gualberto Solano. Ante esta resolución la defensa fue por más y sobre el final de la jornada solicitó la recusación del tribunal en su conjunto por falta de objetividad e imparcialidad, precisamente por considerar válida la sustitución del querellante. En la audiencia siguiente el tribunal rechazó esta recusación por improcedente, aludiendo a la economía procesal y la buena fe desde la que obra.

Esto que ocurre dentro de la sala 5 de la Ciudad Judicial en Fiske Menuco se alinea con los que sucede afuera, en las redes sociales: el abogado querellante Leandro Aparicio puso a disposición del tribunal las declaraciones públicas realizadas por Ricardo Thompson, uno de los abogados de la defensa, quien se manifestó vía Facebook respecto al tribunal y la veracidad de los testigos de este juicio: “Más que contaminado, armado. El gobierno provincial se metió en la causa y la usó para disciplinar jueces, fiscales, promover jueces amigos, fiscales leales y así estamos. Hoy dos personajes bancados por Weretl manejan un tribunal como quieren… Una parodia de juicio”.

"Una parodia de juicio"

En la última audiencia del 10/4 Leandro Aparicio abogado querellante del Caso Solano puso a disposición del tribunal las declaraciones públicas realizadas por uno de los abogados de la defensa, quien se manifestó via facebook respecto al tribunal y la veracidad de uno de los testigos. También expresó su repudio a la "solicitud de amistad" que recibió por parte de uno de los policías acusados.

Publicada por Daniel Solano: La Justicia De Rio Negro Es Complice en Miércoles, 11 de abril de 2018

Aparicio solicitó que se evalúe una posible sanción para Thompson y además expresó su repudio a la «solicitud de amistad» que recibió por parte de Sandro Berthe (uno de los policías acusados) también vía Facebook.

El abogado querellante Leandro Aparicio cuestiona a la defensa por sus publicaciones en redes sociales

Lo esperable sería que un letrado se exprese mejor, con más altura y calidad jurídica, pero no. Los comentarios de Thompson solo alimentan las ráfagas de odio que se manifiestan en las redes sociales en contra del Caso Solano y de Heredia sobre todo.

“El Dr. Thompson es un gran abogado en Facebook, lamentablemente no podemos apreciar sus virtudes dentro de la sala, salvo cuando sus interrogaciones a los testigos logran comprometer aún más a sus defendidos. Sin proponérselo, nos hace mucho favor a veces”, declaró Aparicio al finalizar la jornada.

Ricardo Thompson, abogado de la defensa de los policías

Ricardo Thompson forma parte de una corriente de personas de Choele Choel y Valle Medio que son familiares y amigos de la institución policial que se resiste a la investigación de la querella y vienen (y siguen) sosteniendo que este caso es una farsa y el juicio una parodia. Con sus comunicaciones vía Facebook, Thompson mal informa a la propia comunidad que ‘lo sigue’ y le cree, alimentando la versión de que aún no hay testimonios cuyas declaraciones hayan comprometido a los policías acusados.

Posverdad: juntos reforzamos la verdad que sostenemos, pero no a base de pruebas y argumentos sino ejecutando el modo troll, expresando repudio y desdén ante un caso de desaparición forzada de persona, buscando deslegitimar el caso y, ahora, el juicio mismo.



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