17/02/2005

Fanzines: una forma de liberar la expresión

fanzines.jpg Una experiencia de autogestión en los medios gráficos. La diversidad expuesta en publicaciones independientes.


El fanzine es una publicación de origen independiente que se diferencia cardinalmente del resto de las revistas porque señala y abre espacios que no existen en las agendas de las corporaciones mediáticas. Nace de la voluntad de aquellos que viven y piensan un mundo diferente al circunscripto por los medios de comunicación oficiales u oficializados. Son una avanzada para la democratización de la cultura impresa.

El término está compuesto por la fusión de fanatic y magazine, dos palabras inglesas cuya traducción es fanático y revista. La publicación cobra vida a partir de la experiencia compartida de grupos reunidos alrededor de intereses en común (fans): de un estilo musical, de un autor, hasta de una serie de televisión. El interés compartido, en muchos casos, determina un modo de hablar, de ser y ver el mundo; marca tipos de actuación y expresión grupal.

Desde sus inicios, los fanzines son publicaciones autogestionadas como respuesta y contestación al mercado y a la prensa habitual. Han deambulado siempre por atrás: entre públicos de recitales y otros, formados a contrapelo del gran rebaño. No tiene canales oficiales de difusión y están fuera de todo aparato empresarial: su nacimiento y continuidad dependen del nada simple -fundamental- querer hacer y expresarse por propia voluntad.

Su forma de distribución sigue siendo la misma que al principio: de mano en mano, en ferias, recitales, galerías específicas, facultades y, eventualmente, por correo.

Nacieron a fines de los setenta, entre bandas de música Punk. Con los años fueron ampliando sus temáticas. Ahora, existen fanzines que abordan tanto expresiones personales, humorísticas, historietas y crítica musical, como temas de literatura, contrainformación, actualidad y política. Si bien los contenidos varían profundamente, sus realizadores se identifican en algo: hacerse cargo a través de la subjetividad crítica donde predomina la opinión sobre la pretendida -por tanto falsa- objetividad de la prensa oficial.

La mayoría de estas publicaciones se conforman como espacio de pertenencia para quienes comparten la jerga y las experiencias que hacen a la identidad de grupo. El enunciador apela a una comunicación entre pares, desde el léxico hasta los giros gramaticales que pueden dificultar la comprensión para quien no está familiarizado con el código. En muchos casos, «no entender significa no pertenecer» . Sin embargo, todos apuntan a la horizontalidad, intentando la construcción de un nosotros desde la heterogeneidad, abierto a colaboradores que quieran participar.

Como medio de comunicación, el fanzine resulta de sumo interés porque se inscribe en el interior de prácticas sociales, en las márgenes de lo hegemónico, sin promulgar la masividad. Participa activamente en los rituales de grupo, ya que se reparten y/o venden en los ámbitos donde estas prácticas se desarrollan.

Aunque por lo bajo, de a poco y humildemente, permiten creer que no es tan difícil hacerse escuchar:

«Aquí vuelco mis sentimientos, mis opiniones, con la gratitud de que haya alguien leyéndolas. Me relaciono con otros pares que realizan lo mismo, cada uno/a con sus propia visión», dice una de las responsables de «Maldito Domingo Gris zine…» .

Podría afirmarse, sin demasiado error, que el fanzine es más una actitud que un canal de divulgación: es la voluntad manifiesta de un grupo que desea representar su forma de ser, gráficamente. De ahí que formato, estilo y contenido estén inextricablemente vinculados, pues responden a la estética de sus realizadores.

Ahora, indagaremos en algunas publicaciones de realización y origen independiente que viven y colean en rincones no depredados por las grandes editoriales o corporaciones mediáticas. Tanto en aquellas que tienen cierta permanencia, como en otras que apuestan fuerte desde sus planteos. Sobre todo, en aquellas donde la comunicación propia es genuina prioridad.


Squenun (squenum@hotmail.com)

Es una publicación hecha, desde hace cinco años, por estudiantes de Ciencias de la Comunicación de la Universidad de Buenos Aires. Tiene objetivos netamente literarios, aunque también mechan una que otra entrevista de corte político o análisis sociológico. Apela a la acción e invita a la participación, pues tal como editorializa el último número: «Se requieren medidas, propuestas, compromiso» (N°24). Recomendamos este número que aún se consigue en las mesas de los pasillos de dicha facultad (Ramos Mejía 842, Sede Parque Centenario)


Blasfemia: arte_política_literatura (revistablasfemia@hotmail.com)

«Un lugar para la libre expresión», propone una editorial que cuestiona lo sagrado y consagrado, todo lo que niegue la creación propia.

Es una publicación a caballo entre el fanzine y la revista de baja tirada, bajo precio y excelente calidad. Aquí le reservamos un espacio, por el cuidado que empeña este grupo en su publicación.

Predomina el análisis político, hay algo de literatura y poco espacio para el arte. En cada página hay frases de filósofos, escritores, cineastas, poetas; cada una deja pensando, como una pequeña detonación que conmueve por algún lado. Puede conseguirse en la Facultad de Comunicación de la UBA.


Anoop Zine (www.anoopzine.8k.com)

Una curiosidad empeñada, desde la editorial hasta su contratapa, en el absurdo. Despareja, como no puede dejar de ser lo absurdo. Una entrevista a un billete de veinte pesos, un dolarigrama, una sección de teorías inéditas e historias imposibles y un humor que destaca por su originalidad (no siempre a la par de su calidad) componen esta rara e interesante avis de cuatro pliegos. Algo de patafísica no le sobra a una realidad que, a veces, sólo puede comprendérsela desde el payasesco absurdo movilizador.


Un paso más allá. (upmafanzine@yahoo.com.ar)

Una publicación que lleva más de tres años en la calle. Su especialidad, el absurdo, hoja tras hoja. Se la lee con algo de asombro, ya que se busca un asidero, algún punto donde anclar: en vano. Este fanzine es la manifestación explícita de que sólo la voluntad es necesaria para compartir lo que cada quien desee.


La naturaleza de tu opresión es la estética de nuestra rabia (titeresacratas@hotmail.com)

Su editorial se define como anarkopunk, movimiento no reducido a un estilo de música -el Punk-, pues plantea el costado político sin querer formar parte de ningún partido, sino alimentando la autonomía. Se hace eco de voces independientes y libertarias de diversos países, compilando una serie de textos: una española cuestiona al Punk como ghetto cerrado. Otra, de un «zine» brasilero, propone la renovación dentro de la estética no sólo como elemento de identificación, sino «como forma de provocar las más diversas reacciones: dudas, miedo en contra de la sociedad que mata la creatividad a través de la moda y se mueve hacia la masificación, masacrando la individualidad de las personas».

¡Sí, luchamos por una estética y reivindicamos nuestra cultura!» Dice la primera nota, en una frase que está en diagonal a una página con fotocopias de fotos pegoteadas de punks y vestimentas del estilo. Ahí sostienen lo que define al ser punk: «el activismo… como un movimiento contracultural de ruptura… antisocial porque ataca directamente a los dogmas, estereotipos impuestos por esta sociedad…» Allí se reclama la autenticidad que va de la mano del Hazlo Tu Mismo (HTM), es decir, el hacete cargo de lo que querés y tomá las riendas. Sostiene que la estética es un modo más de expresión y con ella, manifiesta la disconformidad contra toda forma de opresión.

Otra nota que merece apartado, diferencia al Copyright del «derecho de autor». Cuestiona al primero como una legislación que nació con el fin de proteger a un empresario de los otros, pero actualmente pervive como la defensa del empresario contra el potencial público, «ya que si partimos de que la génesis del saber es social -porque toda idea está directa o indirectamente influida por relaciones sociales- el uso debe permanecer social.» Además, plantea que la lógica «copia pirata = copia no vendida» no tiene nada de lógica, pues en al ámbito editorial, cuanto más circula una obra, más vende. «De ahí que quien lea una obra pirateada querrá regalarla (con lo cual estará pagando el «derecho al autor» Si no, al menos no habrá gastado dinero.»


Inzurrexion y Bicicleta (presosdelpoder@hotmail.com)

Dos grupos diferentes que comparten una revista de seis pliegos, mitad cada uno, con textos socioculturales.

Inzurrección trabaja el modo en que el mercado incorpora y asimila toda expresión a su alcance y las dificultades (por no llamar imposibilidades) para mantenerse al margen de la prepotente perspectiva de rentabilidad obligada. Propone formas comunitarias de relación social; publica una nota sobre la lucha para más vacantes en La escuela de música popular de Avellaneda y un listado de «… momentos flipantes».

Bicicleta, «un split-zine hecho por soñador@s» que buscan el modo de mostrar otros mundos dentro de este. Un nota sobre «Terrorismo poético» que propone formas de trastrocar el orden (como allanar viviendas para dejar objetos poético-terroristas en vez de robar, garabatear poemas en los baños del juzgado…) Postula un modo de ver el mundo desde otro costado.


Ahora es el futuro (ahoraeselfuturo@hotmail.com)

Un fanzine casi totalmente volcado a la política, Recopila artículos y trata, en profundidad, movimientos autogestionados de Argentina, Brasil, EE.UU., España y Uruguay.

Publican informes detallados de luchas populares e individuales con una seria contextualización: como la llevada a cabo por miles de pobladores de Esquel contra la explotación de oro en una montaña a siete kilómetros de la ciudad; o la entrevista a una de las protagonistas de «Renuevos», un microemprendimiento de talleres de oficio abierto a gente sin trabajo, donde pueden aprender a coser, zapatería, carpintería, herrería; unas páginas destinadas al hacelo vos mismo en materia de curaciones donde se explica la importancia del consumo de vegetales y frutas para la salud física y mental («Si no nos educamos para preservar nuestra salud, alguien surgirá para lucrar con nuestra enfermedad»); en otra sección tantean y describen diferentes colectivos de lucha cuyas claves coinciden en el interés por la autogestión, es decir, la autonomía y la acción directa, como llevar a cabo una huerta orgánica y textos de grupos anárquicos y combativos contra el sistema que quiere transformar la vida en parálisis.

De esta síntesis -injusta como cualquier elección- se desprende que todo fanzine invita, promulga, propone y provoca a la autoorganización e impulsa a la acción directa.

Señala voces inexistentes en los medios masivos de grandes presupuestos, demuestra el modo en que detrás de la desprolijidad y la imagen está el margen, un espacio donde muchos tiene qué decir. Y lo hacen.

Están ahí como fiel prueba de que quien tenga algo para decir y quiera hacerlo, no debe esperar el presupuesto de un diseñador, el capricho de una editorial ni el momento acomodaticio del mercado, sólo con ganas puede hacer oír su voz, tal vez diferente a la «políticamente correcta», lo que indica estética propia, probablemente escasa distribución y aún peor difusión.

Hay una gran variedad de publicaciones del estilo, sólo hay que acercarse a las galerías, a la Facultad de Filosofía y Letras (Puán y Pedro Goyena), a las ferias en plazas (Plaza de Mayo, Parque Centenario), etc. Cada una requiere una voluntad que envuelve a un grupo, un esfuerzo conjunto que va más allá y está más acá del rédito económico. Esto ya es motivo para apoyarlas, difundirlas y hacerse eco de la realidad que, aunque cueste verla, excede siempre al mercado. Siempre.


Notas:

1- Steimberg, Oscar: «El fanzine anarcojuvenil: una utopía del estilo» , Colección materiales de Ciencias Sociales, Secretaría de Publicaciones de Ciencias Sociales.

2- Nadia Presti, de «Maldito Domingo Gris zine, you’re not alone.»



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