«A Macri todo lo que tiene olor a popular y cultura le suena mal»
Tal como habían anunciado la semana pasada, docentes, talleristas y vecinos marcharon ayer por la tarde hasta el domicilio del jefe de gobierno porteño Mauricio Macri en repudio al cierre de talleres del Programa Cultural en Barrios dispuesto por el ministro de Cultura de la ciudad, Hernán Lombardi. «Están queriendo instalar que lo público es malo», denunció Daniel Conte, docente de teatro dentro del programa.
Los manifestantes comenzaron a agruparse alrededor de las 19, en la esquina de la avenida Libertador y Coronel Díaz. Recibieron algo sorprendidos los bocinazos de los conductores de los autos que circulaban por la venida, seguramente confundidos con la posible idea de una nueva protesta capitalina en apoyo a los propietarios de los campos, en conflicto abierto con el gobierno nacional.
De la jornada de protesta participaron talleristas, alumnos y vecinos de los barrios en los cuáles funcionaban, hasta hace poco, muchos de los talleres inscriptos en el Programa Cultural en Barrios, dependiente del GCBA. De esta forma, docentes talleristas y alumnos demostraron a lo largo de la marcha las actividades que realizan en esos espacios. Entonces, clowns, percusionistas, chicos y chicas en zancos, bailarines, acróbatas, pintores, actores y demás participantes daban muestra de ello desplegando muestras de sus disciplinas.
Los docentes y alumnos de los talleres piden la vuelta atrás de la medida del ministerio de Cultura de la GCBA de comenzar el ciclo lectivo 2008 con una baja de alrededor del 60 por ciento de los talleres, lo cual significa que de unos 1200 que había hasta diciembre del año pasado, unos 600 fueron cerrados.
Daniel Conte, docente de teatro hace 12 años en el Programa Cultural en Barrios, y vocero del sector, fijó así su posición con respecto a la medida del GCBA: «Esto que hace Macri es contra todos los vecinos y contra el programa, que está vigente desde 1984, con el objetivo de democratizar la cultura, para todos, gratuita. Ahora, si los vecinos quieren hacer talleres, deben pagar. Con los talleres, los vecinos se encuentran y producen juntos. Parece que para el ministro de Cultura Hernán Lombardi esto no tiene ningún valor, no importa, no sirve.«
La movilización de los talleristas (que trabajan en unos 37 centros culturales, desperdigados por toda la ciudad) había comenzado la semana pasada con el corte de calles en diversos barrios para protestar contra la medida. Tuvieron que volcarse a las calles porque habían presentado una nota con pedido de reunión en el ministerio, pero no los recibieron nunca, según informaron. Hasta el momento, llevan juntadas «más de 10 mil firmas, y vamos por las 15 mil», se entusiasmó Conte.
«Con el recorte, redujeron los salarios a unos 500 docentes en 70 por ciento» – contó a ANRed Conte – «A otros, directamente, les dieron de baja sus contratos, y todos estamos sin cobrar desde enero. Y tenemos los mismos salarios desde 1996. La cultura es de todos los vecinos, y esto no lo puede cambiar un gestor o administrador de una gestión de turno. Están queriendo instalar que lo público es malo«.
Alrededor de las 20 la manifestación fue llegando a las puertas del domicilio de Mauricio Macri, ubicado en Ortiz de Ocampo al 3100, en Palermo chico. Allí, fueron recibidos por una importante cantidad de agentes policiales que custodiaban la vivienda y vallas de seguridad.
Allí, luego de leer sus puntos de reclamos a través de los parlantes de la camioneta que acompañó la marcha, los docentes y alumnos de los talleres realizaron una muestra colectiva de cada una de las disciplinas que desarrollan en sus barrios.
Finalmente, los docentes anunciaron que se reunirían hoy en la sede del Centro Cultural Lola Mora (Río de Janeiro 946) en asamblea, para decidir nuevas medidas de protesta si el GCBA no da marcha atrás con sus medidas.
Anred también tomó testimonios de otras dos participantes de los talleres, en sus roles de docente y alumna, respectivamente:
Marina (docente tallerista de Literatura y Producción de texto y escritura en un centro cultural de Villa Luro): «Una semana antes de la inscripción, nos enteramos que se había suspendido el taller. Llamábamos al ministerio de cultura y nos avisaban que no iba a haber ningún recorte. Después, que sí. O sea, la información era muy confusa. Con esta medida se esta retrocediendo.
Creo que el gobierno de Macri hace esto porque los talleres no sólo son un lugar de generación de actividades, sino también de reunión de la gente, de mucha actividad, opinión, y trabajo social. Y es la salida laboral de mucha gente. A Macri todo lo que tiene olor a popular y cultura le suena mal.
Y es ínfimo el presupuesto que se destina al área de Cultura. Se hace todo a pulmón, con los aportes de la gente. El gobierno casi no les paga el sueldo a los docentes. No se entiende porqué Macri piensa que los docentes estamos robando, cuando cobramos 140 pesos por taller, por mes. Apenas se puede pagar los viáticos. Un docente tiene que hacer 5 o 6 talleres para llegar a fin de mes.»
Antonella (estudiante del taller de teatro que se hace en el centro cultural de Villa Luro): «En Villa Luro nos cortaron la posibilidad de seguir con el taller de teatro.
Esta actitud que tuvo Macri frente a los centros culturales es una actitud global, que tienen que ver con un recorte no solamente a los docentes y la cultura, sino también con una política general con la cultura. Vemos que se han cerrado el 60 por ciento de los talleres culturales.
Pero, además, no es aislado el hecho de que también se han enrejado todos los parques. Es sólo una muestra de todas las políticas culturales de recorte y aislamiento de las personas. Cualquier lugar de reunión, donde la gente intercambie opiniones sobre actividades que tiene que ver con el desarrollo de lo humano hoy están siendo jaqueadas desde un gobierno que viene llevando políticas que viene desde la época de Telerman e Ibarra.
Es una política que tiene que ver con el aislamiento, con tratar de separar cada vez más a la gente, para que no se pueda reunir ni intercambiar opiniones, y así poder llevar a cabo una idea y reflexión de qué están haciendo con nuestra creatividad y desarrollo como personas. Sabemos que a los gobiernos les importa que la gente no esté más informada, educada, desarrollada, para así poder gobernar de una manera más sencilla sin tener conflicto. Eso no va a pasar, porque estamos muchos de pie defendiendo estos espacios.
También es importante agregar que el gobierno ha mandado a patotas sindicales a cerrar con llave los centros culturales, para que ni siquiera se puedan dar los talleres gratuitos, como se propuso cuando nos enteramos del recorte.»