Nuevas agresiones a los trabajadores de la línea 60
Trabajadores de la empresa MONSA- linea 60- fueron brutalmente golpeados ayer en las puertas del Ministerio de Trabajo, donde habían sido convocados por los funcionarios y por la dirección de su organización sindical, la UTA, para discutir la situación de los 48 trabajadores despedidos. Después de las agresiones, debieron ser trasladados al hospital Ramos Mejía. Al mismo tiempo, el hijo de uno de los delegados es baleado en un intento de robo donde nada le sustrajeron. Días antes, en la cabecera de la empresa, en Ingeniero Maschwitz, varias personas ingresaron en un vehículo a los tiros, agredido a varios conductores y baleado un empleado. Los trabajadores evalúan posibles medidas de fuerza y hoy a las 15 horas realizarán una conferencia de prensa en el Ministerio de Trabajo (Alem 650)
Esta ya es la segunda agresión de la Unión Tranviaria Automotor (UTA) a los trabajadores nucleados en la empresa Microomnibus Norte S.A. (M.O.N.S.A.) que gestiona las líneas 60, 503, 204 y 430.
El 18 de febrero, en la base de la localidad de Ingeniero Maschwitz, cuando los trabajadores de la línea 204 discutían en asamblea una propuesta de UTA para la elección de delegados, ingresó en el predio una camioneta con integrantes del sindicato que estaban armados y comenzaron a los tiros. Una persona de vigilancia resultó herido por una bala que le rozó la cabeza. «Entraron con el permiso de la empresa, entraron y se fueron a los tiros» dijo Néstor Marcoline a ANRed. Luego de este episodio los trabajadores comienzan a recibir 48 telegramas de despido (38 emitidos por la empresa MONSA y 10 por la de «Línea 60 S.A.» que es la que controla las líneas 503, 204, 430 y 228, que si bien son los mismos dueños, son dos firmas diferentes).
Para tratarse la conciliación obligatoria y la situación de los despedidos los delegados asistieron ayer a una audiencia en el Ministerio de Trabajo, donde había varios integrantes de la UTA y un secretario de la cartera laboral. Allí se encuentran con que los argumentos presentados por el sindicato para encuadrar la conciliación referían a que la UTA no había declarado legal el paro y que los trabajadores habían tomado la empresa y tenido rehenes. En desacuerdo con esta versión de los hechos, los delegados Farella y Schvartzman se retiran de la audiencia y cuando llegan a la puerta del Ministerio, varios integrantes del sindicato comienzan a pegarles brutalmente, con golpes de puño y patadas, dejando a Schvartzman con pérdida del conocimiento. Muy malheridos, ambos fueron trasladados en ambulancia al Hospital Ramos Mejía.
A esto se suma un extraño episodio, cuando en el momento en que se realizaba la audiencia, un hijo de Farella fue víctima de un «intento de asalto». A pesar de tener una moto, no se la sustrajeron y fue baleado en una pierna. Farella ya venía siendo amenazado y por esto los delegados sostienen que «sin duda se trata de un hecho político, el robo no fue casual», según dijo Marcoline a ANRed.
Los integrantes del Taller de Estudios Laborales (TEL) expresaron en un comunicado que «la insólita impunidad con que se manejan los agresores -la misma que
aparece en otros conflictos gremiales- constituye una señal de alarma y merece el total repudio de organizaciones gremiales, entidades de derechos humanos, y del conjunto de la sociedad, así como una urgente intervención de las autoridades«.
Además señalaron que «resulta imperioso que el Ministerio de Trabajo explique cómo pudo ser posible semejante ataque a los delegados de la línea 60 en las puertas mismas del edificio donde funciona la Dirección de Relaciones Laborales, e impulse una eficaz investigación para identificar las personas que llevaron a cabo la brutal agresión y los intereses que se esconden detrás de la misma«.
Por todos estos hechos los trabajadores están estudiando si realizarán medidas de fuerza y darán una conferencia de prensa hoy viernes a las 15 horas en la puerta del Ministerio de Trabajo, en Alem 650 y luego irán al Ministerio de Derechos Humanos de la Nación.
Cabe recordar que la UTA también había agredido a los trabajadores del subte de Buenos Aires. En diciembre, mientras el cuerpo de delegados realizaba una asamblea en el hotel Bauen, se hizo presente una patota de la UTA, que entró por la fuerza e intentó agredir a los trabajadores allí reunidos y luego de las agresiones continuaron las amenazas sobre los delegados del subte. La UTA es uno más de los tantos sindicatos que en el último año comenzaron a recurrir con mayor asiduidad a la violencia física mediante el armado de patotas para limitar la organización de los trabajadores de base que no responden a las conducciones más burocráticas. El gremios de prensa, de los juegos de azar, metalúrgicos, docentes y estatales son solo algunos sectores que vienen sufriendo este tipo de agresiones.
Contactos
Néstor Marcolin, delegado de la línea 60: 15 6480-0700
Reproducimos comunicado de prensa del Taller de Estudios Laborales (TEL):
28 de febrero de 2008
Hace escasas semanas desde el Taller de Estudios Laborales (TEL) planteamos
públicamente nuestra profunda preocupación por una sucesión de hechos de violencia
de los que vienen siendo víctimas trabajadores en conflicto.
Pocos días atrás, en la cabecera Ingeniero Maschwitz de la empresa MONSA- Línea 60,
una vehículo con aproximadamente 20 personas ingresó a la misma y fueron agredidos
varios conductores y baleado un empleado. Los trabajadores repudiaron el hecho y
exigieron explicaciones a la empresa sobre el libre ingreso de esas personas. Una
retención de tareas que surgió espontáneamente en repudio a la agresión y a los
enormes problemas de seguridad en las unidades, fue respondida por la empresa con
cuarenta despidos.
Hoy los delegados fueron citados por el Ministerio de Trabajo y por la dirección de
su organización sindical UTA a una audiencia para discutir con la empresa la
situación de los despedidos.
Al retirarse los delegados Farella y Schvartzman de la audiencia, disconformes con
la forma en que se estaba manejando la misma, fueron brutalmente agredidos por
numerosas personas en las puertas mismas del Ministerio, en la avda. Callao, a
escasos cien metros del Congreso de la Nación, debiendo ser trasladados en
ambulancia al Hospital Ramos Mejía. A esto se suma un confuso episodio en el mismo
día, donde un hijo de Farella fue asaltado y baleado en una pierna.
Entendemos que la insólita impunidad con que se manejan los agresores -la misma que
aparece en otros conflictos gremiales- constituye una señal de alarma y merece el
total repudio de organizaciones gremiales, entidades de derechos humanos, y del
conjunto de la sociedad, así como una urgente intervención de las autoridades.
Resulta imperioso que el Ministerio de Trabajo explique cómo pudo ser posible
semejante ataque a los delegados de la línea 60 en las puertas mismas del edificio
donde funciona la Dirección de Relaciones Laborales, e impulse una eficaz
investigación para identificar las personas que llevaron a cabo la brutal agresión y
los intereses que se esconden detrás de la misma.
Desde el Taller de Estudios Laborales rechazamos con la mayor firmeza estos hechos
de violencia contra trabajadores en conflicto gremial. La historia reciente de
nuestro país no nos permite mirar para otro lado cuando hechos como el de hoy se
reiteran cada vez más y no llegamos a ver en las autoridades ni en el poder judicial
la respuesta imprescindible y eficaz a los mismos.