Encuentro por la dignidad, el coraje y la solidaridad de las mujeres
Ayer sábado 16 de febrero tuvo lugar en Parque Lezama el «Encuentro por la dignidad, el coraje y la solidaridad de las mujeres»que recordó y homenajeó las vidas de mujeres que lucharon contra la opresión y el mandato patriarcal. Ellas fueron denominadas «Las más dignas» en alusión a las pupilas de La Catalana, que el 17 de febrero de 1922 se negaron a servir al ejército asesino de obreros levantados en huelga en la Patagonia.
El 17 de febrero de 1922 las pupilas de La Catalana vieron llegar a las tropas del ejército argentino, asesinos de obreros de la Patagonia Rebelde, y enseguida supieron lo que harían: echarlos a escobazos. No querían ser cómplices de semejante horror y el grito de «Â¡asesinos!» fue su denuncia. A partir de allí ellas serían conocidas como las únicas dignas, las más dignas.
El último día de 1929 Raquel Liberman tuvo la valentía de denunciar la explotación que sufría en manos de la red de trata de mujeres judeo-polaca Zwi Migdal. Gracias a ello, 108 de los más de 400 proxenetas registrados en aquella sociedad que se declaraba de «socorros mutuos» fueron detenidos y procesados.
Sandra Cabrera tenía 33 años cuando recibió ese disparo asesino en la cabeza aquel 27 de enero de 2004. Activista de Asociación de Mujeres Meretrices de la Argentina (AMMAR), Sandra denunció la violencia de la policía de Rosario y su implicancia en la explotación de niñas y niños.
Edith Costa trabajó por los derechos de las mujeres y contra la explotación sexual. Clara y lúcida a la hora de exponer sus pensamientos, peleó contra ese monstruo que es la trata de mujeres, niñas y niños. Feminista y luchadora falleció el 17 de diciembre de 2006.
Todas ellas, las más dignas, fueron recordadas este sábado en una actividad coordinada por Puerta Abierta Recreando y Campaña Autogestiva Contra el Abuso Sexual Infantil en Parque Lezama.
En palabras de Raquel Disenfeld, una de las organizadoras, «estas mujeres con las escobas, con la denuncia, con la actividad gremial, con las acciones feministas, nos dan un ejemplo de coraje de solidaridad, de dignidad, del poder de vida. Han enfrentado a mafias, al «omnipotente» designio de muerte del patriarcado de los perpetradores, de los estamentos de poder que perpetúan y se benefician con la explotación de niñas y mujeres.»
«El ejemplo de sus vidas nos abren una puerta de esperanza en una sociedad, diferente basada en el apoyo mutuo mutua y despiertan el poder libertario y creativo que hay en cada una uno de nosotras y nosotros.»
Raquel destacó que en esta actividad también «nos solidarizamos con la búsqueda de las chicas desaparecidas por la redes de trata, con tantos familiares que buscan a las niñas y mujeres,con Susana Triamarco madre de Marita Veron quien liberó a 90 mujeres mientras buscaba a su hija, y con Julia Ferreira, madre de Andrea López, desaparecida en La Pampa.
«También con Claudia Acuña, periodista, editora del libro «Ninguna mujer nace para puta» procesada por Delito de Graffiti, grafittis que se realizaron en la presentación del libro y por investigar fueros contravencionales.»
Texto escrito por Edith Costa:
El problema del consentimiento en el tráfico de personas
Controversias: los debates sobre la migración forzada de personas en Viena enmascara la posibilidad de legalizar la esclavitud como forma de trabajo.
Desde 1999, setenta y siete países se reúnen en la sede de Naciones Unidas de la ciudad de Viena (Austria) en una convención sobre el crimen transnacional. El propósito es la presentación de un proyecto de protocolo que modifique el anterior existente sobre tráfico de personas. Para alcanzar el objetivo de este protocolo debiera hacerse una separación entre la noción de trafico de personas con fines de explotación sexual del tráfico de personas con fines de explotación laboral.
Las definiciones de tráfico, tal y como están contenidas actualmente en el presente proyecto de Protocolo (26 de Enero) entremezclan el tráfico sexual y el tráfico con fines de explotación laboral, en realidad son dos situaciones diferentes.
Existen numerosos factores que pueden conducir a mujeres y niñas/os a ser explotados sexualmente y que no responden en todos los casos a situaciones de coacción o de fuerza, historia de abusos sexuales, de prostitución en el país de origen, presiones familiares, de desigualdades de género y situaciones de pobreza. El consentimiento, en consecuencia, es irrelevante en este caso específico de tráfico.
En el tráfico de personas con fines de explotación laboral las nociones de forzamiento o de coacción son centrales. «Explotación laboral» es una expresión similar a «trabajos forzados» donde la coacción es la base de la definición de este tipo de trabajo.
Si los gobiernos permiten que el consentimiento sea una exención en el tráfico sexual convalidan así el reconocimiento de la prostitución como trabajo y del proxenetismo como una actividad empresaria más.
Una definición válida de tráfico para la explotación debería incluir la expresión «con o sin consentimiento de la víctima».
Hasta aquí la polémica en Viena. A nuestro entender, estas discusiones esconden que tanto el tráfico con fines de explotación sexual o de explotación laboral hablan de la condición del ser humano como mercancía dentro de la concepción capitalista. Las personas transportadas en contenedores para trabajar como esclavos, el lucro sindical y empresarial con la vida de los trabajadores de la construcción, la xenofobia contra los trabajadores migrantes, el tráfico de mujeres paraguayas y dominicanas para ser explotadas en prostitución tienen un común denominador: un sistema que lucra con la degradación y muerte de las personas.
Contacto: mujereslibres@hotmail.com
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