18/02/2008

«Las dos caras de una misma moneda»

La crisis habitacional que viven actualmente muchas familias en Argentina no es un problema nuevo. Tanto en el siglo pasado como en el actual obtener un lugar digno donde vivir significó luchar y enfrentar todo tipo de hostigamiento. La solución fue organizarse y tomar los espacios negados ya sea por el negocio inmobiliario o por la falta de política habitacional de los sucesivos gobiernos.


Situación en Ciudad de Buenos Aires

Hace 100 años miles de inmigrantes y criollos vivían hacinados en conventillos de la ciudad de Buenos Aires. Esa situación se agravó con los abusos en el precio de los alquileres, lo cual derivó en la histórica huelga de inquilinos. Fue la primera lucha social masiva del siglo pasado.

Actualmente, la problemática de la vivienda sigue siendo un tema no resuelto para gran parte de la población. «A partir de la crisis del 2001-2002 la relación entre el poder adquisitivo de los salarios y el valor de los inmuebles se amplió. En la Ciudad alrededor de 325.000 familias son inquilinos y viven con la preocupación de que los contratos de alquiler tienen generalmente en cuenta el efecto inflacionario», explica la Unión Argentina de Inquilinos (UAI) en un informe. Esto implicaría que ante la suba inmediata de precios en productos o bienes, también hay aumentos en las rentas.

«Del total de inquilinos-continúa la reseña- en la Capital Federal , 256.000 familias viven en departamentos, mientras que solamente 30.000 familias alquilan casas; y debe considerarse que el grueso de estas familias pertenecen a los sectores medios y medios bajos. En casi todos ellos es observable que existe un desfasaje entre la evolución de sus ingresos y el crecimiento del monto de los gastos de alquiler que se van duplicado con la renovación de cada periodo contractual.»

Según datos de la Coordinadora de Inquilinos de Buenos Aires (CIBA), los desalojos en la Ciudad en 2007 crecieron entre 72 y 142 por ciento en relación a 2006, lo cual significa que unas 25.000 personas fueron echadas a la calle. En cuanto a 2008 no se ve muy auspicioso el panorama si se estima que la cifra puede llegar a duplicarse.

Una de las causas para tal fenómeno de acuerdo con CIBA reside en el «boom» inmobiliario que vive hoy la Ciudad. El negocio de la compra y venta de inmuebles crece a medida que el turismo avanza y exige más hoteles, más restaurantes, más shoppings, más, más, más…

Las constructoras e inmobiliarias acrecientan día a día su capital al invertir en barrios como Palermo o San Telmo. Aumenta el precio de las propiedades y los contratos de alquiler no se renuevan, ya que es mejor tener a un turista o a un estudiante extranjero que a una familia de más de 4 miembros. O mejor aún, vender la propiedad a una cadena de hoteles. El precio del metro cuadrado lo determina todo. Hasta que se eleve el precio de inquilinatos y casillas de villas donde van las familias desalojadas.

Otra de las causas se debe como ya se mencionó a la diferencia abismal entre los ingresos que percibe una familia promedio y el costo de bienes y servicios relacionados a la vivienda. Lejos, inaccesible, inalcanzable, quimérico, y todos los sinónimos de la palabra difícil que podamos imaginar. Acceder a los créditos hipotecarios que ofrecen todos los bancos es un despropósito teniendo en cuenta el nivel de ingresos actual. «De acuerdo con un estudio del Banco Ciudad, para un 3 ambientes de 55m2 en Caballito, cotizado a U$S 900 por metro, el ingreso requerido trepa a $2.600, con un anticipo del 30% equivalente a $ 43.000. Por el saldo ($100.485), la cuota mensual a 20 años sería de $1.030. Siempre de acuerdo con el banco, un alquiler por ese mismo departamento hoy rondaría los $ 800 por lo que, se hace evidente, que muy pocos están en condiciones de acceder a estos requerimientos. Ni que hablar de un departamento de 90 m2 en buen estado de conservación ubicado fuera de la zona sur de la ciudad cuyo valor no baja de los $ 300.000: esta familia debería tener ingresos superiores a los $ 7000 mensuales para poder acceder a los créditos hipotecarios que ofrece el mercado local, incluidos los bancos oficiales». Así lo especifica en un informe de diciembre de 2007 el Foro Permanente por el Derecho a la Vivienda Digna.

Decíamos líneas arriba que el 2008 no se presentaba fácil para obtener una respuesta a esta problemática. Mauricio Macri, actual Jefe de Gobierno de la Ciudad , quien había prometido en su campaña, que iba a «erradicar» las villas 31 y 31 bis – «territorio que al parecer están disputando la administración de Puertos, el Onabe y Repsol YPF» ( La Nación 14-10-07)- ; y es en este sentido que una de las primeras medidas de Macri fue asignar a funcionarios del gobierno de la ciudad en cada una de las villas, que están elaborando diagnósticos sobre la situación de las mismas.

La situación se hace cada vez más complicada en la ciudad de Buenos Aires. Las primeras medidas fueron: órdenes de desalojo para la Villa 21-24 (Barracas), Villa 31 y 31 bis, para la toma del Barrio de Lugano; en Zavaleta, cooperativas enmarcados en la ley 314, Conflicto con los centros culturales que les exigen demasiados requisitos para ser habilitados, numerosos trabajadores y trabajadoras públicos del gobierno de la ciudad han sido despedidos.

Situación en provincia de Buenos Aires

No menos desesperante es la situación en el conurbano bonaerense. En 2006 un informe de Info-Hábitat, el equipo de investigadores geográficos de la Universidad Nacional de General Sarmiento (UNGS), determinó que en la provincia de Buenos Aires desde 2001 se habían triplicado las villas en 24 distritos del conurbano, concentrando allí el 85 por ciento de los asentamientos de emergencia que tiene la provincia. De 385 asentamientos registrados durante el censo 2001 se pasó a más de 1.000 y de 638.657 habitantes registrados, pasó a duplicarse llegando a 1.144.500 los que residían en asentamientos.

El 2007 no trajo mejoras. El famoso «megaplan» habitacional anunciado por el ex gobernador Felipe Solá y el ex presidente Néstor Kirchner para la construcción en dos años de 43.000 viviendas no fue cumplido y una vez más el Estado no dio ni da respuestas a la situación.

El 2008 empezó con buenas y malas para las familias que buscan un lugar donde construir sus viviendas dignamente. Una treintena de familias organizadas en el movimiento de trabajadores UTP -en el FOL- fueron desalojados del predio que ocupaban en zona norte, más precisamente en Escobar, en el cual habían depositado sus sueños hacía pocos meses. La justicia ordenó el 14 de enero que las familias se vayan del terreno que desde el 27 de octubre habían ocupado no sólo para habitarlo, sino también para desarrollar un proyecto cultural, productivo, deportivo y de salud para el barrio. El predio está abandonado desde hace 40 años y la toma de los terrenos surgió básicamente por la necesidad de varios de los vecinos que estaban pagando alquileres que ya no podían costear o directamente lo que tenían de ingreso ya no les alcanzaba para sobrevivir. Muchos son desocupados que tienen trabajos precarios: cartoneros y changarines.

En la zona Oeste, más precisamente en Moreno, un grupo de 220 familias sin techo, esta sufriendo el acoso de las fuerzas policiales y municipales.

En la zona sur, en Almirante Brown un grupo de 200 familias fue desalojado , 20 familias acampan al costado del predio esperando solución. En Quilmes un grupo de familias en su mayoría organizadas en torno al comedor comunitario «Los Kilmesitos» del Frente Popular Darío Santillán ocuparon el 6 de enero un predio interno del barrio la IAPI en Bernal de aproximadamente dos manzanas, donde ya construyen sus viviendas. «El único modo de conseguir una casa en la IAPI es este, acá no hay planes de vivienda, casi no hay agua, no hay cloacas y los gobiernos no hacen nada por la gente del barrio», dijo Fabián Guzmán a Prensa De Frente.

El predio, que en los ’80 funcionó como depósito de las curtiembres cercanas, estaba en desuso desde hace más de una década, y supuestamente está destinado a montar un «espacio verde» en el barrio. El contexto, de casas donde las familias viven de a tres generaciones hacinadas, y la infraestructura absolutamente deficitaria, tornan irrisoria esa posibilidad.

Muchos de los pobladores tienen sus familias maternas y paternas en los alrededores de la toma de tierra, lo cual facilita la llegada de agua, alimentos y algunas chapas para construir. También en Quilmes 250 familias que ocuparon el predio llamado Emporio del Tanque esperan soluciones.

En este marco y con el fin de resolver esta situación en Quilmes varias organizaciones trasladan a las autoridades sus demandas y piden audiencia a los intendentes para que escuchen sus propuestas solicitando que el municipio se declare en emergencia habitacional, luchando para que el derecho a vivir dignamente sea más fuerte que los intereses económicos.

Fuentes:

 Periódico Tierra para Vivir:

Tierras para Vivir Nº 1

Tierras para Vivir Nº 2


 ANRed

https://www.anred.org/article.php3?id_article=2432


 Prensa de Frente:

http://www.prensadefrente.org/pdfb2/index.php/a/2008/01/13/p3434


 Unión Argentina de Inquilinos

E-mail: info@inquilinos.org.ar

Website: www.inquilinos.org.ar



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