Casino: Nueva marcha luego del desalojo del corte
Cerca de doscientos trabajadores se movilizaron el lunes a la noche a las inmediaciones del Casino de Puerto Madero en reclamo por la reincorporación de la centena de despedidos. Un grupo de ellos pasó la noche allí, delante de un enorme operativo que incluyó efectivos de Prefectura e Infantería. Fotos de Contraimagen – Rodrigo W.
Puerto Madero se encuentra completamente militarizado ante el avance de los trabajadores, que llevan adelante un conflicto de más de 60 días en reclamo por la reincorporación de los despedidos, y se incrementó la presencia de efectivos ante la noticia de arribo de asambleístas de Gualeguaychú, que realizarán una protesta en el Puerto.
En el día de ayer, la Prefectura junto con la Infantería desalojó el corte que mantenían en el acceso al Casino, obligándolos a replegarse hasta las inmediaciones de la Facultad de Ingeniería, en la esquina de Ingeniero Huergo y Estados Unidos, donde durante toda la tarde se desplegó un operativo de cerca de 100 efectivos de Infantería con carros hidrantes. Más tarde, en una asamblea, los trabajadores decidieron volver y se ubicaron en el límite del cerco del operativo de Prefectura.
Los trabajadores del Casino denunciaron permanentes intimidaciones y amenazas por parte de las fuerzas represivas, no sólo en las inmediaciones del Casino sino también en Plaza de Mayo, donde un grupo de trabajadores se mantiene encadenado a la Catedral Metropolitana.
Uno de los trabajadores, en diálogo con ANRed señaló que «se trata de un operativo inusual, con gran cantidad de efectivos, incluso por momentos excesiva para la cantidad de personas que asistían a una actividad. Intentan mostrar hasta donde pueden llegar». Esta carga inusual resalta la importancia política del conflicto, que se muestra como uno de los más sostenidos en el tiempo.
La moral de los trabajadores y trabajadoras del Casino es notable, con asambleas multitudinarias y muy animadas, en parte por la corta edad de la mayoría de ellos. También resaltaron que, más allá de la habitual línea de la cobertura mediática, cuentan con bastante apoyo popular «sobre todo por el descrédito de ciertas medidas, como la represión y el traslado en botes de apostadores».
Por otro lado, señalaron las dificultades de la empresa para desacreditar el conflicto diciendo que son pocas personas las que protestas. En un conflicto con muchas actividades -que por momentos genera dispersión- hay un número importante de trabajadores/as en cada uno de los puntos de confluencia, además del importante apoyo de organizaciones sindicales, sociales y políticas. Mientras tanto, la empresa se mostró imposibilitada de prestar un servicio normal, ya que no logra reunir la cantidad de trabajadores necesaria para ponerlo en marcha.
Fotos de Contraimagen – Rodrigo W.