Músicos Organizados repudia violaciones y abusos sexuales en el mundo del rock
Difundimos comunicados:
Músicos Organizados
Con motivo de abusos sexuales, en el ámbito del rock, muchas chicas se vieron en la necesidad de sacar a la luz sus testimonios y por ende, a organizarse para poder hacer frente no sólo a sus abusadores sino también a sus cómplices. Desde marchas al Obelisco, hasta la creación de grupos en las redes como «Víctimas de Cristian Aldana» o «Basta de abusadores y violadores en el rock y en todos lados«, fueron algunas de sus expresiones.
La estigmatización de las víctimas puede encontrar su locución, no sólo en las funestas comisarías u otras instituciones putrefactas sino también entre los propios colegas, «músicos del palo»: quienes menos sensibilidad han mostrado o directamente se encargan de quitarles el micrófono a las víctimas son algunos de aquellos músicos «consagrados» que han dejado el under. Esto en clara señal de complicidad con los acusados (y otros cómplices) pero también como una forma de cuidar su kiosco. Un caso emblemático fue el de Andrea Alvarez, quien pasó de una pasividad cuando se le pidió su apoyo, a un ataque directo a las víctimas, menospreciando su lucha porque, según la baterista, la palabra «rock» no debería estar en la consigna.
Su preocupación (y la de muchos otros reaccionarios) «en el nombre del rock» puede estar a salvo: quienes han armado el grupo «Basta de abusadores…» se identifican con ese ambiente, ya sea como músicas trabajadoras o como espectadoras y, es que tanto lo valoran que no quieren estas injusticias en él. No cabe aquí detallarse en más explicaciones porque es evidente que las chicas nunca adjudicaron al rock estos problemas (ni la exclusividad de ellos en él). Con el mismo sentido de la «crítica», la existencia de luchas de la juventud, o de los docentes, etc., sería afirmar que la juventud o la docencia pueden llevar por malos senderos.
Este y muchos otros ataques llevan a una doble estigmatización: la que las estigmatiza como mujeres (relacionando al abuso con la personalidad de la víctima o su adicción a las drogas) y la que va en calidad de músicas del under, basureando (incluso expropiando ideológicamente) su lugar de trabajo o ambiente de recreación, alegando más trayectoria y tradición.
La solidaridad con estos movimientos de lucha, debe ocurrir esclareciendo este doble componente de la opresión. «Mujer y trabajadora» suena más fuerte que nunca y como Músicos Organizados saludamos la gran batalla que están librando.
Alfred MO (Músicos Organizados)