21/07/2015

Informe del Colegio Fonoaudiologos La Plata: Empleados de call centers enfermos por problemas en la voz

Reproducimos:

CADA VEZ MAS, LOS EMPLEADOS DE CALL CENTERS TERMINAN ENFERMOS POR PROBLEMAS EN LA VOZ

Decenas de llamados por hora, escaso tiempo para descansar y alto niveles de estres, constituyen una fórmula que complica cada vez más a los trabajadores de centros de atención telefónica de empresas públicas o privadas. Según un informe del Colegio de Fonaudiólogos de La Plata, la sobrecarga del uso de la voz representa el 20 % de las enfermedades oficialmente registradas por el Sistema de Riesgo del Trabajo. Por eso, la entidad que agrupa a los fonoaudiólogos de la Regional La Plata advirtió sobre el riesgo que corren las personas que trabajan como telefonistas en centros de telecomunicaciones, comúnmente denominados «call centers», y reclamó mayores controles y monitoreos por parte de los empleadores. Hace poco, la Justicia avaló una demanda de una «telemarketer» y obligó a la empresa contratante a pagar una indemnización de 200 mil pesos a una ex empleada.

«Las consecuencias de la exposición la sobrecarga del uso de la voz impactan sobre la salud del trabajador pero también sobre la calidad de los contenidos comunicados, que se traducen en que el cliente receptor reciba menor cantidad de palabras, volúmenes disminuidos y mala articulación», explicó Claudia Díaz, integrante de la Comisión de la Voz del Colegio.

Las alteraciones de la fonación comprenden desde la dificultad para producir sonidos al tratar de hablar, hasta cambios en el tono o calidad de la voz, que puede sonar débil, excesivamente velada, chillona o ronca.

Para evitar o atenuar esta alteración, la profesional recordó que la normativa vigente en nuestro país «contempla una variable para definir la exposición al riesgo de sobrecarga de uso de la voz al determinar que hay una exposición cuando el tiempo de trabajo supera las 13 horas semanales».

Díaz aseguró que en estos casos las acciones preventivas «son limitadas si sólo se enfocan en reducir el tiempo de trabajo vocal y nada más, al tiempo que entran en conflicto con los intereses y necesidades económicas de las empresas que dan este servicio».

«La fatiga vocal es la disminución de la capacidad fonatoria en extensión y duración del tiempo de la palabra como consecuencia de la pronunciación durante un período prolongado o excesivo», sostuvo Díaz.

Recomendó que ante la aparición de los primeros síntomas de sobrecarga de uso de la voz «se deberá consultar inmediatamente a un profesión de la Fonoaudiología «para conseguir un enfoque más completo y eficaz de la prevención que nos permita modificar el origen que predispone al problema».

Díaz explicó que «existe un límite fisiológico que es propio de cada individuo y que es necesario conocer para poder determinar qué nivel de riesgo tiene por altos volúmenes de llamadas».

La especialista platense sugirió a las empresas que se dedican a esta actividad «la entrega de guías de cuidados y recomendaciones vocales para sus empleados» y calificó como «significativo para el éxito preventivo una acabado conocimiento de las variables funcionales que protegen la voz como así también aquellas que la afectan».

«Además la educación y el entrenamiento fonatorio previo a comenzar a trabajar son claves e ineludibles para un trabajo de alta demanda vocal y del habla».
La fonoaudióloga dijo que es de suma importancia que este entrenamiento «esté a cargo de un fonoaudiólogo especializado que conoce la alteraciones fisiológicas y anatómicas que producen las malas condiciones laborales por tiempo , sobresfuerzo , mala postura y otras condiciones de trabajo desfavorables».

La Superintendencia de Riesgos del Trabajo fijó en el listado de enfermedades profesionales la atención que deben recibir los trabajadores por disfonías derivadas de la sobrecarga del uso de la voz y en un Protocolo sobre Disfonías estableció para esta patología la intervención de una profesional en Foniatría y el reposo de la voz como parte importantes del tratamiento de rehabilitación.

Hace un mes, una Cámara laboral porteña ordenó indemnizar con 200 mil pesos más intereses a una trabajadora «telemarketer” de una empresa de medicina prepaga que sufrió daños en su salud, entre ellos una disfonía grave, por atender hasta 200 llamados diarios en condiciones laborales inhóspitas.

La Sala novena de la Cámara, con las firmas de los jueces Roberto Pompa y Alvaro Balestrini, dispuso la condena a raíz de la «enfermedad profesional imputable al desempeño de las tareas denunciadas”.

La Plata, 21 de julio de 2015

fonoaudiolaplata@gmail.com



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