24/10/2007

¿Un juicio público?

esma-justiciaya-2.jpgLa semana pasada se inició el juicio contra el represor Héctor Antonio Febres. El Tribunal Federal Oral 5, que lo juzga, prohibió el ingreso de las cámaras televisivas así como de grabadores- lo que impide la difusión del proceso por radio. La querella unificada de Justicia YA solicitó que se permitiera el ingreso de las cámaras para terminar con el ocultamiento que reviste a los crímenes cometidos durante la dictadura.


Antes de que se diera inicio al desarrollo previsto para la segunda audiencia del juicio a Hector Antonio Febres, Myriam Bregman, una de las integrantes de la querella, realizó una petición al tribunal. Este pedido hacia referencia al carácter público de la instancia judicial:«Para que se obtenga un alcance de lo que aquí se debate, ya que estos juicio son seguidos masivamente por la población, solicitamos que se permita el ingreso a los medios televisivos».

El tribunal denegó el pedido reforzando la decisión que ya se había adoptado en un inicio. Es la Policía Federal Argentina quien esta tomando el registro de todo el proceso.
Prohibidas las cámaras de fotos, las filmadoras y los grabadores.

«La oralidad no sólo creaba la transparencia necesaria para el proceso judicial y aceleraba los tiempos, sino que además generaba una puesta en escena específica para el juzgamiento. Las audiencias orales reunían en un tiempo y un espacio determinados a todos los actores concernidos por el juicio: los fiscales, los abogados defensores, los jueces, los testigos y, en algunos casos, los acusados. Y las acciones se desarrollaban ante un público presente», trazaba Claudia Feld una descripción sobre lo público del juicio a las Juntas Militares de 1985, esbozo que sirve para explicar la necesidad de la publicidad en todos los procesos judiciales contra quienes perpetraron el genocidio en la Argentina.

«Se prohibió el ingreso de periodistas con cámaras- fotográficas, cinematográficas o de video-, con micrófonos o con grabadores, y dispuso la presencia de cuatro fotógrafos oficiales que distribuirían las imágenes que obtuviesen a los distintos medios y agencias periodísticas», agregaba Feld sobre el juicio a los Comandantes. Sin embargo, en el actual proceso contra Febres- aunque se mantienen las prohibiciones- no hay una difusión de las imágenes de lo que pasa dentro de la sala de Comodoro Py.

Aún así el juicio al ex prefecto es grabado, quienes toman los videos son integrantes de la Policía Federal Argentina, y no, del Canal Oficial como ocurrió en 1985 o, hasta hace unos pocos días, en el juicio contra el ex capellán de la Policía Bonaerense Christian Federico Von Wernich.

Desde Justicia YA!, se preguntaron: «¿Un juicio público?»



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