El juicio Vesubio II dio comienzo el jueves 13 de febrero
Reproducimos
Comienza el juicio VESUBIO II
RODEEMOS A LOS TESTIGOS, VAYAMOS A LOS JUICIOS,
MOVILICÉMONOS CONTRA LA IMPUNIDAD DE AYER Y DE HOY.
Este jueves 13 de febrero de 2014 a las 9.30, en la sala AMIA de los tribunales de Comodoro Py, comienza el segundo juicio oral por delitos de lesa humanidad ocurridos en el centro clandestino El Vesubio.
El campo de concentración Vesubio, ubicado entre el Camino de Cintura y la Autopista Riccheri empezó a funcionar en agosto de 1975, más de seis meses antes del golpe genocida del 24 de marzo de 1976. En ese momento, lo llamaban «La Ponderosa”. Después de que los militares se hicieran con el control del aparato estatal, se lo empezó a designar «El Vesubio”.
El caso particular del CCD «El Vesubio” es una muestra del plan sistemático que concretó la última dictadura militar. Fue el plan genocida ejecutado por la dictadura militar (trazado por las clases dominantes y el imperialismo) para arrancar de cuajo, exterminando sistemáticamente, a las fuerzas antimperialistas y revolucionarias.
En particular, en EL VESUBIO, comienza a funcionar en mayo del ´75. Ya contaba con víctimas, entre los que se contaban nuestros camaradas Kossoy y Estevao durante el gobierno de Isabel Perón.
Hacia fines del ´77, nuestro partido «“que para ese entonces se llamaba Vanguardia Comunista (VC)- formaba parte del movimiento que iniciaba las rondas de Plaza de Mayo y se reunía en la Iglesia de Santa Cruz, aquel que juntó el dinero para publicar la primer solicitada por los detenidos desaparecidos. Es aquí, precisamente, donde se produce el secuestro, comandado por Astiz «El Infiltrado», a Azucena Villaflor de De Vincenti, del total de los once desaparecidos en aquella oportunidad, cinco pertenecían a nuestro partido. Entre las Madres estaban, Esther Balestrino de Cariaga y María Eugenia Ponce de Bianco, las dos monjas francesas Alice Domon y Leónie Duquet, los dos activistas Remo Berardo y José Julio Fondeville, y entre nuestros camaradas figuran Angela Aguad de Genovés, Raquel Bulit, Patricia Oviedo, Gabriel Eduardo Orane y Horacio Elbert.
En el año 78, la dictadura que venía arremetiendo con toda su furia contra las fuerzas revolucionarias desde el 24 de Marzo del 76, acusa de instigadoras de la «guerrilla fabril” a las distintas organizaciones políticas, sociales, gremiales estudiantiles, culturales, etc. Contrarias al plan de entrega y miseria que se pretendía implantar. Es por entonces donde se produce el descabezamiento del partido, son secuestrados y llevados (la mayoría de ellos) a EL VESUBIO para aplicarles prolongadas torturas, someterlos a condiciones y vejámenes permanentes, rutinas comunes a todos los campos de concentración, para finalmente, en la gran mayoría de los casos desaparecerlos.
Contra la impunidad de ayer y de hoy
La desaparición de Julio López y el asesinato impune de Silvia Suppo son las formas que adquiere la continuidad, en forma clandestina, de la venganza de los genocidas y la presión para detener los juicios contra ellos, a la vez que intentan sembrar el miedo entre los testigos llamados a declarar. No lo lograron ni lo lograrán. Llamamos a no ceder un milímetro a la presión del gobierno y consortes para diluir los juicios a los genocidas.
El Gobierno K que alardea con ser el defensor de los DD.HH. cobija esta impunidad día tras día al no echar mano a los archivos a los que solo ellos tienen acceso y deja intacto el aparato represivo. Intentó por año ponerse la careta de los DD.HH. con estos juicios (avance alcanzado solo y únicamente por la presión popular) y echa a andar al aparato represivo legal contra los trabajadores, estudiantes y dirigentes sindicales y sociales hasta llegar hoy, a asignar a un Milani al frente del ejército, pretender «resignificar la memoria” con el proyecto de desguace del Casino de Oficiales en la ESMA, y tener al «Super Ministro” Berni preparado para aterrizar con toda la parafernalia represiva frente a cada reclamo popular; en un año donde la contracara del ajuste es la represión; y la respuesta de los trabajadores y el pueblo debe ser la de enfrentarlos.
RODEEMOS A LOS TESTIGOS, VAYAMOS A LOS JUICIOS, MOVILICÉMONOS CONTRA LA IMPUNIDAD DE AYER Y DE HOY
no transar
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