22/10/2013

La Plata. Martes 22/10, 18hs.: Charla-debate en la UNLP sobre el «Argentinazo y lucha de los trabajadores contra Clarín»

Difundimos la siguiente actividad:

DEBATE: ARGENTINAZO Y LUCHA DE LOS TRABAJADORES CONTRA CLARÍN

Martes 22/10, 18:00

*PABLO LLONTO: Delegado despedido de Clarín en el «™91. Autor
de la «La noble Ernestina”. Profesor de PDI en la FPyCS.

*PATRICIO ESCOBAR: Realizador del documental «La crisis causó
dos nuevas muertes”, integrante de la asamblea popular de
Parque Lezama en 2001.

*ARIEL BORENSTEIN: Delegado despedido de Clarín en el 2000
y dirigente del nuevo MAS.

*GUSTAVO BRUZOS: Delegado despedido de Clarín en el 2000,
integrante del colectivo de trabajadores de prensa y delegado
actual de ESPN

*GUSTAVO PANDO: Delegado paritario Clarín – Olé 2013

La democratización de los medios ha sido eje de debate en los últimos años alrededor de la disputa entre Clarin y el kirchnerismo, devenido en abanderado del discurso antimonopólico (aunque solo mediático), después de 5 años de convivencia pacífica entre 2003-2008.

Lo primero a señalar es la actitud repulsiva de la oposición de derecha de alinearse con el Grupo Clarín, haciendo propia la causa de este pulpo, uno de los grupos económicos más importantes de la Argentina y un actor político decisivo y con intereses propios. Repasamos: Clarín fue sostén de la dictadura militar, en retribución por la operación Papel Prensa; apoyó a Alfonsín y luego contribuyó a voltearlo; se benefició con el menemismo (que le permitió constituirse como multimedios, nada menos) y luego promovió la Alianza; sostuvo a Duhalde en 2002 (inolvidable por lo canalla que fue el título de tapa «La crisis causó dos nuevas muertes” cuando mataron a Kosteki y Santillán) y a cambio recibió la ley de «protección a industrias culturales” que impidió que fuera controlada por sus acreedores externos. Finalmente, fue gran socio político de los Kirchner»¦ hasta 2008, cuando comenzó la guerra entre ambos en el marco del conflicto con las patronales del campo. Un buen resumen de esta sociedad lo hace el académico Martín Becerra: «Era una relación de mutua complacencia, donde los beneficios que obtuvo Clarín son profusos: renovación de licencias audiovisuales en 2004; prórroga automática de licencias en mayo de 2005; controvertida fusión de Cablevisión y Multicanal en diciembre de 2007; disposición presidencial de acompañar mansamente el negocio de Papel Prensa, condonación de deudas previsionales y fiscales, etc. Clarín pagó esa deferencia con la docilidad editorial de sus medios y de sus principales periodistas hasta 2008”

Lo que importa entender es que la cruzada de Clarín es por sus propios intereses, no por la «libertad de prensa” (que esgrime de manera conveniente y deshonesta, ya que lo que existe es una dictadura de mercado que deja fuera del juego a infinidad de sectores que no tienen capacidad económica para erigirse en actores del panorama de medios), y que la cruzada anti Clarín del kirchnerismo sólo fue tal desde hace unos años, no desde el primer momento. ¿Los K tardaron cinco años en darse cuenta del negociado de Papel Prensa, de la condición monopólica del grupo y de su grosera manipulación de la agenda periodística? No, fue todo pragmatismo: mientras eso funcionó a favor, se hacía la vista gorda; cuando cambiaron de bando, se le descubren todas las miserias.

En verdad, la verdadera y consecuente oposición al carácter nefasto del Grupo Clarín vino de los trabajadores de prensa, asociaciones civiles, medios pequeños y simples usuarios que, en particular desde 2001, denunciaron el rol siniestro de los grandes medios, incluido Clarín. La famosa frase «nos mean y la prensa dice que llueve” es de esa época, cuando a los Kirchner nadie les conocía la cara y menos su postura «antimonopólica”. Fue ese sector el que impulsó durante años una nueva ley de medios, reclamo sobre el que el kirchnerismo se montó y del que se apropió a su manera y para sus fines, construyendo legitimidad a su favor y generando expectativas en todo un sector de la población que veía con buenos ojos estas banderas.

Pero trabado con entuertos judiciales, las promesas del kirchnerismo se evaporaron antes de hacerse realidad, y dudamos que se concreten ahora, después de la derrota electoral, donde el gobierno viene tomando una serie de medidas marcadas por la agenda de la derecha y cada vez más alejadas de las promesas de desmonopolización.

Por eso, llevar adelante estas demandas anti monopólicas, y en ese camino, poder darle voz a los grandes sectores de la sociedad que ven a la comunicación como un derecho a la libre expresión y no como un negocio, dependerá de la lucha y la movilización de los sectores implicados, en primer lugar los propios trabajadores de prensa, que han dado grandes pasos en la organización, a pesar de las persecuciones de las patronales, con una lucha histórica al comienzo de este año por las paritarias; pero también de asociaciones civiles, de usuarios y la amplia mayoría de consumidores de medios que no se sienten representados por los medios gorilas ni por el discurso K, y que no tienen el menor interés en soportar la presencia asfixiante, monopólica y antidemocrática de unos»¦ o de otros. En ese sentido, creemos que la perspectiva debería ser luchar para que una creciente cantidad de medios pase a manos de los trabajadores y sus organizaciones, independientes tanto de las empresas privadas como del estado capitalista.

Facultad de Periodismo y Comunicación Social – UNLP

diagonal 113 y 63, 1900 La Plata



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