Prisión perpetua para Von Wernich
A pesar de que la Fiscalía había pedido que se condenara a Christian Federico Von Wernich por seis asesinatos, el Tribunal encabezado por Carlos Rozanski lo declaró culpable de los homicidios de los militantes secuestrados del denominado «Grupo de los siete» así como entendió que fue partícipe necesario en el secuestro y aplicación de tormentos, delitos cometidos en el marco del genocidio realizado en la Argentina entre 1976 y 1983. Cumplirá su sentencia en la unidad dos del Penal de Marcos Paz.
La querella unificada de Justicia YA! había exigido en los alegatos que se condenara al cura favorito del general Ramón Camps a prisión perpetua en cárcel común y ordinaria y que se modificara la calificación por la que había sido elevado a juicio. Que fuera juzgado como autor de genocidio. Aunque éste cambio no se logró, ayer el Tribunal Federal Nº 1 de La Plata le dio la pena máxima al ex capellán Christian Federico Von Wernich. «Siempre nos quedamos con ese reclamo por genocidio. Tenemos que ver los fundamentos para saber por qué siempre es en el marco de un genocidio», explicó Liliana Mazea, abogada de FIDELA.
A pesar de la alegría por el veredicto, los integrantes del Colectivo Justicia YA! dedicaron un párrafo a la Fiscalía que había arrojado un manto de sospecha sobre una desaparecida, pidiendo la absolución de Von Wernich por ese caso. «Fue una intención de sembrar dudas sobre una compañera desaparecida hace 30 años», sostuvo Elea Peliche, abogada de la Asociación de Ex Detenidos- Desaparecidos (AEDD)
Myriam Bregman, del Centro de Profesionales por los Derechos Humanos (CeProDH), en diálogo con ANRed fue contundente al expresar que debió darse una batalla con un tema que ya parecía saldado, el de la condición de los desaparecidos. «La maniobra que tuvimos que enfrentar fue la que estuvo en manos de la Fiscalía, que hizo revivir a una desaparecida. Aunque parezca increíble tuvimos que demostrar que los desaparecidos están desaparecidos». La abogada dejó en evidencia: «Que casualidad, ahora dicen que los desaparecidos no están desaparecidos. Justo lo cuestionan cuando está Julio desaparecidos».
Además, Bregman dijo que el Estado hizo un «doble juego»:«Por un lado, la Secretaría de Derechos Humanos pidió que se lo condene, y el fiscal, que depende del mismo gobierno, que se lo absuelva».
Por su parte, Verónica Bogliano, abogada de HIJOS La Plata recriminó: «Ellos son los que forman parte del Estado y los que tienen los medios para darnos respuestas sobre dónde están los desaparecidos. Y no lo hacen, no abren los archivos de la SIDE».
Iglesia
Días atrás se dejó entrever que la máxima autoridad de la Iglesia católica argentina iba a pronunciarse por el caso de Christian Federico Von Wernich después de conocida la sentencia. Al respecto, Bregman dijo: «No nos sirven los pronunciamientos. Queremos que la Iglesia entregue los archivos que tiene, que armaban con lo que iban escuchando de los familiares de los desaparecidos».
Además, sostuvo: «No permitamos con las palabras Reconciliación y Perdón, esas palabras tan hermosas que dicen. Que digan dónde están Clara Anahí Mariani y Ana Libertad Baratti».
«Adónde vayan, los iremos a buscar»
Carlos Zaidman, de Justicia YA!, convocó: «Ahora vamos a festejar que hay un genocida menos en la calle. Pero esto nos tiene que llevar a redoblar la lucha, a esforzarnos más por la aparición con vida ya de Jorge Julio López. Tenemos que seguir peleando para que se haga justicia por todos los compañeros«. El ex detenido- desaparecido llamó también a seguir el ejemplo de los 30.000 detenidos- desaparecidos: «Hemos logrado demostrar el genocidio cometido contra nuestros compañeros, los 30.000 que hoy no están con nosotros pero que siguen luchando junto a nosotros».
Adriana Calvo (AEDD) también se mostró feliz por este «cachito» de justicia. «Para estas heridas que tenemos los que pasamos por los campos, para estas heridas que tenemos como pueblo, hay una sola cosa que nos reconforta. No nos reconforta la reparación económica, ni los monumentos, ni las placas ni los campos de concentración supuestamente recuperados. El único bálsamo posible es la justicia».
Calvo dejó bien en claro que la lucha es por la condena de todos los genocidas. «Vamos a seguir hasta conseguir que el último de los genocidas esté donde debe estar: en la cárcel común y efectiva«. Zaidman también expresó: «Queremos juicio por centro clandestino, que todos los genocidas se pudran en la cárcel».
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