Organizaciones denuncian feroz represión a desocupados en Santa Cruz y exigen libertad a presos políticos
La justicia provincial mantiene presos a 10 trabajadores desocupados y dictó la orden de captura a otros 40, que protestaban frente a una planta en reclamo de trabajo. La represión fue violenta: una mujer embarazada perdió su bebé y debió ser internada tras recibir golpes en la panza. Varios manifestantes denuncian haber sufrido golpizas en la comisaría. Y se libró una cacería casa por casa.
El jueves 2 de diciembre la policía provincial reprimió en Las Heras, provincia de Santa Cruz, a un grupo de 70 trabajadores desocupados que se manifestaban en la puerta de la empresa OIL (contratista de REPSOL – YPF) en reclamo de puestos genuinos de trabajo. Según lo que cuentan los trabajadores reprimidos, la represión fue inusitadamente violenta, hubo verdadero ensañamiento, con terribles golpizas que dejaron decenas de heridos. Una chica que estaba embarazada de 4 meses perdió el bebe tras recibir fuertes patadas en la panza por el solo hecho de ser la pareja de uno de los voceros del grupo. La represión derivó en una verdadera cacería de los manifestantes, incluyendo un operativo de rastrillaje casa por casa. Detuvieron a 25 trabajadores desocupados de los cuales actualmente quedan 10 hacinados en una comisaría. Por otra parte, los 15 que fueron liberados están también terriblemente golpeados.
Las organizaciones de la zona denuncian que se ha instalado un virtual estado de sitio, sembrando un clima de verdadero terror entre los habitantes de esta pequeña localidad. Al no encontrar a algunos manifestantes en sus casas, actualmente la cacería continúa con violentas requisas en las casas vecinas, con el pretexto de querer pillar a los supuestos referentes.
La FTC, organización que agrupa a trabajadores desocupados cerca de la zona y que también libra una dura batalla por trabajo en las petroleras, sostuvo que la represión desatada no es casual: «Hay que conocer la historia de este pequeño pueblo y por qué actuaron con tanta furia las fuerzas represivas. En los años 1999 y 2000 Las Heras fue una las primeras ciudades que estuvo a punto de desaparecer producto de los despidos masivos, pero se rebeló con cortes de ruta y toma de plantas de almacenaje. Ellos fueron los primeros en la región de incorporar desocupados al petróleo. En el 2002 en un corte de ruta fueron atropellados 12 compañeros, lo que generó una pueblada. Por eso querían terminar con esto, como en Caleta Olivia, ahora en Las Heras. El gobierno y las multinacionales salieron a frenar las luchas con cárcel y garrote. Hoy más que nunca es necesario redoblar la lucha por la libertad de los presos de Las Heras».
Para Jerónimo de la UTP, organización de trabajadores desocupados de Buenos Aires que suele coordinar con la FTC, «esta es la forma en la que el gobierno de Kirchner responde, justamente en su propia Provincia, a los que quieren recuperar los puestos de trabajo que tuvieron en la época de la YPF Estatal. Siendo gobernador de Santa Cruz, Kirchner fue cómplice del gobierno de Menem en la entrega del petróleo y del gas a los monopolios como REPSOL. Con esto dejaron a decenas de miles de familias sin trabajo. Al día de hoy, el gobierno que dice ser hijo de las Madres de Plaza de Mayo, sigue trabajando para garantizar que esos mismos monopolios puedan seguir llenando la bolsa mediante el saqueo escandaloso de nuestros recursos naturales, y para ello necesita ahogar cualquier atisbo de resistencia popular».
Esta vez, el aparato judicial mostró sus dientes y quedó claramente del lado de los empresarios. Los delitos que les imputó la jueza de Pico Truncado, Cristina Lembeye, a los detenidos, no son excarcelables. El propio intendente de Las Heras, José Luis Martinelli, confirmó que se libró una orden de captura para 40 de ellos. Mientras tanto, los otros 10 permanecerían presos hasta que se inicie el juicio oral.
«La modalidad de la represión es la del ensañamiento porque quieren amedrentarnos para que no volvamos a luchar. Por ahora el resultado es el opuesto porque la rebelde Patagonia sigue de pie, con importantísimas huelgas obreras como las de los petroleros, cotidianas manifestaciones populares por la libertad de los presos políticos y, a pesar de todas las represiones, no han podido frenar la lucha por trabajo genuino en aquellas latitudes. En todas partes el gobierno nos muestra cada vez más los dientes en su ansia por disciplinarse al FMI. Sin embargo en todo el País surgen las huelgas como la de los telefónicos, estatales, docentes y subterráneos», concluyó Jerónimo.