01/09/2012

Quilmes: ante un proceso de desmantelamiento de la política de niñez

Reproducimos:

¿Por qué hablamos de DESMANTELAMIENTO DE LA POLÍTICA DE NIÑEZ en Quilmes?

La Subsecretaría de Política Integral de Derechos de Niños, Niñas y Adolescentes de Quilmes se crea en cumplimiento de la Ley Provincial Nº 13.298.

Es de público conocimiento que en esta Subsecretaría, en el mes de julio del 2012, se han producido ocho despidos y que uno de los argumentos esgrimidos por las/os funcionarias/os para justificar esos despidos fue la necesidad de reestructuración. Sin embargo, la Ley a partir de la cual se crea la Subsecretaría , enuncia que «es deber del Estado para con los niños, asegurar con absoluta prioridad la realización de sus derechos sin discriminación alguna” (Art. 6), y exige la «asignación privilegiada de recursos públicos en las áreas relacionadas con la promoción y protección de la niñez; preferencia en la formulación y ejecución de las políticas sociales públicas; preferencia de atención en los servicios esenciales” (Art. 7). Por consiguiente, ni la falta de recursos, ni ninguna necesidad que exceda el área de niñez pueden constituir argumentos para reducir el área y retroceder en la prestación del servicio que desde la Subsecretaría se venía otorgando a miles de niños/as y adolescentes de Quilmes.

Por este motivo, los/as trabajadores/as del área de Restitución de Derechos de la Subsecretaría (área en la que se produjeron los ocho despidos), es que consideramos que se está poniendo en marcha un proceso de desmantelamiento de la política de niñez en Quilmes, cuyos detalles desarrollaremos a continuación.

Hasta el mes de Julio del 2012, el Equipo de Restitución de Derechos de la Subsecretaría , se encontraba conformado de la siguiente manera: trece equipos técnicos, formados, cada uno de ellos, por un trabajador social, un psicólogo y dos educadores en ciudadanía; y una Dirección Jurídica integrada por abogadas.

 Tres de los equipos técnicos, eran equipos de Emergencia, es decir, equipos que atendían situaciones de extrema vulneración de derechos y que requerían una intervención inmediata, muchas de las veces, en el mismo día.

 Siete de los equipos, eran equipos de Seguimiento, que se distribuían las situaciones por zona, y atendían situaciones de distintos niveles de gravedad.

 Existía un equipo de Documentación, que se encargaba de gestionar todo lo atinente a la documentación de niño/as y sus familias, así como también, de garantizar el acceso a programas y planes sociales que les correspondían a las personas con las que trabajamos.

 Había un equipo de Familia, que trabajaba con niños expuestos a violencia de género. La importancia de este equipo reside en que, si bien el Municipio de Quilmes cuenta con un área que trabaja con mujeres víctimas de violencia de género, no existe ningún equipo que trabaje con los hijos de estas mujeres, víctimas de la misma violencia.
Respecto a estos últimos dos equipos, resulta fundamental señalar que las situaciones con las que trabajan tienen su especificidad, por lo que el correcto abordaje de cada una de ellas, requiere conocimientos acordes a esa especificidad, tanto de instituciones con las que articular, como de trámites a realizar y, principalmente en el caso del equipo de Familia, conocimiento acerca de la particularidad de la problemática de violencia de género.

 Existe el equipo de Punto de Encuentro, encargado de recibir las situaciones nuevas, hacer las primeras entrevistas, asesorar a las familias acerca de las primeras acciones a tomar y llevar a cabo las primeras gestiones que conforman la estrategia de intervención.

Luego de la reestructuración formulada en julio del 2012, el Equipo de Restitución, pasó de estar formado por trece equipos, a estar formado por nueve equipos.

Algunos de estos equipos ya no se encuentran conformados interdisciplinariamente, sino que existen equipos integrados sólo por trabajadores/as sociales, o sólo por psicólogos/as. Cabe aclarar que la Ley 13.298, en su Art. 20, exige la mentada interdisciplina en los equipos, por lo que la nueva conformación, incumple la ley.

Por otra parte, ya no existen más ni el equipo de Documentación, ni el equipo de Familia, por lo que las situaciones que previamente trabajaban estos equipos (cuya especificidad fue resaltada previamente) de ahora en más, serán abordadas por cualquiera de los nueve equipos existentes en la actualidad, que no cuentan con los conocimientos específicos que esas situaciones requieren para un mejor abordaje.

Asimismo, después de la reestructuración, las situaciones ya no se distribuyen a los equipos por zona. Esta nueva/vieja práctica, va en desmedro de la calidad de intervención, puesto que el hecho de que las situaciones se asignaran por zona hallaba su fundamento en el anclaje que cada equipo podía tener en la zona en la que le tocaba trabajar; a saber, conocimiento del barrio, de las instituciones, organizaciones y recursos con los que cuenta cada comunidad, así como también el contacto cotidiano de cada equipo con esas instituciones y referentes barriales. Al no asignarse las situaciones por zona, ese conocimiento de la comunidad y sus recursos que, finalmente redunda en una mejor calidad de atención, queda perdido y se dificulta que el equipo interviniente pueda brindar respuestas comunitarias a cada situación y garantizar a los/as niños/as y familias con las que trabaja «el acceso a programas y planes existentes en su comunidad”, como lo exige el Art. 18 de la Ley 13.298.

Por otra parte, actualmente tampoco existe más la distinción entre equipos de seguimiento y equipos de emergencia. Es sabido que, por la enorme cantidad de situaciones que el Equipo de Restitución trabaja y los distintos niveles de gravedad y urgencia de cada una de ellas, los equipos no pueden (como tampoco podían antes de la reestructuración) abordar todas las situaciones que reciben, inmediatamente al momento de haberlas recibido. Sin embargo, la distinción entre equipos de Seguimiento y equipos de Emergencia, permitía que las situaciones más graves y que requerían una intervención inmediata, fueran abordadas en esa inmediatez por los equipos de Emergencia, y las situaciones que no exigían una intervención inmediata, también pudieran ser abordadas y trabajadas cuidadosamente.

Ahora bien, al no existir tal distinción, lo que sucede es que cuando un equipo recibe una situación de emergencia, se encuentre en la necesidad de postergar el abordaje de situaciones menos urgentes, desatendiendo así a miles de niños/as y familias que tienen sus derechos vulnerados.

Por último, también se ha modificado la orientación que están adquiriendo las intervenciones. Uno de los principales objetivos que las intervenciones del Equipo de Restitución tenía, más allá de garantizar el acceso a planes o programas sociales, a tratamientos de salud o la escolaridad, consistía en promover procesos de empoderamiento y autonomía en las familias con las que trabajamos. Trabajar en la persecución de estos objetivos requiere de mucho tiempo, a veces más de un año, de trabajo continuo con las familias.

Actualmente, a partir de la reestructuración, se pretende que trabajemos como máximo 6 meses con cada situación, y luego le demos un cierre. Se pretende restringir las intervenciones a facilitar el acceso a los planes sociales que hay, gestionar turnos en los hospitales, solicitar medidas de protección para los niños, solucionar problemas de documentación, y luego dar por concluida nuestra tarea. Pero cabe la pregunta, ¿dónde quedan la construcción del vínculo con las familias, imprescindible para generar consensos; los procesos de fortalecimiento en los que trabajamos (sólo después de los cuales se puede lograr autonomía); la articulación con diferentes actores institucionales y sociales que pueden implicarse en una situación?
En este sentido, consideramos fundamental destacar que la progresividad en el reconocimiento de derechos implica que los Estados están obligados a avanzar en el nivel de protección de los derechos fundamentales creando nuevos y mejores servicios a tal fin, lo que implica asimismo, prohibición de regresividad, es decir, que no se puede retroceder en la prestación de servicios que promueven el acceso a derechos.

Es por esto, que no entendemos a la «reestructuración” como algo beneficioso. Que estamos desconcertados sobre el cómo seguir. Que la subsecretaría sin los ocho compañeros despedidos, es claramente desmantelamiento; que la implementación de la política de infancia debe ir en claro progreso, y lo que se hizo fue un retroceso.

Es así que, en medio de ésta jornada, intentamos hacerles llegar una breve explicación de por qué hablamos de desmantelamiento. Les pedimos se tomen un tiempo para su lectura, quedando a la espera de una opinión.

Trabajadorxs de la Subsecretaría de Infancia y Adolescencia de Quilmes. Organizados por la reincorporación de los ocho compañerxs despedidxs, y la exigencia de condiciones laborales dignas para todxs.
Porque»¦ si no se garantizan los derechos de lxs trabajadorxs, ¿cómo podemos garantizar los derechos de los niños?

Contacto y adhesiones: trabajadorxsderestitucion@gmail.com
Blog: www.trabajadorxsderestitucion.blogspot.com.ar
FB: /trabajadorxs.restitucion



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