15/02/2012

Comunicado de la COB La Brecha ¡Exigimos la derogación de la Ley Antiterrorista!

(Reproducimos:)

¡Exigimos la derogación de la Ley Antiterrorista!

A fines del año pasado fue enviado al Congreso de la nación por la presidenta Cristina Fernández de Kirchner un nuevo proyecto de ley
«antiterrorista”, que se hizo lugar en el recinto a fuerza de decreto, tratándose en sesiones extraordinarias. Luego de la media sanción en diputados, el 22/12 el proyecto finalmente fue sancionado al pasar por la Cámara de Senadores, dejando atrás la voz de organizaciones sociales y políticas que expresaron fuertemente su rechazo al mismo, y también varias sorpresas, al encontrar al otrora «progresismo” votando una de las leyes más regresivas de los últimos tiempos como apertura al nuevo mandato de Cristina.

Esta nueva ley implica una modificación a la anterior ley antiterrorista aprobada en 2007 (durante la presidencia de Néstor K.) y en el Código Penal que establece para cualquier tipo de delito el doble de penas en caso de que existiera, al incurrir en ellos, «la finalidad de aterrorizar a la población”. Pero, en este marco, nos preguntamos ¿acaso no podría «aterrorizar a la población” una movilización, huelga, ocupación de tierras, de la vía pública? ¿Cómo hemos llegado al punto de que una huelga, una medida de fuerza gremial esté en un espacio gris en el que pueda calificarse como «delito”? O peor aún, como terrorismo.

Esta ley castiga con penas altísimas a cualquier acto colectivo o también individual que bajo la decisión arbitraria de un juez esté dirigido a «obligar a las autoridades públicas nacionales o gobiernos extranjeros o agentes de una organización internacional a realizar un acto o abstenerse de hacerlo”. Es decir, que transforma en «terrorista” a cualquier movimiento de trabajadores, estudiantes, pueblos originarios, derechos humanos, vecino o ciudadano que intente reclamar por sus derechos.

Sostenemos que no estamos aquí ante un problema de «libre interpretación” de la letra escrita, o de buenas o malas intenciones al instrumentar la nueva ley, como políticos e intelectuales del régimen nos inducen a pensar. Esta ley no sale de un repollo ni se da en cualquier circunstancia. Por un lado, no podemos pasar por alto que, pese a la retórica de autonomía antiimperialista de este gobierno, esta ley es promovida por el Departamento de Estado de Estados Unidos a través del Grupo de Acción Financiera Internacional (GAFI), y se enmarca en la sanción y aplicación de Legislaciones Antiterroristas a nivel continental para la persecución y criminalización de la lucha política y social. Por otro lado, sólo un ciego podría dejar de ver que en nuestro país esta persecución y criminalización de la protesta viene recorriendo un camino ascendente, en el que el gobierno «no reprime” a las acciones colectivas que busca legitimar y contener, mientras que no duda en usar su policía, judicializar la protesta o hacer la vista gorda ante el nuevo mecanismo de tercerización de la represión con patotas, cuando la organización de laburantes, desocupadxs, estudiantes y pueblos originarios va entrando en un terreno más conflictivo. Esta ley no se da en cualquier contexto: en nuestro país son más de 5000 lxs luchadorxs con causas judiciales por organizarse, resistir y avanzar (algunos de ellxs, actualmente presxs); las últimas experiencias de lucha también dejaron dolorosas, y cada vez más, muertes de compañerxs en su haber; y finalmente, han aumentado los delitos imputados a quien participamos de estas protestas.

Justamente en las últimas semanas se han llevado a cabo varias represiones contra los pueblos de Catamarca, La Rioja y Tucumán que se han levantado contra un modelo extractivista que busca la depredación ambiental y el saqueo de los recursos naturales. Frente a las luchas contra el avance de la megaminería, la respuesta de los gobiernos cómplices de las multinacionales ha sido la represión, la que dejó un saldo de varios heridos y detenidos, posibles de ser acusados de conspiración mediante la Ley Antiterrorista.

Ante la ambigüedad de las leyes, los dichos y las intenciones, el movimiento de los conflictos que ha venido llevando adelante el pueblo trabajador no deja lugar a dudas en torno a quiénes se dirige esta nueva ley y contra quiénes será aplicada: tal como viene desarrollándose la política represiva hoy, el blanco seremos lxs de abajo y nuestras luchas, y ahora con un instrumento que da vía libre para sancionar y penar al Poder Judicial, uno de los nichos más conservadores y retrógrados de la política argentina.

Esta legislación expresa la búsqueda de continuar legitimando el poder de reprimir, de dividir, de contener y suprimir las luchas, al hacerlo legal y al categorizar las acciones de resistencia y de lucha por una nueva sociedad como «terror”.

Como organizaciones del campo popular, no podemos contemplar un avance en este sentido: exigimos la derogación inmediata de esta nueva ley. Porque sin el derecho a disentir, expresarnos, organizarnos y luchar»¦ no hay posibilidad de justicia ni de igualdad.

Convocamos a las 17:00 hs. a encontrarnos en Av. de Mayo y 9 de Julio para marchar hacia Congreso.



0 comentarios

1000/1000
Los comentarios publicados y las posibles consecuencias derivadas son de exclusiva responsabilidad de sus autores. Está prohibido la publicación de comentarios discriminatorios, difamatorios, calumniosos, injuriosos o amenazantes. Está prohibida la publicación de datos personales o de contacto propios o de terceros, con o sin autorización. Está prohibida la utilización de los comentarios con fines de promoción comercial o la realización de cualquier acto lucrativo a través de los mismos. Sin perjuicio de lo indicado ANRed se reserva el derecho a publicar o remover los comentarios más allá de lo establecido por estas condiciones sin que se pueda considerar un aval de lo publicado o un acto de censura. Enviar un comentario implica la aceptación de estas condiciones.
Tu dirección de correo electrónico no será publicada.

Ir arriba