02/03/2011

CORREPI – Boletín Informativo Nº597

Difundimos:

CORREPI – BOLETÍN INFORMATIVO

NÚMERO 597 «“ 28 de febrero de 2011

Sumario:

1. Por Christopher y por todos.

2. No es el Tren dela Alegría, pero es algo.

3. ¿Parte del mismo pueblo?

4. Los medios, el arma de la burguesía para legitimar y consensuar la represión estatal.

5. Es la policía, estúpido»¦

6. Procesados por luchar.

7. Hasta siempre, compañera Martha.

POR CHRISTOPHER Y POR TODOS

Como en José León Suárez y Baradero hace sólo un par de semanas, el 2 de octubre de 2008, sin tanta repercusión mediática, el caso de gatillo fácil fue el de Christopher Torres.

Christopher tenía 17 años cuando, cerquita de la escuela Nº 21 y a sólo una de su casa del barrio de Las Catonas, desde un auto particular, Luis Oscar Ayunta, policía del GADA (Grupo de Artillería de Defensa Antiaérea) de la departamental Moreno le disparó y lo asesinó.

El policía Ayunta, de franco, viajaba con su hermano, quien también disparó contra Christopher y su amigo. ¿El motivo? Una supuesta denuncia de un robo de un celular. Como siempre, la policía encontró un blanco fácil y disparó: dos chicos del barrio, humildes, morochos, ¿quién reclamaría por ellos?. Además, ya saben que cuentan con la impunidad del estado para seguir manteniendo a raya a los pibes en los barrios. Es que no hacen más que cumplir sistemáticamente con su deber: en estos días, incluyendo los casos de Baradero y Suárez, ya son más de 3.150 los pibes asesinados en democracia por las fuerzas represivas estatales.

Pero así como la policía cuenta con la impunidad porque hace su «trabajo”, la familia, los amigos y compañeros de Christopher tenemos dignidad, nos organizamos y luchamos a diario contra esta represión, que pocas veces se ve masivamente, pero que se siente a diario.

Por eso el 3 y 4 de marzo estaremos frente a los tribunales de Mercedes, durante el juicio al asesino de Christopher. Sabemos que esta «justicia” no está de nuestro lado y que la única sentencia favorable será ganada con la lucha y alcanzada por la conciencia.

NO ES EL TREN DE LA ALEGRÍA, PERO ES ALGO

Ver salir a Pedraza esposado de su «humilde casa» de u$s 900.000 en Puerto Madero fue un buen despertar del martes, pero eso sólo no es justicia. La detención e indagatoria por su participación como organizador, junto al «Gallego” Fernández y Gustavo Arcorcel, del homicidio calificado de Mariano Ferreira y las tentativas de homicidio del resto de los tercerizados y quienes se solidarizaron con ellos, no nos hace olvidar que la misma jueza que lo encarcela es la que se niega a llamar a los directivos de UGOFE, gerenciadores del FFCC Roca, para que expliquen por qué, el 20 de octubre pasado, dieron permiso para salir libremente a los miembros de la patota de sus puestos de trabajo; la misma que no cita a los funcionarios de la Secretarí­a de Transporte para que expliquen cómo funcionan las tercerizadas, por qué se permiten, a quién pertenecen, cuánto decide el gobierno en todo esto, y, por último, la misma jueza que, en vez de incluir en la misma causa a la policí­a que liberó la zona y garantizó la impunidad de los ejecutores, nos distrae con una causa paralela.

Esta justicia tiene en su poder, desde hace dos meses, los mismos elementos que ahora la llevan a detener a Pedraza, a Fernández y a Alcorcel. Fue la movilización en la calle, los cortes de ví­a, la denuncia permantne, lo que los metió presos.

En este juicio no sólo se están poniendo a luz a los asesinos materiales e intelectuales de Mariano. Pedraza, aparte de ser el organizador del plan criminal, que culminó con el asesinato y las heridas de Elsa Rodrí­guez, Nelson Aguirre y Ariel Pintos, está vinculado a la tercerizadora ferroviaria, disfrazada de Cooperativa, «Unión del Mercosur» que según los listados en manos de la jueza incluirí­an, para ingresar prontamente, a los miembros de la patota de Barracas que no son ferroviarios.

Y así, hay un doble aspecto para pensar las razones del ataque. Por un lado, mantener el gremio con rienda corta y dar una «buena lección» a los trabajadores tercerizados que se vienen organizando desde hace más de dos años, y a las organizaciones que los apoyan. Por el otro, frenar la lucha para no efectivizar a nadie y mantener así­ el negocio de las tercerizadas, las que cobran por contrato o tarea, una suma negociada entre la UF, UGOFE y la Secretarí­a de Transporte, y luego pagan a sus trabajadores cifras miserables quedándose con la diferencia o con las coimas que les pasan los «otros» dueños de las tercerizadas.

Pedraza, abandonado por la CGT -ocupada en negocios «menos sucios» y más redituables como los del «Momo» Venegas, Zanola y otros con los medicamentos truchos que los pueden salpicar a todos- también está investigado por escuchas telefónicas ordenadas por la jueza luego de las primeras siete detenciones, cuando se habrí­a intentado sobornar a un miembro de la Cámara de Casación Penal para que los libere. Esto, más el intento de estropear la bala que asesinó a Mariano por parte del perito de parte de Uño, boletero ferroviario y uno de los imputados de la patota, complica más al grupo de asesinos y matones y empieza a mostrar la soledad y desesperación en que están entrando los Pedraza.

La pelea por el juicio y castigo a los asesinos de Mariano Ferreyra no terminó, y falta la parte más difí­cil, que es no permitir que se retroceda y avanzar sobre la burocracia de la Unión Ferroviaria, la empresa privatizada y sobre el gobierno, socios los trea, en las alturas de la corruptela capitalista.

En el Roca, los más de 1.600 compañeros tomados efectivos a partir de la organización de los tercerizados, lucha dolorosamente potenciada con el asesinato de Mariano, deben convertirse en la punta de lanza, junto a los cuerpos de delegados opositores de los ferrocarriles Sarmiento y Belgrano Norte y activistas y delegados antiburocráticos de las demás lí­neas, para barrer lo que queda, pudriéndose, de Pedraza en el ferrocarril.

Como dijo nuestra compañera Marí­a del Carmen Verdú, en nombre de Nelson Aguirre y Elsa Rodríguez en la audiencia ante la Cámara Criminal, refiriéndose a los detenidos: «Son todos los que están, pero no están todos los que son”. Faltan la UGOFE, la Policí­a, y la Secretarí­a de Transporte y el resto del gobierno. Vamos por todo, y por todos.

¿PARTE DEL MISMO PUEBLO?

Al grito de «la policía es parte del mismo Pueblo», familiares de mártires libios levantados contra el régimen de Kadafi se plantaron frente a un cuartel, confiando en que los guardias se sumarían a la protesta. Salieron los uniformados, e hicieron pasar a una veintena de manifestantes para dialogar. El resultado fue la masacre de todos los civiles dentro del cuartel. Veintitrés muertos en la trampa.

El suceso, mas allá de lógicas incertidumbres y desconfianzas sobre el despliegue informativo urdido tras los acontecimientos históricos de los últimos días, agrega motivos para repudiar la autocracia libia y ponerse decididamente del lado del valeroso pueblo árabe. Más, invita también a reflexionar sobre dos cuestiones en las que solemos insistir desde CORREPI, ciertos en la organización, como presupuesto indisoluble para dar la lucha, y ciertos, también, en el error conceptual y material en el que se incurre cuando se pretende elevar al policía al nivel de un trabajador «parte del mismo pueblo».

La lucha puede darse espontánea e imprevistamente. Pero si no se organiza, es mas fácil que se repita la noticia. El hastío que conduce a la bronca, puede que resulte un motor muy valioso para arrancar, pero requiere de la inmediata organización, de su conversión en conciencia.

Aunque provenga del mismo pueblo, cuando el policía ingresa en la institución, deja de pertenecer a él. En tanto perro guardián de la clase dominante, esclavo con látigo que sólo rigorea al que no tiene con qué defenderse, deja de ser parte de ese pueblo por la esencia misma de su función: disciplinar y materializar el control social para resguardar el orden social imperante. Su condición de brazo armado del enemigo de clase, lo pone en la trinchera de enfrente.

Sostener que son «parte del mismo pueblo», sea en Libia, donde responden al poder concentrado en una familia o en la Argentina, donde el poder, menos concentrado, se ejerce gerenciando la función pública, es una caracterización poco rigurosa. Ellos están para aplicar la ley, para cuidar el orden, por eso monopolizan la violencia del estado y portan las armas con las que a diario matan pobres, en su mayoría jóvenes, por la amenaza que constituyen para ese orden cuando están organizados o van en camino de una organización… lo mismo en el suburbio de Trípoli que en Buenos Aires.

Con la admiración que siempre provoca el Pueblo en las calles, con el respeto por la decisión y valentía del pueblo libio, nos permitimos remarcar que los únicos que forman parte del mismo pueblo son los que vivirán mejor en una sociedad sin privilegios de clase y, por tanto, sin orden social que resguardar, confiando únicamente en sus propias fuerzas, con independencia, organización y lucha, mucha, aquí, allá y en todo el mundo.

LOS MEDIOS, EL ARMA DE LA BURGUESÍA PARA LEGITIMAR Y CONSENSUAR LA REPRESIÓN ESTATAL.

Así como el policía dispara, así como los jueces y fiscales se encargan de garantizar la impunidad y de que los asesinos queden en libertad y puedan seguir reprimiendo, y así como los políticos se encargan de darle un marco legal a la represión, los medios de comunicación cumplen un papel clave, que es el de generar consenso para reprimir y, cuando ésta se efectúa, legitimarla.

El domingo 20 de febrero, Diario Popular, dedicó, de sus 20 o 24 hojas, dos páginas enteras a pregonar que hay que «la gente pide más policía en las calles” y que «los barrios de Gran Bonaerense están bajo el control de pandillas y se están favelizando”.

La primera nota se sostiene mediante encuestas hechas a algunos hogares. Toda encuesta siempre es dirigida y, por lo tanto, tendenciosa desde el vamos. Y aún así, apenas un cuarto de los encuestados respondieron que la mejor medida contra la inseguridad sería ésa. La segunda nota es directamente un autobombo sin fuentes citadas y con la voz de un «especialista” en represión como es el ex-comisario Luis Vicat, quien no duda en homologar la inseguridad con pobreza (barrios, villas y complejos) y asegurar que las situaciones violentas se producen porque «la presencia policial es ilusoria», lo cual significa «un proceso de favelización en desarrollo, que avanza sobre las áreas del estado y termina conformando territorios liberados». Todo un montaje para mentirle a los lectores y persuadirlos de que la solución es más represión.

Esta es una constante en los medios de comunicación, y tanto vale para los oficialistas como para los opositores, porque cuando de reprimir a los empobrecidos y a los trabajadores se trata, se ponen de acuerdo siempre. Y necesitan legitimar esa acción y para ello es necesario que exista este aparato ideológico que lo legitime.

Nada dicen los diarios y la tele de los delincuentes de cuello blanco, muchas veces porque los protagonistas de los grandes robos son los mismos medios o sus socios. Tampoco hablan de que el crimen organizado es perpetrado y regenteado por las fuerzas represivas.

También callan el gatillo fácil o lo ocultan bajo el manto del «enfrentamiento” desmentido, sin ir más lejos, con la bala mortal por la nuca o la espalda, o disparada desde arriba hacia abajo a corta distancia. Por eso hay títulos como «La policía les hizo el service”, cuando en febrero dos pibes fueron a robar un taller mecánico y la Federal mató uno e hirió al otro. Por eso titulan «Un militar retirado entró en guerra contra la delincuencia” cuando un milico mató a un pibe de 16 años de un disparo en la nuca. No es azaroso que las fuentes de los medios sean siempre las policiales, haciéndose eco de la versión unipolar de los asesinos estatales.

Y cuando el asesinato no puede ocultarse de ninguna manera, la explicación que dan «“para nada inocente- es la teoría del «loquito suelto” o la de «la manzana podrida”, cuando la verdad es que esas manzanas son deliberadamente podridas porque, para que los poderosos y los ricos sigan teniendo el poder, necesitan que la policía garantice el control social de los dominados a fuerza de tortura y balazos.

Los medios no son garantía de verdad, tampoco independientes. En el arco represivo, los medios están para legitimar y justificar los asesinatos de la policía, y para buscar y generar consenso para reprimir a los trabajadores que se organizan y luchan.

ES LA POLICÍA, ESTÚPIDO»¦

Dos hechos dados a conocer esta última semana confirman lo que desde CORREPI venimos denunciando hace tiempo: el vínculo permanente que existe entre el crimen y la institución policial.

En la localidad formoseña de Estanislao del Campo, un subcomisario fue detenido en el marco de la investigación por los 700 kilos de cocaína hallados en un campo del ex concejal kirchnerista Héctor Palma.

La droga había sido encontrada el 18 de diciembre en las inmediaciones de una supuesta pista clandestina, usada por narcotraficantes. Actualmente Palma está destituido de su cargo y procesado con prisión preventiva.

En el contexto de esta causa, el juez federal Marcos Bruno Quinteros acusó de haber sido partícipe del delito de almacenamiento de estupefacientes al subcomisario Rolendio Mancuello, quien se ha negado a declarar hasta el momento.

Mucho más grave es lo que está sucediendo con un ex policía de la bonaerense, acusado de haber violado a una adolescente en el partido de Morón. Eduardo Osmar Ullúa, que cumplía funciones en la departamental de Junín, se encuentra prófugo tras no haber concurrido a ninguna de las audiencias del juicio oral que comenzó este mes. Hay ya una orden de captura internacional.

El prófugo está acusado de haber violado reiteradas veces, entre 2000 y 2002, a la hija de su ex pareja. Ullúa, apartado de su cargo en 2005, estuvo unos pocos meses preso y consiguió salir tras recibir el beneficio de libertad morigerada hasta el comienzo del debate oral. Según el fiscal de la causa Marcelo Papávero, el juicio estaría por caerse ya que sin el imputado no se puede continuar.

A su manera, estos dos hechos hablan de una misma cosa: de los profundos lazos que unen a la policía con el crimen. No es que la policía existe porque existe el crimen, sino que el crimen existe porque existe la policía.

No son los pobres, no los negros, no son los pibitos: es la policía, estúpido»¦ La que roba, transa, tortura, viola y mata, es la policía.

PROCESADOS POR LUCHAR

Al final de la semana pasada, el aparato judicial nuevamente dio muestras de su carácter y razón de ser, al confirmar el procesamiento y el embargo por $210.000 contra el delegado de Kraft Food, Javier Hermosilla.

El trabajador está acusado de bloquear la libre circulación de la Panamericana (como le gusta decir a los camaristas), junto a sus compañeros de trabajo, una medida de fuerza que se llevó adelante en el marco de un extenso y combativo plan de lucha en el año 2007.

Ya en 2008, la Cámara Federal de San Martín confirmó el procesamiento de Ramón Hermenegildo Bogado, delegado de la misma empresa, por ese corte.

Otro caso similar está padeciendo un trabajador ferroviario, Daniel Abella, quien está acusado del delito de daño, por haber realizado pintadas en el hall de Plaza Constitución en la jornada de protesta que hubo el día después del asesinato de Mariano Ferreyra.

Casi como una burla, el fiscal a cargo de la causa pretendió (al día siguiente de la detención de Pedraza) que el militante firmara un juicio abreviado o aceptara una probation, como si tuviera que pedir disculpas o arrepentirse por haber escrito Pedraza Asesino en el hall.

Está claro que cuando se trata de compañeros que arriesgan su vida, al organizarse por fuera de la burocracia sindical, la única respuesta que da la justicia, de la mano de la patronal y el gobierno, es más represión y persecución.

HASTA SIEMPRE, COMPAÑERA MARTHA

Periodista de raza; maestra de la crónica policial en el diario Crónica, de donde la echaron tras 18 años de dar visibilidad a lo que nadie quería publicar y de pelea gremial; militante feminista y socialista; titiritera «de cachiporra», esta semana murió Martha Ferro. Dirigió la revista de género Todas, del Partido Socialista de los Trabajadores (PST) en los «˜70. Fue colaboradora y amiga de CORREPI desde el principio, de la mano del Caso Bulacio y el Caso Durán, y era un orgullo escucharla decir que se consideraba una especie de «madrina” de nuestra organización.

En uno de sus últimos reportajes, dijo: «Nunca hay que creer en la policía. El barrio te resuelve todos los crímenes. El barrio sabe todo. Pero en los sectores medios, el barrio calla. Es que la clase media guarda sus secretos bajo treinta llaves y nunca quieren comprometerse cuando son testigos de un caso de gatillo fácil”.

Querida Martha, compañera, hasta siempre.

PRÓXIMAS ACTIVIDADES: JUICIO AL ASESINO DE CHRISTOPHER TORRES

El 3 y 4 de marzo, desde las 9:00, el tribunal oral nº 2 de Mercedes juzgará al policía Luis Oscar Ayunta, del GADA (grupo de artillería de defensa antiaérea de la departamental de Moreno) que, el 2 de octubre de 2008, fusiló a Christopher Torres (17).

Los militantes y familiares de víctimas de la represión organizados en CORREPI movilizaremos los dos días, para llenar la sala de audiencias y manifestar fuera del edificio de tribunales, en calle 26 y 27, Mercedes. Convocamos a acompañarnos.



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