12/12/2010

Cauce-UBA: «Ninguna represión, ni la estatal ni la tercerizada, podrá tapar el problema de la vivienda»

Declaración de CAUCE-UBA:

NINGUNA REPRESIÓN, NI LA ESTATAL NI LA «TERCERIZADA», PODRÁ TAPAR EL PROBLEMA DE LA VIVIENDA

En un operativo conjunto la Policía Federal -bajo las órdenes del gobierno nacional- y la Metropolitana «“comandada por del macrismo- han intentando desalojar a los golpes a los pobladores de Soldati y Lugano del predio que ocupaban buscado una tierra para vivir. El saldo de la represión dejó decenas de personas heridas y al menos cuatro muertos. Se ignoró que una necesidad tan elemental y urgente como la de vivienda digna no se calla así nomás, ni puede ser silenciada sin consecuencias políticas y sociales como las que trágicamente se verificaron estos días.

Lo que resulta innegable a esta altura, y que podemos decir que es la verdadera cuestión de fondo, es la ausencia de una política seria en relación a la problemática de la vivienda y de políticas sociales para numerosos sectores del pueblo trabajador.

La política de expulsión de población de Macri para estos sectores ha sido gravemente profundizada (las anteriores gestiones «progresistas” de la ciudad se diferencian en esto menos de lo que se podría esperar), con la consiguiente desesperación del pueblo pobre que sufre entre otras necesidades, la falta de un techo y un ambiente digno donde habitar.

La política de desalojos, de reducción presupuestaria del Instituto de Vivienda de la Ciudad al punto de casi hacerlo desaparecer, los aumentos en los precios de los alquileres (y la imposibilidad de acceder a estos a través del mercado formal, por las arbitrariedades de las inmobiliarias y ciertos sectores propietarios), y de los materiales de la construcción son elementos que configuran esta aguda problemática.

El problema de fondo sigue siendo la segregación que genera la urbanización capitalista, reproduciendo la segregación social en el espacio urbano, que se expresa con la intensidad que se puede ver estos días a través del problema de la vivienda.

Lamentablemente, pese a lo complejo del caso, el gobierno de la Ciudad con la colaboración del kirchnerismo y la maldita «Justicia» (siempre tan de los arriba) optaron por el camino de los «atajos”: poner la «suciedad bajo la alfombra” reprimiendo violentamente a los pobladores del predio, soslayando la gravedad de la falta de viviendas, desoyendo sus reclamos y abonando a la estigmatización de la pobreza.

Tanto el macrismo como los grandes medios han trazado una línea divisoria entre «los vecinos» (que serían los que reaccionaron violentamente repudiando la toma del predio, con agravios, violencia física y todo tipo de discriminación) y «los usurpadores» (los distintos sectores que son parte de la toma de una porción del parque), entre los que, en definitiva, tienen vivienda y los que no. El énfasis en la nacionalidad de algunos vecinos, la pertenencia o no al barrio de Soldati, la participación de narcos en la toma, la oportunista revalorización de «lo público», etc. son parte del andamiaje discursivo que pretende demonizar la toma, desvirtuando necesidades reales y sembrando confusión para facilitar el aislamiento de los pobladores y correr el eje del impostergable problema social y habitacional.

Si bien la composición de los sectores que realizan la toma es variada y heterogénea, no debemos permitir que conviertan legítimas reivindicaciones populares en una nueva embestida contra los pobres (hayan nacido donde hayan nacido), apoyada en prejuicios racistas, motorizada por las fuerzas represivas, y movilizando a lo mas retrogrado de ciertos sectores sociales.

Mientras el macrismo ha decidido legitimar políticamente el accionar represivo y al reaccionario sector de vecinos que pretende que se desaloje el predio a como de lugar (con la asesina policía argentina o con barrabravas armados) profundizando la estigmatización de la pobreza, y el kirchnerismo utiliza el hecho para demarcarse (en el plano discursivo) del gobierno de la Ciudad pero colabora prestando servicios de su competencia como la Federal para reprimir y luego, por omisión, dejando actuar a las patotas con total impunidad.

Nosotros no debemos dejar que nos impongan los términos del conflicto. Tenemos que rodear de solidaridad a los vecinos que luchan por tierra y vivienda, a los pobres argentinos, bolivianos, peruanos, sean de donde sean.

Lamentamos que otra vez, en muy poco tiempo entre un caso y otro, haya sangre derramada de los que luchan. Mariano Ferreyra, los pueblos originarios, ahora los pobladores que luchan por tierra y vivienda, son víctimas de la represión en sus diferentes formas (balas de la policía o de las patotas que por prebendas no dudan en asesinar compañeros). No podemos acostumbrarnos a la muerte como castigo a la protesta social, tenemos que dar respuestas contundentes y efectivas a estas políticas.

Sigamos acompañando a los compañeros que legítimamente luchan por una vivienda digna, intensifiquemos la batalla cultural contra la xenofobia y el racismo, y luchemos por el esclarecimiento de estos crímenes.


El Viejo Topo (Sociales) – BASE (Económicas) – El Cielo por Asalto (Filosofía y Letras) – La Revuelta (FADU) – PraXis (Medicina) – CAUCE en Psico



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