17/11/2010

Murió un chico de 6 años que era víctima del trabajo esclavo

Difundimos el siguiente comunicado de prensa:

Murió el niño Ezequiel Ferreyra, victima del trabajo esclavo

A la 1.35 hs de esta madrugada murió Ezequiel, el niño de seis años que desde los cuatro era esclavizado por la empresa Avícola, Nuestra Huella. El lunes de la semana pasada lo habían vuelto a operar, pero el tumor ya le había ocupado todo el cerebro. La corta vida de Ezequiel transcurrió la mayor parte de su tiempo entre la sangre y el guano de las gallinas y manipulando venenos con elementos cancerígenos de la empresa para cumplir a rajatabla con los topes de producción que la patronal le imponía a su familia.

Las maestras de la escuela de Ezequiel, ya habían advertido que el niño se dormía cuando iba a clase, hasta que a finales de setiembre se desmayó y fue llevado de urgencia a una clínica de Pilar. Durante semanas nadie tuvo noticias de él. La empresa prohibió terminantemente a los padres hablar del tema con sus compañeros de trabajo. Y logró la manera de modo muy simple: convenciendo a los padres que si algo le pasaba a Ezequiel ellos serían penalmente responsables e incluso les quitarían la tenencia de sus otros hijos y ofreciéndoles a cambio de su silencio, la atención médica del niño y eventualmente una suma de dinero en caso que hubiera un descenlace fatal. Paralizados por el miedo y la desesperación, los padres aceptaron el chantaje y se llamaron a silencio.

Ezequiel Ferreyra

Ahora sabemos que de la Clinica de Pilar fue derivado a la Clínica del Centro de La Plata, donde se le detectó un tumor cancerígeno en el cerebro y de allí fue trasladado a otra Clínica en Laferrere, donde fue intervenido quirurjicamente y se pudo reducir parcialmente el avance del tumor. No obstante, cómo su situación seguía siendo muy grave, la empresa dispuso su traslado al Centro Gallego donde fue internado en terapia intensiva. A los pocos días el tumor volvió a reproducirse y se lo internivo quirurjicamente el lunes de la semana pasada, pero su situación siguió agravándose hora trás hora hasta que este martes a la madrugada falleció. Recién tomamos conocimiento hace un rato, porque su estado de salud desde hace días era un secreto guardado entre siete llaves por la empresa que quería evitar a toda costa que se indagara acerca de las causas que lo llevaron a esa situación terminal.

Ezequiel fue traído desde Misiones con su familia a fines de 2007 por uno de los reclutadores que opera al servicio de la presidenta de la empresa Nuestra Huella, Alejandra Lopez Camelo y que cobraba $ 2500 por cada familia que lograba engatusar. La promesa era dejar la pobreza extrema de Misiones, por un trabajo estable y una casa segura, donde los chicos crecerían en el campo y junto a la naturaleza. Los costos del traslado correrían por cuenta de la empresa. Y la familia sólo tenía que limitarse a aceptar el paraiso que les regalaban. Entre la pobreza extrema y crónica y un futuro de vivienda y trabajo estable, ni lo dudaron.

Al llegar a la granja «La Fernandez», la situación distaba mucho de lo prometido. Al padre lo pusieron a cargo de uno de los galpones, donde debía juntar miles de huevos por día, remover guano, juntar la sangre y distribuir el veneno. El tope de producción que le imponía la empresa era imposible de cumplir sin involucrar al resto del grupo familiar, lo cual era estimulado por los capataces de la empresa. Y si ese tope no se cumplía, se corría el riesgo de quedar sin trabajo y en la calle, esta vez a miles de kilometros del lugar de origen y los conocidos. Además, la familia debía pagar la «deuda» que habían contraído por el traslado a Buenos Aires. Fue asi que primero la esposa y luego los niños comenzaron a involucrarse en esas jornadas infernales de producción en el galpón. Lo mismo pasaba en los galpones vecinos, donde ya estaba naturalizado que todos los grupos familiares trabajen a destajo, pero sólo para conformar el salario del padre, un salario más bajo que el de un peón rural.

Cientos de familias más, son esclavizadas del mismo modo que la familia de Ezequiel en unas 70 granjas dispersas por Pilar, Zarate, Campana, Exaltación de la Cruz y Córdoba donde muchímos chicos están expuestos a correr la misma suerte que Ezequiel. Esas granjas son propiedad de «Nuestra Huella», una empresa que gozaba de prestigio y liderazgo en el mercado avícola y que tenía clientes poderosos como Wall Mart y Carrefour, hasta que comenzó a conocerse su costado más oscuro: trabajo esclavo e infantil, alambrados electrificados, trata y tráfico de personas.

Las horas y horas de filmación de trabajo infantil durante el 2008, 2009 y 2010, la granja allanada con la gente esclavizada y la alambrada electrificada, las 30 granjas de la empresa donde el Ministerio de Trabajo constató fehacientemente trabajo infantill en Nuestra Huella, los más de cuarenta testimonios de víctimas de la empresa, las filmaciones de las persecuciones y los intentos de sobornos a los denunciantes, los datos precisos de los reclutadores, nada, absolutamente nada fue suficiente para que la Jueza Graciela Cione (Garantias en lo Penal de Campana) y Adrián Charbay (Federal II de Zárate y Campana) se dispusieran a impartir un mínimo de justicia en las causas que tramitan por reducción a la servidumbre y trabajo infantil y trata laboral y trafico de personas respectivamente. Quizás el hecho de que la presidente de la empresa, Alejandra Lopez Camelo, sea prima hermana del intendente de Pilar , Humberto Zúccaro, cuñada del Secretario General de UATRE local Jorge Herrrera y que el ex intendente de Pilar, Sergio Bivort sea el abogado de la firma expliquen un poco acerca del manto de impunidad que rodea la empresa.

Desde el 2008 los costureros y cartoneros de la Alameda y el MTE vienen denunciando, juntando pruebas y movilizándose contra la esclavitud y el trabajo infantil en Nuestra Huella. Esta mañana, cuando no sabíamos que horas antes Ezequiel había muerto, más de doscientos compañeros marcharon a los dos juzgados penales de Campana exigiendo justicia por Ezequiel y por la salud y la vida de los más de 200 niños que viven y trabajan en las granjas de esa empresa y nos juramentamos volver en los próximos días.

La empresa no conforme con haber asesinado a Ezequiel, con haber envenenado a decenas de chicos y adultos, ahora se dispone a hacer desaparecer las evidencias y pretende trasladar rápidamente el cuerpo de Ezequiel y quizás cremarlo, fuera del alcance de cualquier pericia judicial que los comprometa y ponga en evidencia su responsabilidad por Ezequiel y por todos los niños y adulltos que manipullan venenos agrotóxicos en sus granjas. La Alameda y el MTE ahora más que nunca redoblará su esfuerzo reclamando justicia y convoca a todos los ciudadanos y periodistas honestos que repudian la esclavitud y el trabajo infantil a que se sumen a nuestro grito para romper el cerco de impunidad que rodea a Nuestra Huella.



Allanamiento cantado mientras Ezequiel agonizaba

El viernes 12 fue allanada la granja avícola «Mimosa III», la última granja donde estuvo viviendo Ezequiel Ferreyra quien fuera filmado dos años atrás recolectando huevos y reconociendo que manipulaba veneno para remover el guano y matar las moscas.
La medida judicial comenzó a las 15 horas del viernes y fue ordenada por el Juzgado Federal II a cargo del Dr Chavay y en respuesta nuestro requerimiento presentado el lunes 8.

El operativo estuvo a cargo de Prefectura Naval Argentina, con funcionarios de la Dirección de Migraciones y de la Oficina de Rescate y Asistencia a las Víctimas del Ministerio de Justicia de Nación. En total unas setenta personas bajo responsabilidad del juez federal Chavay que dirigía todo por teléfono a través de su secretario.

La consigna del allanamiento según el Prefecto a cargo del operativo, fue verificar las condiciones de trabajo y de vida de las familias de esa granja, entrevistar a los trabajadores, verificar su documentación y tomar muestras de los venenos que se utilizan en los galpones.
Una delegación de la Alameda con los abogados de la causa y trabajadores denunciantes de otras granjas se hizo presente mientras se desarrollaba el operativo. Lamentablemente constatamos y filmamos numerosas irregularidades antes y durante el procedimiento judicial que denunciamos ante la opinión pública y ante sede judicial.

1. El allanamiento estuvo «avisado» a los encargados de la empresa con varios días de anticipación. El martes 9 de noviembre hubo un singular operativo de la delegación del Ministerio de Trabajo de Campana acompañados por policias de la provincia, en donde los trabajadores fueron testigos de que se le avisó a los encargados que de un momento a otro habría un allanamiento en esa granja.

2. Alertados previamente, el capataz de la empresa Ceferino Veiro (denunciado anteriormente por negarle a la madre de Ezequiel retirarse de la granja para darle asistecia médica a su hijo) retirar parte de los venenos más mórtiferos de la granja (Nuvan, Furadan, Cipermetina) en su camioneta, a la vez que cortó el pasto, colocó carteles por medidas de higiene y seguridad, entregó flamante ropa de trabajo (botas, pantalones, camisas) a los trabajadores y los instruyó a no llevar esos días a los niños a trabajar en los galpones. El propio encargado del allanamiento reconoce que hubo una sorpresiva visita previa del Ministerio y que encontró «muy poca gente» trabajando cuando comenzó el allanamiento del viernes.

3. La primer medida que adopta el personal de Prefectura a cargo del allanamiento es prohibir a todos los trabajadores utilizar sus celulares, impidiendo toda filmación, fotografia y comunicación con el exterior a fin de evitar cualquier registro externo al procedimiento.

4. Los responsables del procedimiento dejaron entrar y salir al capataz de la granja, Ceferino Veiro y al abogado de la empresa Jaime Seoane, pero prohibieron terminantemente que el abogado de los denunciantes (Pablo Sernani) pudiera siquiera hablar con los trabajadores que patrocina que a los gritos denunciaban las irregularidades del procedimiento.

5. La delegación de la Alameda que se hizo presente durante el allanamiento fue recibida con hostilidad por la Prefectura, que no sólo impidió el contacto del abogado con los trabajadores que patrocina,sino además pretendieron impedir que un periodista registrara imágenes desde afuera de la granja de lo que estaba ocurriendo. No fue la misma actitud que adoptaron con el personal de la empresa que entraba y salía del procedimiento como pancho por su casa. En las filmaciones se observa incluso como una mujer ingresa a la granja sin documentación alguna y cómo los trabajadores denuncian a los gritos que la gente de la empresa entra y sale sin inconvenientes.

6. La empresa Nuestra Huella no solo controló el allanamiento con su abogado, sino que además contó con la presencia del capataz, Ceferino Viero. Viero tuvo hasta el privilegio de realizar mini asambleas con los trabajadores que debían testificar durante el mismo allanamiento (cabe señalar que en allanamientos sobre trata el contacto de patrones con empleados está vedado) . Como parte de la puesta en escena, dentro de la camioneta del capataz fueron ubicados los bidones con venenos. Pero no era Nuvan que es el más contaminante y mortífero. Tampoco la justicia se decidió al secuestro de todo el veneno. Solo se llevaron pequeñas muestras.

7. Las complicidades con la empresa por estos días llegaron al punto que la Defensoría de Menores rechazó entrevistar a los hijos de los trabajadores que denunciaron a la empresa Nuestra Huella.

8. Cuando la delegación de la Alameda se retiró de la granja, fuimos alertados telefónicamente por trabajadores de esa granja que denunciaron que el personal de la Oficina de Rescate del Ministerio de Justicia los reunió para presionarlos insistentemente de que dejen la granja por su seguridad, cuando los mismos están alli merced a amparos judiciales que ganaron en el fuero laboral defendiendo su derecho al trabajo y la vivienda en condiciones dignas. No se llevaron el veneno peligroso para la salud de las familias, pero querían llevarse a los denunciantes, peligrosos para los intereses de la empresa.

«La Mimosa III» es la granja que hasta el allanamiento de abril de 2008 mantuvo su alambrado perimetral electrificado y con custodia policial en la tranquera con el fin que ningún trabajador pudiera salir del lugar donde trabajan toda la familia, todos los días del año y donde vivían. Allí también se produjo el suicidio de Hernán Felipe López Arias, quien producto de las fuertes presiones que propinaba Nuestra Huella termina ingiriendo Nuvan.

Mientras tanto Ezequiel Ferreyra agoniza en una sala de terapia intensiva del Centro Gallego y existe un férreo hermetismo respecto a su estado de salud desde el jueves pasado. El padre de Ezequiel fue blanqueado laboralmente luego de la denuncia que hizo la Alameda y el MTE en agosto de 2008 y trasladado de la granja «La Fernandez» a «La Mimosa III». El padre de Ezequiel cuenta con la cobertura de la obra social de UATRE, que tiene una clínica con servicios oncólogicos muy cercana a la Mimosa III. Entonces no se se entiende que hace Ezequiel en el Centro Gallego, cuya única relación con la empresa es que su histórico dueño, Carlos Luace siempre se atendió alli y era amigo de los directivos y que el abogado de la firma, Jaime Seoane tiene estrechos vinculos con ese nosocomio privado. Es muy evidente que la empresa está tratanto por todos los medios de esconder las verdaderas causas por las que Ezequiel está agonizando en terapia intensiva.

A pesar de las reiteradas y probadas denuncias por servidumbre y trabajo infantil que tiene la empresa desde hace tres años, la misma sigue gozando de los favores políticos y judiciales.

Cabe recordar que la presidente de la empresa, Alejandra Lopez Camelo, es la prima hermana del intendente de Pilar, Humberto Zúccaro y la cuñada del Secretario General de UATRE local Jorge Herrera. Además el ex intendente de Pilar, Sergio Bivort fue el abogado de la empresa hace hace muy pocos meses.

La Alameda y el MTE anuncian que el martes 16 de noviembre a las 11 hs marcharan a los Juzgados Federal II y de Garantías en lo Penal de Campana a fin de ampliar las denuncias y solicitar audiencias para reclamar:

1. En el Federal II a cargo del Dr Chavay y donde se tramita la causa por trata,tráfico y envenenamiento por agrotóxicos a) protestaremos por las manifiestas irregularidades del allanamiento; b) reclamaremos que se secuestren los venenos de las granjas; c) que se realice un urgente examen médico al personal de las granjas, particularmente a los casi doscientos niños y d) que se acepte a los trabajadores denunciantes como querellantes, algo que ese juzgado viene negando, mientras permite que personal de la empresa entre y salga de un allanamiento como si fuera un cumpleaños.

2. En el Juzgado de Garantias en lo Penal que presidía Graciela Cione y donde está sobradamente acreditada la reducción a la servidumbre y el trabajo infantil a) solicitaremos que se eleve la causa a juicio oral b) que se procese a los dueños de la empresa y c) que se decomisen los bienes muebles e inmuebles de la empresa y se los ponga bajo la administración del INTA o del Ministerio de Agricultura a fin de salvaguardar el trabajo y la vivienda de los adultos en condiciones dignas.

La Alameda y el MTE hacen responsables a los dos juzgados mencionados por la salud del conjunto de las familias de las granjas y por seguir permitiendo el accionar impune de la empresa, sobre la cual se han presentando numerosas pruebas de su conducta esclavista a lo largo de los últimos tres años.

La Alameda – MTE

 
Gustavo Vera (La Alameda): 15-6158-4835

Juan Grabois (MTE): 15-6384-3877

http://www.youtube.com/watch?v=5zmFTMe8cVs



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