El Otro Bicentenario: «hace 200 años el Estado necesita de la violencia para sostener su poder»

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El Otro Bicentenario

Comisión Prensa y Difusión

Ayer, 20 de octubre de 2010, asesinaron a un militante del partido obrero de 23 años, tras una manifestación de trabajadores de la línea Roca que, apoyados por partidos de izquierda, reclamaban por la precariedad laboral que sufren. Los trabajadores, en un reclamo genuino, terminaron siendo amedrentados por una patota de la Lista Verde, que se encuentra monopolizando desde hace años el sindicato ferroviario de la línea Roca.

Aunque las disidencias pueden surgir, hay algo en que no se puede disentir: las armas cargadas con balas de plomo son para matar. Fueron a matar, a frenar la movilización paralela al sindicato que se viene dando dentro de la línea Roca. De ese sindicato que convoca a sus afiliados a las marchas y actos oficiales, a cambio de no ligarse una trompada por algún patotero que después reclama la ausencia.

Estamos hablando del encubrimiento de parte del gobierno de actos mafiosos dentro de todos los sindicatos, estamos hablando de actos políticos que serían una gran herramienta para la ultra derecha contra el actual gobierno. Pero ante todo estamos hablando de un asesinato y heridos en un reclamo legítimo. Hoy, quien cree tener el poder y se encuentra cubierto por las autoridades, tiene todas las posibilidades dadas para matar y no pagar por el crimen. Como hace un año y 8 días ocurrió en Tucumán, donde Javier Chocobar, un comunero diaguita calchaquí, que junto a otras personas reclamaba sus territorios, fue asesinado por un terrateniente de la zona. Como hace dos años entró el grupo GEOP en Corcovado e hizo desastres en este pueblo mapuche, violentando casas, mujeres y niños. Como hace tres años asesinaron al docente Carlos Fuentealba, en una protesta en Neuquén. Como hace 6 años asesinaron a Darío y Maxi en Avellaneda. Como en Capital Federal la UCEP sacó a los golpes a los indigentes de las veredas y puentes «¦ y la lista es muy pero muy larga

Como desde hace 200 años el Estado necesita de la violencia para sostener su poder ante las luchas sociales.

Hoy a ese Estado, a las burocracias sindicales, a los poderosos que siempre están detrás para mover fichas del tablero político, les decimos desde la Asamblea El Otro Bicentenario:

 Juicio y castigo a los asesinos materiales e intelectuales de Mariano Ferreyra

 No a la judicializacion y criminalización de la protesta

 Inmediato esclarecimiento del ataque.

 No a la impunidad. No a la precarización laboral.

 Solidaridad incondicional con las familias y las organizaciones agredidas, en especial con el Partido Obrero, donde participaba el compañero.

 Unidad ante la represión policial y parapolicial.

 Reincorporación de los precarizados despedidos. Basta de tercerización. Ni un solo puesto de trabajo sin derechos laborales.

 Libertad y democracia sindical.

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