Facultad de Sociales de la UBA tomada – ¿Qué edificio, para qué universidad?

Reproducimos comunicado:

Veo, Veo»¦ ¿Qué ves?

Desde hace unos largos años venimos viendo aulas que rebalsan y estudiantes sin poder cursar. Vemos que no hay mayores horarios de cursada para quienes trabajamos. Vemos que los docentes (flexibilizados y muchísimos sin cobrar) padecen las mismas condiciones precarias de cursadas que los estudiantes… Vemos que la política del gobierno nacional avanza en el desfinanciamiento de nuestra educación (que sin brindar condiciones necesarias de realización de las carreras universitarias deja fuera y sin posibilidad de continuar a muchísimos estudiantes). Vemos que la Ley de Educación Superior (LES) y la Comisión Nacional de Evaluación y Acreditación Universitaria (CONEAU) van metiéndose sigilosa pero intermitentemente en nuestros planes de estudio (situación acompañada e impulsada por las diversas gestiones que gobernaron y gobiernan la Universidad). Vemos que nos quieren recortar materias de la mano de las «gestiones progres”. Vemos que el conocimiento se vende como mercancía y que es moneda corriente que «se oferte a los estudiantes de sociales” como mano de obra gratuita en pasantías ¿educativas? que muy lejos están de procesos pedagógicos de formación. Vemos que nuestra educación se deteriora sistemáticamente. Seguimos, sin ver el Edificio Único para Sociales (y cada vez más subsedes»¦)

Vemos también que frente al silencio cómplice de las gestiones pasadas (F. Schuster durante 2 períodos) y presente (S. Caletti) que gobiernan la Facultad, somos muchos los que todavía queremos defender la educación pública, gratuita y de calidad y por tanto gritar; en un grito de insubordinación, de desnaturalización de la educación precarizada de la que no queremos ser cómplices. Vemos que desde abajo, con asambleas y acciones colectivas podemos avanzar en esta lucha y disputarle a la gestión aquello que sistemáticamente nos niega. Vemos que la potencialidad radica en la organización en espacios abiertos y democráticos. Vemos que la unidad en la acción es importante para conseguir nuestras reivindicaciones, vemos que siguiendo y acompañando el ejemplo de los secundarios caminamos hacia aquello que queremos»¦

Un nuevo escenario, el mismo desafío: ¡ Construyamos el edificio que necesitamos !

¿ Qué edificio, para qué Universidad ?

Después de más de 14 años en que docentes, no docentes y estudiantes reclamamos el Edifico Único para todo Sociales (¿te acordás cómo y cuándo Comunicación y Políticas pasaron a la sede de Ramos? ¿Te acordás del traspaso compulsivo de Trabajo Social a Constitución?) hoy nos encontramos con la desidia, la indiferencia y complicidad de la gestión (S. Caletti «“ A. Clemente) que lejos están de dar las respuestas urgentes e imperantes a los problemas edilicios y presupuestarios que desde hace más de una década atraviesan nuestra facultad.

Como toda lucha, la misma ha tenido avances y retrocesos pero una firme convicción: Queremos el Edificio Único para todo Sociales (queremos la infraestructura necesaria acorde a la matrícula, queremos mejores condiciones de trabajo para los docentes, queremos bibliotecas, comedor, becas de estudio, guardería»¦ en fin, queremos garantizar que quien quiera estudiar, tenga lugar en la universidad) Esto, lejos de ser una «obviedad” se consiguió con años de lucha y organización y nos da una buena base para avanzar un poco más allá, para trascender la consigna y llenarla de contenido.

Desde El Viejo Topo – CAUCE entendemos que lo que está de fondo en esta pelea que en apariencia es la exigencia de mayor presupuesto para la UBA y para la educación en general, en esencia expresa un determinado proyecto de universidad y de sociedad. En este proceso, entendemos no puede estar ausente el debate sobre la forma en que se distribuye el presupuesto, quiénes lo deciden, qué tipo universidad – sociedad se está pensando cuando se toman estas decisiones (recordemos las multimillonarias cifras pagadas a los organismos internacionales de crédito»¦) En este sentido nos preguntamos: Queremos más presupuesto, pero ¿quién decide donde y qué se prioriza con su aplicación? ¿Queremos mejores condiciones de cursada para estar más cómodos pero que los contenidos de las carreras sigan siendo los mismos? En este punto se instala invariablemente la discusión sobre la democratización, la forma de toma de decisión en la universidad y con qué criterios y argumentos se sostiene esta estructura de cogobierno. Al mismo tiempo nos plantea la tarea de pensar y ensayar formas que democraticen nuestras instancias de organización y que prefiguren el objetivo que perseguimos. Esto es, empezar a dejar de ser espectadores para pasar a ser protagonistas.

No podemos dejar de considerar que muchas universidades del país están sometidas a los lineamientos de la LES, y que muchos de estos se ejecutan en la UBA indirectamente. Por esto, debemos empezar a asumir la necesidad de debatir colectivamente: convocar comisiones de trabajo donde la LES, la política educativa, la formación académica y la democratización sean ejes debatidos y socializados al resto de compañerxs mediante boletines o materiales de discusión y agitación que vayan preparándonos con mayores y mejores herramientas, para avanzar con más fuerza.

La generación de espacios de debate y producción de ideas para los momentos donde las tomas corren el riesgo de perder significación, son tarea fundamental del movimiento estudiantil (en algunas subsedes ciertos días no se logró aprovechar la inquietud de muchxs compañerxs que se acercaban con entusiasmo a sostener estas medidas).

Después de una de las asambleas más masivas de los últimos años en Sociales (realizada en la sede Ramos con más de 1000 compañerxs en un aula colmada) reafirmamos una vez más que: no habrá mayor presupuesto, edificio único para sociales, mejora de salarios y regularización de los ad-honorem, democratización de la universidad, calidad educativa, producción de conocimiento crítico»¦ si no luchamos por eso.

Es imprescindible que nos demos el debate respecto de qué presupuesto y qué edificio, para qué profesionales, para qué universidad, para qué sociedad.

Y la UES»¦. ¿ brilla por su ausencia ?

Parráfo especial merece la agrupación UES, quienes vienen boicoteado abierta y sistemáticamente a los estudiantes que nos estamos organizando en asambleas y a las distintas iniciativas que se desprendieron de las instancias de decisión colectiva. Se remiten a meras declaraciones y no han participado de ninguna de las luchas que venimos impulsando. Una vez más no han acompañado la lucha por el edificio único, ni por más presupuesto, ni por la democratización de la Universidad. Fomentan la delegación y generación de participación indirecta de los estudiantes, desmereciendo las propuestas e iniciativas que se fueron construyendo en las comisiones y asambleas de base, colaborando así con la reproducción del rol pasivo que nos quiere imponer esta sociedad.

Porque luchamos por una educación pública, gratuita y de calidad, desde El Viejo Topo-CAUCE consideramos que las condiciones de cursada y de trabajo de lxs estudiantes, docentes y no docentes de la facultad no pueden seguir siendo naturalizadas, silenciadas y dispersadas. Ante esto apostamos a organizar la indignación, dejar de ser indiferentes a esta realidad y ser protagonistas. Podemos romper con la situación «natural” y cotidiana que nos imponen desde arriba (a través de la estigmatización y criminalización de nuestras reivindicaciones y construcciones). Para cambiar esta realidad y enfrentar estas políticas es necesario organizarnos y participar en espacios de base, generar instancias de reflexión, debate y decisión colectiva, donde todxs lxs compañerxs podamos unir y potenciar experiencias de lucha, de organización permanente y desde abajo.

Organicemos la bronca ¡contra la falta de presupuesto, contra el recorte de materias x otra universidad, para otra sociedad!