17/07/2007

«La verdadera discusión ahora es ‘lo industrial’ vs. ‘lo independiente'»

Logo_DOCA.jpg Los integrantes de Documentalistas Argentinos (DOCA) lograron, luego de un arduo plan de lucha, que el Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales (INCAA) aprobara un Nuevo Régimen de Fomento al Cine Documental. Ahora hay otras asociaciones de documentalistas con poca representatividad que quieren «copar» el nuevo régimen, y que rechazan la idea de «representatividad proporcional» en el jurado a conformar, defendida por DOCA. «Si el INCAA elige por la otra opción, es un fraude y una estafa», sostienen sus integrantes.

Un nuevo régimen para una nueva forma de cine documental

Luego de varias idas y vueltas, y a fuerza de un plan de lucha que implementaron durante varios meses, que incluyó en marzo de este año una movilización ante las puertas del Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales (INCAA), los integrantes de Documentalistas Argentinos (DOCA) lograron que este organismo gubernamental aprobara un Nuevo Régimen de Subsidios al Cine Documental.

El mismo, establece una serie de mecanismos que deshacen varios obstáculos que siempre tuvo el documental como género y los documentalistas al momento de acceder a fondos del INCAA para solventar sus producciones.

«El nuevo régimen – cuenta Virna Molina, integrante de DOCAle permite al realizador presentar el proyecto él mismo, sin necesidad de la figura intermediaria de un «productor», como antes pedía el INCAA. Aparte, ya no pone la condición de que el proyecto se presente en 35 mm, y permite el formato digital, contemplando así las nuevas formas de producción que se vienen dando a partir de los nuevos desarrollos tecnológicos.»

DOCA1920_2005.jpg El nuevo régimen, que fue dado a conocer en abril, con las resoluciones 632, 633 y 639, establece también una nueva forma de otorgamiento de los fondos. De esta manera lo explica Virna: «Ahora, el productor, sea su ópera prima o su tercera película, sea estudiante recién recibido o con experiencia, puede presentar un proyecto, que va a ser evaluado, y si el jurado considera que ese proyecto es de interés o viable, lo selecciona, y el INCAA le da al realizador el subsidio a medida que va filmando, de manera escalonada. Es un sistema de pagos proporcional y escalonado según el estado en que esté la producción. Y se otorgará hasta 120 mil pesos por producción.

«Esto es importantísimo – remarca Virna, correalizadora del documental «Raymundo», entre otros – no sólo porque le garantiza al realizador contar con el capital de forma anticipada, sino también porque a medida que te van pagando vas rindiendo el dinero. Es decir, plantea más transparencia en el manejo de los subsidios.»

DOCA1920_2002.jpg En este sentido, coincide con su compañera el prosecretario de DOCA, Ariel Direse, cuando sostiene que hasta ahora, en el INCAA se vienen sosteniendo formas poco claras de manejo del dinero público. «Como hay tanta impunidad, les parece común usar términos como ‘la repartija de la torta’, – denuncia Direse – lo dijeron públicamente en una charla en el seno del BAFICI, donde hubo un debate. Estaban presentes las asociaciones DAC, PCI y DOCA, y se dirigían en esos términos. Y nosotros no queremos eso, sino la democratización y transparencia de los fondos públicos para que todos los documentalistas del país podamos hacer nuestras producciones

La figura del «realizador integral»

Otro de los cambios importantes que establece el nuevo régimen de fomento es el del reconocimiento de una figura muy presente en la realidad cotidiana de los nuevos documentalistas, pero que hasta ahora estaba ausente en las políticas del INCAA: el realizador integral. «Esto es muy importante. – remarca Virna – EL DOCA luchó mucho para que esto se reconozca, porque hasta ahora el INCAA sólo reconocía al director, productor o distribuidor. Ahora, con este nuevo régimen, reconoce la figura del realizador integral, que es la persona que se encarga de la dirección, la producción y la distribución del film. Esto permite al realizador no tener intermediarios.»

DOCA1920_2006.jpg De esta manera, si bien el nuevo régimen propone la compra de derechos de televisación de los documentales en canales públicos, no se queda con los derechos de proyección. Esto significa que el documentalista dispone completamente del uso de la producción. «Esto permite que uno pueda proyectar en una plaza, una fábrica o universidad», afirma Molina.

El problema de la conformación del nuevo jurado

Si bien el nuevo régimen de fomento encuentra conformes a los integrantes de DOCA, la controversia se generó a partir del método que se debe utilizar en la conformación del jurado que seleccionará cada año 40 producciones que van a ser subvencionadas por el INCAA.

Según los artículos 1°, 2° y 3° de la resolución 633, se dispone la creación de un «Comité de Evaluación de Proyectos Documentales» , que estará integrado por seis miembros, de los cuales uno es propuesto por el INCAA y ejercerá la Presidencia de dicho Comité, y los otros cinco «serán designados de acuerdo a la propuesta que efectúen las entidades que, con personería jurídica o gremial, representen al sector documental.» Este jurado se debe renovar cada año.

Ante esta novedad, el resto de las asociaciones de documentalistas del país se acercó al INCAA con el fin de tener representatividad en dicho jurado o comité. Estas asociaciones son el Proyecto Cine independiente (PCI), Directores Independientes de Cine (DIC), Directores Argentinos Cinematográficos (DAC), y Documentalistas Argentinos (DOCA).

«Nosotros queremos abrir un debate sobre criterios y sobre cómo se va a conformar el comité. – explica Virna Molina – Desgraciadamente, ya fuimos con esta propuesta a varias reuniones del INCAA con todas las asociaciones, pero no pudimos abrir ningún debate porque las otras tres asociaciones se sentaron a la mesa, presentaron una lista de nombres y propusieron a cuatro personas, y dejan un solo espacio para que DOCA presente un sólo representante. El tema es que entre las tres asociaciones no llegan a superar el 30 o 35 por ciento de los documentalistas del país

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Para DOCA, el criterio que debe primar es el de proporcionalidad en la representatividad en el jurado, que es, según sostienen, el único criterio legal que se usa en casos como estos. «En ese sentido, – sostienen – nosotros decimos que nos corresponden tres jurados, y luego hay otros dos que les corresponden a PCI, DIC y DAC, porque ellos representan a un sector muy pequeño y que no peleó por este nuevo régimen.»

DOCA denuncia que estas tres asociaciones aprovechan el momento y se «cuelan» en este comité porque el INCAA estableció un comité común para la «Cuarta Vía de Fomento», que es la vía clásica por donde pasan todos los subsidios para documentales, y por el otro, este el nuevo régimen de fomento.

La_crisis.jpg Según señala Molina, «se meten a decidir sobre el nuevo régimen justificando su posición en que ellos representan a la Cuarta Vía. Y, por ejemplo, una de las asociaciones representa alrededor de tres y dos personas. Si surgen casos como este, entonces, hay que profundizar en a quiénes representan estas asociaciones.»

Por su parte, Direse opina: «si el INCAA elige por la otra opción, es un fraude, una estafa . Nuestra opción es algo obligado frente al advenimiento de asociaciones complotadas entre sí para hacer perdurar un viejo sistema, viejas políticas.
Tiene que haber claramente un mecanismo proporcional. Dos personas es una asociación de hecho. Entonces, yo voy, me junto con otro, hago un trámite por la personería jurídica, voy al INCAA y digo que quiero tener un lugar en el jurado, ¿y listo?», se pregunta.

«Si nosotros quisiéramos de verdad quedarnos con el mando del jurado, – explicó el prosecretario de DOCA – hubiéramos ido de a dos, presentándonos como diferentes asociaciones, y tendríamos como 60 asociaciones. Pero nosotros no queremos esto, porque estaríamos fomentando una práctica política que no queremos.»

La discusión de fondo

Los integrantes de DOCA también dejan en claro que la discusión de fondo es por diferencias político-estéticas con el resto de las asociaciones.

la_crisi_2.jpg «El resto de las asociaciones caen en un facilismo que consiste en ubicarnos en la discusión de «lo profesional» versus «lo no profesional». – explica Direse – Y eso está más ligado a temáticas, a la concepción de que el cine político, por el sólo hecho de ser político, no es profesional. Y creo que hay una confusión de fondo, que no sé si la tienen o la hacen circular para generar confusión en el público. Todos somos profesionales, todos vivimos de esto. Lo que se discute es una metodología de producción. La verdadera discusión es lo industrial versus lo independiente. Lo industrial es lo que se vino haciendo hasta ahora, con la figura del director, productor, con películas que salen el triple de lo que deberían salir, burocracia, libredeudas, sueldos altísimos en el INCAA, SADAIC»¦ Una vía por la cual las producciones se convierten en cosas imposibles.»

Virna Molina sostiene que la asociación siempre tuvo un planteo diferente al resto desde que surgió en junio del año pasado: «Nosotros siempre planteamos que el documental es una razón de estado, no de mercado. A nosotros nos importa contar las historias. Es de lo que vivimos. Valoramos nuestro trabajo, y necesitamos que sea valorado, pero hay primero una necesidad de poder contar y comunicar a la gente, y no nos importa si el documental es o no rentable. Y eso nos diferencia del resto de las asociaciones.»

doca_poryeccion.jpg Los integrantes de DOCA también señalan que su forma de funcionamiento es otro elemento distintivo como asociación: «Nosotros funcionamos mediante asambleas. Las otras asociaciones no. Nosotros las decisiones las tomamos en asamblea, tenemos comisiones de trabajo, y tratamos de socializar la información para que le llegue a todos. Buscamos formas de producción nuevas, no son las formas de producción más antiguas, con la figura del director, del productor, etc., sino que trabajamos de forma más horizontal, como es la historia del documental. Porque la historia del documental es la de grupos más pequeños y homogéneos, donde las decisiones se toman en conjunto, donde hay una discusión permanente, donde los roles se rotan, y eso no quiere decir que no haya profesionalidad ni que no haya formación en el área en el que uno se desempeña.»

jornada_panoramica5-3.jpg Alejandra Guzzo (Vicepresidenta de DOCA), por su parte, defendió lo que hacen al remarcar que no tiene sentido «esa separación que siempre quieren hacer entre lo estético y lo político, cómo si lo político no tuviera una estética en sí mismo. Parecería como que en este tiempo, todo aquél que hace un documental político tiene que justificar de antemano cuál es la estética que va a usar, porque o si no eso no va a entrar en los marcos de lo aceptado por la crítica cinematográfica. Y creo que ese es ya un debate superado por la historia. No entendemos porqué permanentemente vuelven a querer imponer este debate. Y si nos vamos a poner más finos y puntillosos, el cine más político y militante del mundo es el cine norteamericano, que establece su forma de vida al resto de la humanidad. Si vamos a debatir algo, podríamos abordar porqué se demonizan determinadas temáticas y estéticas, y se van filtrando otras que proponen cosas peligrosas.

Por último, desde DOCA sostienen: «Si nuestra propuesta no es escuchada, nosotros la vamos a defender en todos los planos posibles – sostienen – , tanto desde lo legal como desde la acción directa, a través de todos los métodos que estén a nuestro alcance, como hicimos el 2 de marzo que nos movilizamos frente al INCAA en defensa del cine documental.


Para más información sobre DOCA y el plan de lucha que realizó para lograr el Nuevo Régimen de Subsidios al Cine Documental:

 http://www.docacine.com.ar

 Ver en esta misma sección: «El documental es una razón de Estado y no de mercado» (13-02-07) y «Movilización de documentalistas frente a las puertas del INCAA» (3-05-07).

Fernando Ruffa



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