Presos paraguayos: Contra el rechazo al pedido de refugio
Reproducimos comnicado de prensa:
Ante el rechazo del Gobierno Argentino del pedido de refugio político de los seis compañeros paraguayos que están en huelga de hambre desde el 15 de agosto en el penal de Marcos Paz
La Liga Argentina por los Derechos del Hombre, repudia en los términos más enérgicos la decisión del Gobierno Argentino, instrumentada por el Ministro del Interior Florencio Randazzo, de rechazar el pedido de refugio político.
Denunciamos que tal decisión constituye una grave violación a los derechos humanos de los compañeros paraguayos y una verdadera afrenta a la tradición argentina de solidaridad con las luchas populares de Nuestra América, desde el Ejercito Libertador de San Martín hasta la actualidad.
La responsabilidad del gobierno se agrava dado que fue su embajador, Rafael Romà , quien indicó a los compañeros que vengan a la Argentina, que la decisión se postergó por mas de treinta meses y que se toma ahora, en medio de una huelga de hambre iniciada el 15 de agosto por los compañeros como forma de reclamo por un derecho más que centenario en la Argentina y Nuestra América. Desde Sarmiento y Echeverrìa hasta Rodolfo Puiggrós o el actual Secretario de derechos humanos, Eduardo Duhalde (desde cuya Secretaria se dictó un despacho recomendando la negación del refugio), la institución del refugio político ha sido una conquista de los pueblos y un instrumento de lucha que, hasta ahora, ningún gobierno constitucional argentino, se había atrevido a cuestionar.
Nos permitimos llamar la atención acerca de que la así llamada Ley Antiterrorista, aprobada por el Congreso a pedido de Néstor Kirchner, plantea como una de sus cuestiones centrales la idea de Bush de que no se debe otorgar status de refugiado político a los «terroristas». Así, sin mencionarla, la Argentina se suma al coro de los países que aplican la doctrina del Acta Patriótica norteamericana.
Ahora, la vida y la libertad de los compañeros y la dignidad democrática de la Argentina están en manos de la Corte Suprema que debiera, con pronto despacho, rechazar el pedido de extradición de la Justicia Stroenerista y convalidado por el Juez Lijo. Es una hora de prueba para la lucha por los derechos humanos en la Argentina y Nuestra América, y nadie debería sentirse excluido de ella