18/09/2008

Mar del Plata: Detienen a civiles vinculados a crímenes de la dictadura

Reproducimos comunicado de prensa:

CINCOTTA Y ULLÚA, EN EL PENAL 44 DE BATÁN

Detienen a dos civiles CNU que formaron

parte del aparato represivo dentro del Ejército

Eduardo Cincotta es un reconocido abogado y fue secretario general de la Universidad Provincial de Mar del Plata. Pero también integró el grupo de ultraderecha CNU y después del golpe del 76 pasó a ser parte de la represión estatal como miembro del servicio de inteligencia del Ejército, dentro del GADA 601. Con él compartió esta labor Eduardo Salvador Ullúa, quien tiene su estudio de abogacía en Capital Federal y en los años previos a la dictadura se desempeñó como oficial segundo de la Fiscalía Federal de la ciudad, a cargo de Gustavo Modesto Demarchi.

Cincotta y Ullúa fueron detenidos en la noche del martes, imputados por numerosos crímenes de lesa humanidad. Se encuentran alojados en el penal 44 «“con régimen de alcaidía- de Batán y si bien rige secreto de sumario, ambos se habrían negado a declarar.

Ayer, en horas del mediodía, acudieron al juzgado de Alejandro Castellanos, quien se encargó de retirarlos del lugar sin exponerlos ante las cámaras de la prensa.

El operativo en Mar del Plata estuvo a cargo de la Policía Federal. El martes, cerca de las 22, dos móviles se allegaron hasta la esquina de avenida Colón y La Rioja , donde Cincotta tiene su estudio, ante la mirada de los clientes del tradicional café donde sabía acudir cada tarde. En tanto, Eduardo Ullúa fue apresado en su domicilio de Capital Federal.

En numerosos testimonios vertidos a lo largo del Juicio por la Verdad se pudo develar la participación de estos civiles dentro del circuito represivo.

La mujer del periodista Amílcar González «“secuestrado el 26 de marzo de 1976-, Graciela Lanfranconi, vio a Cincotta vestido de fajina en la oficina del jefe del GADA Alberto Pedro Barda, donde acudió en busca de datos sobre el paradero de su marido.

A su vez, el periodista José Luis Ponsico declaró que el 8 de octubre de 1976 un grupo de tareas ingresó a su departamento en el edificio de Larrea 3186. Tanto, el joven como un vecino del periodista, aseguraron que el jefe del grupo sería Eduardo Cincotta.

En la primera mitad de los «™70, los detenidos, integraron las filas de la agrupación de ultraderecha peronista CNU (Concentración Nacional Universitaria). Ullúa estuvo detenido imputado del crimen de la estudiante Silvia Filler en diciembre de 1971. Tres años después, en octubre de 1974 fue nombrado como oficial segundo de la fiscalía federal a cargo de otro CNU, Demarchi.

En una causa penal contra la CNU por crímenes de lesa humanidad que investiga el juez porteño Norberto Oyarbide, Cincotta aparece como quien contrata los servicios de sus «compañeros” Ullúa, Durquet, Delgado, González y Oliveros para desarrollar tareas de seguridad dentro de la Universidad , lo cual se tradujo en labores ilegales de inteligencia. Incluso, según mencionó un testigo en el Juicio por la Verdad , el subsuelo de la casa de estudios (donde actualmente funciona el rectorado) era utilizado como lugar de detención y tortura de estudiantes miembros de agrupaciones de izquierda.

Con el golpe de Estado del 24 de marzo de 1976, algunos miembros de la CNU «“el prófugo de la Justicia Fernando Delgado, Eduardo Ullúa y Eduardo Cincotta- pasaron a ser parte de la represión estatal. Según consta en los informes de la Dirección de Inteligencia de la Policía de la Provincia de Buenos Aires, estas personas «“que continuaban sus tareas bajo el mando de las fuerzas militares- eran consideradas «recuperables”.

Los hermanos Eduardo y Daniel Ullúa pasaron a desempeñarse en el área de inteligencia del Ejército, dentro del GADA 601: aportaban información y realizaban tareas de inteligencia respecto de militantes de izquierda a quienes se señalaba como subversivos.

Una resolución judicial firmada por el Tribunal Oral Federal Nº 1 cita el relato de un testigo que señala que Daniel Ullúa habría participado de la sesión de torturas a la cual fue sometido. Otro testimonio da cuenta que la esposa de un detenido por el Ejército reconoció a Eduardo Cincotta y a Eduardo Ullúa en la oficina del coronel Barda, titular del GADA 601.

En el informe secreto de la Prefectura Naval Argentina utilizado como prueba por el Tribunal, puede leerse: «El GADA 601, que siempre mantuvo hermetismo respecto de sus operativos, no cuenta con personal capacitado en inteligencia, en la medida en que las circunstancias lo aconsejan»¦ se valió de personas civiles que militaban en la Concentración Nacional Universitaria que llegaron a actuar con total impunidad en la ciudad”.

Actuar con impunidad, define el Tribunal, significa «lisa y llanamente el reconocimiento oficial de los atentados y homicidios que consumaron al amparo de la protección policial y judicial”.

– Contacto:

Dra. Gloria León(0223) 155-219500, abogada querellante.



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