Tucumán: Juicios y Memorias
Reproducimos comunicado de prensa:
Que se juzgue en Tucumán a los genocidas Antonio Domingo Bussi (quien fuera
comandante del Operativo Independencia
entre diciembre de 1975 y marzo de 1976 y gobernador de facto de la
provincia)
y Luciano Benjamín Menéndez, ex Jefe del Tercer Cuerpo del Ejercito con
asiento
en Córdoba, y que el mismo sea público permite un avance en el camino de la
justicia.
Este juicio es la resultante de
muchos años en la lucha contra la Impunidad, en donde las luchas populares
y la
resistencia de ciertos sectores de la sociedad, han podido encausar la
justicia
en este plano. En ello los Organismos de Derechos Humanos tuvieron su papel
fundamental: exigiendo juicio y castigo a los responsables y haciendo
frente a
los discursos que intentaron negar los crímenes del plan sistemático de
exterminio basados en la teoría de los dos demonios.
En el contexto en que se da este
juicio ambos acusados expresan íconos
muy fuertes en la historia de Tucumán. Menéndez y Bussi son
representantes, en
el ámbito provincial, de lo que fue el laboratorio y escuela del genocidio
en el país: el Operativo Independencia. Asimismo, Bussi condujo la
provincia durante la dictadura y luego fue electo como gobernador en
democracia
(1995). En este sentido el juicio tiene un peso para el conjunto de la
sociedad
tucumana y su historia.
A pesar de que Bussi fue
siempre un asesino confeso, el juicio en
curso y la alta probabilidad de la condena a los perpetradores del genocidio,
abriría en el ámbito provincial una posibilidad de resignificación de la
historia reciente de la provincia y, de hecho, sería un avance también en
la Resignificación de la memoria, que
sentaría las bases para poder reencontrar esa historia desde otro punto de
vista que es el del genocidio; el que aniquiló y eliminó no solo personas y
grupos, sino también, implantó un modelo político y económico, que afianzado
con la dictadura, permanece hasta nuestros días.
A pesar que en este juicio, Bussi
y Menéndez son juzgados por una victima, y su condena será probablemente por
su responsabilidad en el secuestro, tortura y posterior desaparición del
senador Vargas Aignasse;
dicha condena será también un disparador para comenzar a cuestionar los
apoyos
que, dentro de la justicia y la sociedad, hacen que no se juzgue por los
hechos perpetrados hacia un colectivo, sino a individuos, dispersando la
realidad de un proceso y dilatando asimismo las posibilidades de construcción
real de la justicia.
Por lo tanto, quedará a la vista,
asimismo la continuidad en los resortes de poder del estado de sectores que
apoyan el genocidio perpetrado en el país. Este juicio Oral y público es una
oportunidad para la resignificación de
la memoria, que permita contar la historia desde la verdad Histórica. Para
ello, el debate no debe sólo librarse en los estrados judiciales sino en el
conjunto de la sociedad, que en su totalidad padece en el hoy las
consecuencias
del genocidio que buscó aniquilar y eliminar, no solo personas y
grupos, sino también y sobre todo, torcer el ritmo de una historia y un
sentido
social, cultural, político y económico en el país.
En este sentido, es fundamental
apoyar y ampliar las múltiples iniciativas de diferentes sectores de la
sociedad que apuntan a acompañar a los cientos de sobrevivientes que
quedan en
la provincia de Tucumán y que aún hoy tienen miedo de hablar, a recuperar la
identidad de nuestros desaparecidos, sus luchas y los proyectos que
impulsaron.
Asimismo, la insuficiencia del
juzgamiento de Bussi y Menéndez por una víctima plantea como tarea actual y
urgente la necesidad de luchar para que los hechos perpetrados por los
genocidas sean juzgados como delitos cometidos hacia un colectivo y no a una
mera suma de individuos. De lo contrario, se dispersa la realidad de un
proceso
y se dilatan las posibilidades de construcción real de la justicia.
Agilizar los juicios requiere el
armado de causas por centro clandestino de lo contrario, no solamente se
dilapida esfuerzo y tiempo en los juzgados, abriendo nuevamente las heridas
sufridas a los testimoniantes con la reiteración constante de los
testimonios y
declaraciones, sino que también se
desdibuja la dimensión del plan sistemático de exterminio, se oculta el
genocidio en un delito contra individuos.
A 33 años
continuamos exigiendo
Juicio y Castigo a todos los responsables militares y
civiles del Operativo Independencia
Aparición con vida ya de Jorge Julio López