22/02/2008

Hoy 18hs: Escrache a Cámara de la Indumentaria infantil

Difundimos comunicado de la Unión de Trabajadores Costureros

VIERNES 22 A LAS 18 HORAS EN LUIS MARIA DRAGO 315

ESCRACHE A la Cámara Argentina de Indumentaria de Bebés y Niños (CAIBYN)

EN REPUDIO A LA LEY QUE PRETENDE LEGALIZAR LA ESCLAVITUD EN LOS TALLERES CLANDESTINOS

La semana pasada los líderes de los empresarios de la industria de la indumentaria,
Ignacio De Mendiguren (Camara de la Indumentaria) y Victor Hugo Benyacar (Camara
Argentina de la indumentaria de Bebes y Niños) reconocieron públicamente ante el
Ministro de Economia que el 78 % de la industria que ellos explotan está en negro.

Eufemismo con el que admiten que basan su producción en talleres clandestinos donde
abunda el trabajo esclavo, la explotación de menores e indocumentados y la trata y
el trafico de personas. Después de dos años de lucha, la Alameda demostró y denunció
ante el juzgado Federal, junto a la Defensoría del Pueblo primero y la Subsecretaria
de Trabajo después, que 85 marcas basan su producción en esta inhumana modalidad
laboral que viola los más elementales derechos humanos y laborales.

La ley de trabajo a domicilio (12.713) hace responsables a las marcas por las
condiciones de trabajo de los talleres donde mandan a confeccionar sus prendas.

Abiertamente De Mendiguren y Benyacar hacen aplogía del delito confesando que la
mayoría de su industria está en la clandestinidad.

La causa fundamental de esta infame situación que esclaviza a más cientos de miles
de costureros en todo el país, radica en la perversa distribución de los costos
dentro de la cadena de valor. Por cada prenda que se vende a $ 100 en un comercio,
el taller recibe apenas $ 3,25 y el costurero que la confecciona $ 1,87.
El costo de
la materia prima oscila entre los $ 11 y $ 14. Esto significa que el costo total de
la confección de la prenda nunca supera el 16 % del precio final de la prenda.

Descontados los $ 22 de impuestos y los $ 10 de alquiler, las marcas se llevan
limpio $ 52, más de la mitad del valor de la prensa, mientras el taller se lleva
menos del 4 %. En estas condiciones, todos los talleres están condenados a la
precarización.

Lejos de pensar en redistribuir la torta dentro de la cadena de valor y en cumplir
con lo que establece la ley de trabajo a domicilio, los empresarios ahora prentenden
naturalizar la superexplotación en los talleres clandestinos, presionando a derogar
la ley 12.713, que ellos abiertamente violan.

Lamentablemente, el Ministerio de
Trabajo en lugar de investigar y sancionar a los que no cumplen la ley, los premia
prometiéndoles que derogara la misma y presentará una nueva ley de trabajo a
domicilio.

Benyacar, presidente de CAIBYN, ha presentado una propuesta de ley nefasta que
cuenta con el visto bueno de todos los sectores empresarios de la indumentaria
.
Este proyecto pretende:
1) Desligar toda responsabilidad de las marcas respecto a los
talleres donde confeccionan sus prendas;
2) Que la estructura de costos se rija por
la oferta y la demanda, o sea, que todo siga igual en el reparto de la torta;
3)
Convertir al taller en monotributista y en trabajo eventual dejando en banda a los
costureros en períodos de baja temporada; 3) Eliminar la indemnización y
reemplazarla por un subsidio miserable para el costurero,
4) No hacerse responsable
por los costureros que estén en negro en cada taller; 5) Que los inspectores de
Trabajo se conviertan en «asesores» de los talleres «aconsejandoles» los pasos de
habilitación.

Con este proyecto un taller clandestino donde los costureros tengan radicacion
precaria y monotributo, pasará a ser un taller «en blanco». Si practica la trata y
el trafico, si la jornada laboral se extiende hasta el infinito, si estan encerrados
sin poder salir del taller, etc no tendrá ninguna importancia para la marca que ya
no es responsable por los mismos.

Las consecuencias de este proyecto son nefastas:

 1. Multiplicará los talleres
clandestinos por todos el país que jugaran al truco con las inspecciones con una
simple radicación precaria y la inscripción como monotributista;

 2. Las marcas no
modificarán la perversa estructura de costos y seguirán llevándose más de la mitad
de la ganancia;

 3. Las fábricas en blanco despedirán personal en masa porque será
«más barato» tercerizar en talleres clandestinos que fomentar el trabajo bajo
convenio.

En una palabra: se legalizaría la esclavitud.

Tal es la razón por la cual, la Alameda y la Unión de Costureros ha resuelto un plan
de lucha en defensa de la ley de trabajo a domicilio. Comenzamos escrachando a los
autores ideológicos de la nefasta idea de legalizar la esclavitud, que son los
directivos de CAIBYN.

Contacto:
Gustavo Vera

La Alameda – Unión de Trabajadores Costureros

Te: 1561584835



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