El arte como expresión de lucha y memoria
Diversos grupos artísticos cubrieron de murales, música y expresiones artísticas alternativas la Estación Darío y Maxi (ex Avellaneda) para repudiar los asesinatos impunes de Darío Santillán y Maximiliano Kosteki. Por Prensa de Frente y ANRed.
Fotos: Lizbeth Arenas Fernandez y ANRed.
En días en que el arte es entendido como un bien o mercancía de consumo más, que se compra o se vende, de la misma manera en que uno compra productos en un supermercado, hay aún grupos artísticos alternativos, ligados a las luchas y causas populares, que siguen dando el ejemplo de que aún se puede resistir con un arte que exprese algo más que una mera producción orientada a la comtemplación abstracta y acrítica de un sujeto pasivo.
Muestra de ello fue la jornada cultural que diversos grupos artísticos alternativos o under realizaron ayer en la hace poco bautizada Estación Darío y Maxi (ex Avellaneda), en homenaje a Darío Santillán y Maximiliano Kosteki, asesinados por la Policía Federal hace cinco años.
«La jornada de hoy es para recordar a los compañeros que lucharon junto a nosotros. – explicó «Figu», del grupo Filete Colectivo – Si ellos hoy estuvieran junto a nosotros, estarían luchando. Nosotros creemos que con lo que nosotros podemos hacer, o sea, pintar, podemos transmitir un mensaje para la gente. Nosotros luchamos desde el arte. El arte es nuestro lugar principal de lucha y de trabajo, es un lugar donde reflejar lo que uno quiere expresar.»
La jornada, que comenzó a las 10, contó con una gran multiplicidad de murales a lo largo y ancho de la estación, además de varios números teatrales y presentaciones de bandas de música under, y culminó finalmente con una marcha de antorchas hacia el puente Pueyrredón durante la noche.
Por su parte, Víctor, muralista chileno, destacó la importancia de este tipo de actividades para mantener la memoria, porque, según expresó, «sin memoria no avanzamos.» Con respecto al lugar que tiene el arte como expresión de lucha, señaló que «el muralismo, que es lo que hacemos nosotros, es la manera de plasmar en los muros lo que la prensa y los grupos económicos pretenden ocultar. Desde el arte podemos aportar de manera muy fuerte. Y creo que hay una carencia en ese sentido. Antes se veían más movidas artísticas de organizaciones políticos, y tenemos que recuperarlo y seguirle dando, porque la tarea esta es tan importante como la del dirigente sindical o barrial.»
«Hay que tener una visión desde la orgánica revolucionaria con respecto al arte.»– analizó Víctor – El arte tiene que dejar de ser un bien de consumo, al que solamente puedan acceder los que tengan poder adquisitivo. El arte tiene que estar en todos lados y tiene que ser parte del nuevo proyecto político que se esté armando. El sistema se ha encargado de vaciar el arte, de dejar al arte como una cosa aislada, fuera del campo social. Y estamos para terminar con eso»,subrayó.
Además de artistas plásticos, muralistas y pintores, también participaron de la jornada cultural de protesta grupos teatrales, actores monologuistas, poetas y grupos de música alternativa de diferentes géneros, como el rock, el folclore y el hip-hop.
En el caso del actor Javier, «El Gallego», su intención al participar de la jornada fue colaborar con un granito de arena con su monólogo «Catarsis de junio en la Estación Avellaneda». Es sobre el momento en que lo asesinan a Darío. – contó y recordó- a mi ese hecho me dio mucha bronca e indignación, como a toda la gente, y me puse a pensar que estaría pensando él en ese momento donde se lo ve en la estación tirado en el piso rodeado de canas.»
El Grupo de Teatro La Toma, de La Toma de Lomas de Zamora, sentó su posición con respecto a la función de arte en las luchas populares diciendo que «es una transformación al pensamiento, a ejercer el pensamiento en sí. Es un motor para el cambio y generador de revoluciones. Es buscar el cambio de lo que somos; no buscarlo en otro lado, sino desde lo que hacemos.»
La música se hizo presente, también, de parte gente como Alejandra Ravinovich, cantautora y docente, que entonó varios temas folclóricos de su autoría, todos con contenido social. La cantante explicó como vivió aquellos días del 26 de junio de 2002: «Desde que pasó lo de Darío y Maxi fue un impacto muy fuerte, porque sigue pasando lo mismo. Yo tengo un hermano desaparecido, y es como que uno tiene esa convicción de decir «Ningún desaparecido más», «Ninguna muerte más». Estamos peleando por la justicia y por los sueños que implantó esta generación de los 70′.»
Además, la artista, que ya grabó tres discos de manera independiente, habló del lugar que para ella viene a tener el arte en las luchas populares: «El arte es una respuesta que nos puede salvar, – expresó – por eso es importante siempre ir generando (a pesar de que es difícil hacer montajes escenográficos como el de hoy) un espacio o lugar para la canción con contenido, que es un poco como la función del viejo trovador que iba contando las verdades.»
Además de los grupos mencionados, participaron Repique, el Frente de Artistas Victor Jara, el taller de Hip Hop del Barrio Argüeyo, Cabra del grupo Las Manos de Filippi y Contraviento.
