Nueva jornada de la carpa docente
La Conadu Histórica reinstaló el jueves y el viernes la carpa docente frente al Ministerio de Educación, en reclamo por aumento presupuestario, media canasta para el cargo testigo, salario para los ad honorem, 85% móvil para los jubilados y democratización de los gobiernos universitarios.
El jueves y el viernes, la Conadu Histórica volvió a instalar la carpa docente frente al Ministerio de Educación. A lo largo de los dos días se dictaron alrededor de 20 clases, con docentes y estudiantes de las facultades de Ciencias Sociales, Filosofía y Letras, Ciencias Exactas y Naturales, y Psicología. Lo mismo sucedió en las sedes de Ciudad Universitaria, el hall central de la Facultad de Ingeniería y, particularmente, en la de Tucumán.
Al igual que en jornadas anteriores, la medida se llevó a cabo también en distintas universidades del país -Litoral, Comahue, Centro, Tucumán, Salta, entre otras-, con los mismos reclamos y en apoyo a la contrapropuesta elaborada por la Conadu Histórica: aumento presupuestario, en respuesta a la emergencia financiera declarada oficialmente o comprobable en los hechos; media canasta para el cargo testigo; salario para los docentes ad honorem, ante la omisión del tema en la propuesta estatal; 85% móvil para los jubilados y democratización de los gobiernos universitarios.
La Conadu Histórica aclaró además que si sigue sin recibir respuestas para sus reclamos, las medidas continuarán en la segunda mitad del año. Por otro lado, si bien la propuesta estatal fue firmada por Conadu, Ctera y Fedun, aun no se cumplió dado que el Gobierno no pagó el incremento prometido para mayo.
«Sabemos que nos falta mucho, pero también que tuvimos conquistas importantes»
Fabiola Ferro, secretaria de Prensa de la Asociación Gremial Docente de la UBA, destaca que, a pesar de la falta de respuesta, en los últimos años las conquistas fueron importantes. «Hay que pensar estas jornadas en perspectiva. Nosotros estamos en plan de lucha desde mayo de 2004 y conseguimos cosas: incrementos y blanqueo salarial; el reconocimiento de que hay 31 docentes que trabajan sin cobrar, violando la misma Constitución porque el trabajo se presupone oneroso en el artículo 14 bis… Sabemos que nos falta muchísimo, pero también sabemos cuáles son los métodos: los petitorios, los paros, las marchas, las carpas. Después, por supuesto, hemos pasado por flujos y reflujos, pero sabemos que ésas son las formas».
Los reclamos se repiten: «Salario igual a canasta familiar, con incrementos proporcionales para todos los cargos. Pedimos salarios para todos, no puede haber más trabajo gratuito. Reclamamos jubilación móvil, el Gobierno habla de superávit en el ANSES pero sigue manteniendo a los jubilados en condiciones indignas. Y pedimos también aumento de presupuesto».
La demanda por el incremento presupuestario apuntan a dos cuestiones específicas. Por un lado, la pésima situación edilicia de algunas facultades. «El caso de Sociales es clarísimo, estamos reclamando por un edificio único y lo que hacen es inaugurar la quinta sede: Marcelo T., Ramos Mejía, Tucumán, el Gino Germani -que como está cerca de MT uno no lo cuenta pero en realidad es otra sede- y ahora la de Constitución». Por otro, el ajuste que empuja a las universidades a buscar financiamiento mediante la generación de recursos propios: «hacer negocios con las grandes empresas para conseguir los fondos que el Estado no les da».
Esto, explica Fabiola Ferro, está íntimamente vinculado a la democratización y al modelo de Universidad que se pretende. A la democratización porque son «los gobiernos universitarios en manos de pequeñas minorías los que garantizan hacia dentro de la Universidad la implementación de ese tipo de políticas y los que firman los convenios con esas empresas». Al modelo educativo en tanto que se define el para qué. «A lo que apuntamos es a una Universidad que no produzca conocimientos para Techint o para Bagó, sino para las necesidades del pueblo trabajador. Que no se dedique, en el caso de arquitectura, por ejemplo, a construir las megatorres que además causan graves problemas ambientales y de salud, sino que produzca viviendas populares para los trabajadores en un país donde cada vez hay más problemas habitacionales».