17/06/2007

«Basta con acercarse a una asamblea de los chicos para ver que la minoría es el Consejo Superior de la UBA»

Asamblea del Carlos PellegriniLa voz de los alumnos de los tradicionales colegios secundarios, Carlos Pellegrini y Nacional Buenos Aires, que vienen protagonizando una serie de medidas en reclamo de la democratización de las instancias de decisiones en materia de elección y gestión educativa, es silenciada por el tratamiento informativo mediático. En esta nota, Facundo Barrio, egresado 2006 y colaborador de la lucha estudiantil del Nacional Buenos Aires, analiza el conflicto desde la visión del estudiantado.


No es habitual encontrarse en pleno micro-centro porteño a las ocho de la mañana de un miércoles helado con una cuadra abarrotada de adolescentes. Es difícil estimar cuántos había, pero se habló de unos trescientos o cuatrocientos.

Los chicos del Colegio Nacional de Buenos Aires (CNBA) y de la Escuela Superior de Comercio Carlos Pellegrini (ESCCP), junto con el Instituto Libre de Segunda Enseñanza (ILSE) son las escuelas preuniversitarias dependientes la Universidad de Buenos Aires, se instalaron la mañana del 23 de mayo en Viamonte al 400 con un objetivo claro: que el Consejo Superior, máxima autoridad resolutiva de la UBA, se hiciera cargo de sus reclamos históricos, en cuanto a la democratización en la toma de decisiones en la universidad pública y en especial, por propiedad transitiva, en los propios colegios. Y si no, que no sesionara.

No estaban solos: si bien conformaban la amplia mayoría, los acompañaban una importante parte del plantel de docentes independientes, de la Asociación Gremial Docente (AGD-UBA) y la Federación Nacional de Docentes Universitarios (CONADU Histórica) -a excepción de la gremial oficialista CTERA-, no docentes, padres, ex alumnos y estudiantes universitarios.

PELLE.jpgTodos ellos indignados por la insistencia de una de las camarillas más excluyentes del país, encabezada por el rector Rubén Hallú, en continuar con su proscriptiva política de considerar a los estudiantes incapaces de participar con eficiencia y seriedad en la toma de decisiones vitales como ser la designación de los rectores de ambos colegios.

Paradójicamente, sí los consideran capaces de enfrentar un ritmo académico bastante parecido al de la propia Universidad. [1]

El nombramiento de los rectores funciona así: los aspirantes al cargo presentan sus proyectos y veintiocho personas, de las cuales trece son decanos, entre cuatro paredes deciden cuáles son los candidatos que mejor encajan con sus planes para ambas escuelas. No cabe la posibilidad, ni siquiera, de una consulta a la Comunidad Educativa; como si esto fuera poco, el CNBA y la ESCCP no gozan de unidad académica por lo que no cuentan con ningún representante dentro del Consejo.

Así es como, por ejemplo, el Dr. Horacio Sanguinetti -quien diciéndose «el rector de la democracia» ha clausurado sistemáticamente los canales de diálogo dentro del Colegio, y hoy asesora a Mauricio Macri en materia educativa- ocupó durante veintitrés años el sillón de la rectoría del Buenos Aires.

Los cargos de los rectores de «el Pelle» y «el Nacional» vencieron este año. Con los antecedentes de lo acontecido con la Asamblea Universitaria en el 2006 y sobre todo el de la Toma del Buenos Aires en ese mismo año -en la que los alumnos ganaron, entre otras reivindicaciones, la conformación de Consejos de Convivencia resolutivos integrados por autoridades, docentes y alumnos, y la derogación de una ridícula resolución firmada por Sanguinetti que preveía la pérdida de la regularidad para todo aquel que se atreviera a pensar en una toma.

El reclamo vigente desde la vuelta a la democracia tomó más fuerza que nunca convirtiéndose en el objetivo central de los centros de estudiantes de ambos colegios.

A él se sumaron otros tres reclamos que son fundamentales:

 En primer lugar, la consolidación de Consejos Resolutivos, es decir, órganos de gobierno que limitarían la tradicional capacidad de los rectores de dirigir las escuelas a su antojo, abriendo las puertas en igual medida y proporción a todos los sectores de la Comunidad Educativa para tomar decisiones sobre los asuntos más relevantes de la vida escolar.

 Por otra parte, la titularización del claustro docente es un tema que preocupa a alumnos y profesores: la mayor parte de los docentes del Buenos Aires y el Pellegrini trabajan hoy como «interinos», de manera que la renovación de sus contratos depende de la voluntad de las autoridades (y, en alguna medida, de su «buen o mal» comportamiento político).

 Por último, los chicos del Buenos Aires elevaron al Consejo Superior un reclamo que data del 2005 dentro del Colegio: que se garantice que no se firmará la concesión por su campo de deportes a la poderosa Corporación Antiguo Puerto Madero Sociedad Anónima, entidad encargada y prácticamente dueña de la zona de Puerto Madero creada por voluntad del ex presidente Carlos Menem y su entonces delfín en la Ciudad, Carlos Grosso, y de dudosa legalidad constitucional.

Así, desde principios de año, los alumnos venían planificando y obteniendo resultados con su lucha. Hasta ese miércoles 23 de mayo todo parecía encaminado. Pero finalmente ocurrió lo que muchos consideraban el desenlace obvio de la situación: ante la imposibilidad de sesionar, y luego de que desde el Consejo se dijera literalmente que «los rectores serían electos aunque tuvieran que hacerlo debajo de la mesa», el señor Hallú designó a Virginia González Gass y a Juan Carlos Viegas para el CNBA y la ESCCP respectivamente ad referéndum, es decir, a través de un decreto firmado únicamente por él que debería ser refrendado por el Consejo unos días más tarde.

«El Claustro Central fue colmado por alumnos de los tres turnos y la noticia comenzó a circular por los medios»

A continuación una entrevista a Julián Eyzaguirre, alumno de cuarto año del colegio Nacional Buenos Aires y Consejero de Convivencia por el Turno Mañana.

 Julián, ¿cuál fue la reacción de los estudiantes ante la designación ad referéndum de Virginia González Gass y Juan Carlos Viegas como rectores del CNBA y de la ESCCP respectivamente?

Nacional Bs AsAl momento de la designación por decreto del Dr. Hallú de los rectores para los colegios preuniversitarios, el miércoles 23 de mayo por la mañana, la situación en los dos colegios ya era distinta: en el caso del Pellegrini, el establecimiento había sido tomado previamente, mientras que en nuestro colegio únicamente se había levantado el turno mañana para movilizarnos al Consejo.

Luego de enterarnos de la decisión, convocamos a una asamblea de urgencia a las doce del mediodía en el Colegio, que tuvo una respuesta muy positiva: el Claustro Central fue colmado por alumnos de los tres turnos y la noticia comenzó a circular por los medios.

En la misma, entre la perplejidad y el enojo que teníamos todos, se decidió unánimemente tomar el Colegio y se debatió en una larga discusión qué pliego de consignas y reivindicaciones se sostendrían en la medida.

Los chicos del Pellegrini, por su parte, volvieron al colegio y continúan con la medida de fuerza hasta el día de hoy. Las cosas se dieron de manera distinta en ambas escuelas principalmente porque en el caso de nuestro colegio, no fueron electos los que la mayoría considerábamos los «peores» de los candidatos, como lo eran Jacovkis y Zbar.

La decisión de asignarle el cargo a González Gass fue sorpresiva y todo esto se refleja en que, por ejemplo, se votó darle la oportunidad de tomar la palabra en la asamblea y hablar al respecto. Sin embargo, lo que decidimos en el Buenos Aires fue que se aceptaría la asignación de un rector por parte del Consejo siempre y cuando éste obtuviera su cargo a modo de interinato y que el mismo fuera refrendado recién cuando se ejecutara una reforma estatutaria que estipulara la democratización de los preuniversitarios y su unidad académica.

Se sostuvo, además, que aceptaríamos que González Gass asumiera siempre que respetara los reclamos que venimos trabajando desde principio de año: en principio, que se conforme un Consejo de carácter resolutivo integrado por todas las partes de la Comunidad Educativa, que el Colegio se declare institucionalmente en contra de la venta del campo de deportes y, esencialmente, que la rectora procurara que la lucha por la democratización ya no fuera encarada sólo por los estudiantes sino que se comprometiera, acorde con el proyecto que presentó en el Consejo Superior, a apoyarnos en este sentido. En este contexto, la toma fue levantada al día siguiente y hoy seguimos trabajando atentamente en el asunto.

Por su parte, los chicos del Pellegrini sostuvieron que no permitirían el ingreso al Colegio de Viegas y que continuarían con la medida de fuerza, y su reclamo central también fue que el Consejo Superior decretara un cambio en la forma de gobierno del Colegio hacia la implementación de Consejos Directivos con carácter resolutivo.

Carlos Pellegrini. Gentileza Desde El Aula

Además, en concordancia con un sector de los docentes (la mayoría agremiados en la AGD) y no docentes, pidieron la titularización de los profesores y el pase a planta permanente del sector no docente.

 En dónde radica la diferencia entre la actitud de Viegas y la de González Gass para que los alumnos del Pellegrini siguieran otra forma de lucha?

Viegas, en su proyecto como aspirante al rectorado, plantea un cambio profundo de la orientación académica que tiene la ESCCP. Si bien hoy los alumnos tienen desde tercer año muchas materias orientadas al ámbito comercial, no se deja de lado el proceso de formación humanística y social que los estudiantes defienden.

El proyecto de Viegas propone la eliminación de materias de carácter humanístico para darle al colegio una estricta y definitiva orientación comercial y mercantil. Es por eso que dentro de los reclamos que hasta la fecha se sostienen en la toma del Pellegrini, figura el interés en mantener la orientación que el rector Abraham Gak, apoyado por un amplio sector de los padres, le ha dado en su mandato al Colegio, así como la continuidad de actividades de Acción Social que se desarrollan hace ya varios años.
En este sentido, Viegas no se ha mostrado dispuesto a abrir un canal de diálogo efectivo y real con alumnos, padres y docentes.

Gass en el Buenos Aires

Virginia González Gass fue presidenta de la Asociación de Profesores del Nacional de Buenos Aires y en el 2006, luego de la Toma y de la renuncia del entonces cuestionado vicerrector del turno tarde Arnoldo Siperman, fue designada en el cargo. Coordinadora del área de Educación de la Legislatura porteña durante la presidencia de De la Rúa y delegada de CTERA, en donde tiene un largo camino recorrido, pasó de ser profesora no titular de Literatura a rectora del Colegio en menos de un año.

De familia radical, se jacta de haber militado en el Partido Socialista desde los doce años y no se cansa de citar con orgullo a Juan Domingo Perón. En su breve paso por la vicerrectoría del Buenos Aires ha encabezado el primer Consejo de Convivencia resolutivo en varios años, pero no ha tenido mucho tiempo para desarrollar cambios sustanciales.

Durante la toma del 2006, fue muy cuestionada por transmitir un supuesto mandato de la Asociación de Profesores cuya ilegitimad fue puesta en evidencia cuando en una asamblea general de docentes se votó mayoritariamente lo contrario a lo que ella había transmitido.

Sin embargo, supo ganarse el apoyo de algunos estudiantes con su política de «puertas abiertas» en la vicerrectoría, en un peligroso doble juego con el Dr. Sanguinetti que le permitió desenvolverse sin problemas.

Hoy promete cumplir con los reclamos de los estudiantes, y probablemente lo haga más por conveniencia gremial (ser la primera rectora de la historia del Nacional de Buenos Aires no es poca cosa en CTERA) que por convicción política.

Por lo pronto, en su primera acción como rectora ha designado a los vicerrectores de los turnos mañana y tarde sin consultarle a nadie. Hoy los alumnos aguardan, por ahora con paciencia, que el «acta de compromiso» que firmaron con ella el día de la toma sea llevado a la práctica.

El «Pelle» pelea

En tanto, los chicos del Pellegrini se movilizaron nuevamente al Consejo Superior para evitar que la designación de Juan Carlos Viegas fuera refrendada, en un acto que llamó la atención por una gran presencia de padres.

El Consejo no sesionó y la sensación es que los intereses de las máximas autoridades de la UBA se contraponen, una vez más, a los de quienes constituyen la mayoría y el motivo de la universidad pública: docentes y estudiantes.

Los medios masivos, por otra parte, parecen empeñados en dar una versión parcial y simplista de la situación, citando una y otra vez a Hallú diciendo que los alumnos del Buenos Aires y el Pellegrini son una minoría «aparateada» por partidos políticos con influencia en la Universidad que no están dispuestos al diálogo bajo ningún punto de vista.

Basta con acercarse cinco minutos a una Asamblea de los chicos para concluir que la minoría es, sin lugar a dudas, el Consejo Superior, y que los ataques sistemáticos de sus máximas autoridades para desprestigiar el reclamo de los alumnos, en una actitud que se ha hecho tradición desde la época de Shuberoff, no merecen ningún comentario.


[1] Rubén Hallú, debe recordarse, fue electo en su cargo por una Asamblea Universitaria que tuvo que sesionar en el Congreso de la Nación a puertas cerradas, violando por un lado la autonomía universitaria (que sólo permite sesiones en dependencias de la UBA) y el Estatuto que el Consejo Superior dice defender, que explicita el carácter abierto que deben tener las sesiones. Ese día fueron brutalmente reprimidos por la Policía Federal consejeros estudiantiles, docentes, universitarios y secundarios que intentaban hacer uso de su derecho de presenciar la Asamblea. El reclamo se centraba en la necesidad de democratizar y ampliar el gobierno universitario, cuya composición no es acorde a las proporciones reales de los actores de la UBA. A este se sumaron otros pliegos, como ser la triplicación del presupuesto educativo, sueldo para los docentes ad honorem, gratuidad de los posgrados, pase a planta permanente de los no docentes y voz y voto para ellos en la Asamblea y en el Consejo Superior, titularización del claustro docente (menos del 2% está concursado)



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