08/06/2007

Secuestraron por segunda vez al hijo de una pareja de militantes de DD.HH.

Foto Archivo ANRedEl chico de ocho años sufrió dos secuestros en poco más de quince días. Con un arma en la nuca, le preguntaron sobre la militancia de sus padres en la Coordinadora Antirrepresiva del Oeste y le dejaron una advertencia muy clara: Que se dejaran de joder porque la próxima vez iban a matar a los cinco hijos de la pareja. La oleada de amenazas e intimidaciones a militantes también parece haber llegado ahora a sus hijos.


El chico de ocho años había sido raptado por unas horas el 18 de mayo cuando salía de la escuela en Malvinas argentinas. Cuando iba caminando a tomar el colectivo fue interceptado por unos hombres y obligado a ingresar a un Falcon blanco. Conducido a un galpón, con un arma en la nuca, los secuestradores fueron claros en el mensaje a la madre del menor y su pareja, militantes de la Coordinadora Antirrrepresiva del Oeste: «Que se dejen de joder porque la próxima son boleta los cincos», en referencia al chico y sus cuatro hermanos.

El menor fue liberado en un barrio vecino al suyo. Cuando la madre, Débora Bussolini, fue a radicar la denuncia a la dependencia policial de la zona, la comisaría 2º, los efectivos le dijeron que en todo General Rodríguez no había un solo Falcon blanco. Otras fuentes confirmaron que esa jurisdicción cuenta con por lo menos con tres autos de ese modelo.

El martes 5 la historia se volvió a repetir. Cuando el chico se bajó del colectivo para caminar hacia el colegio, paró en el quiosco y cuando salió del comercio fue nuevamente introducido por la fuerza al mismo Ford Falcon blanco. El interrogatorio no se hizo esperar. «Con quién están militando», le gritaban. Y una pregunta volvió a repetirse: «Lo vuelven a interrogar sobre a qué actividad había ido mi compañero, siendo- como la otra vez- que mi compañero estaba en una actividad», relató a ANRed, Débora Bussolini.

Pocos minutos antes de que el chico llegara a su casa, sonó el teléfono y atendió su hermanita. «Ya les dijimos que se dejaran de joder con la militancia», fue el mensaje. Segundos después, aparece el nene de ocho años, quien había sido dejado por sus captores en el barrio Agua de Oro, una zona cercana a su domicilio.

En el día de ayer, el menor debía presentarse a declarar al Juzgado de Menores Nº 3 con asiento en Moreno dependiente del Departamento Judicial de Moreno pero no pudo hacerlo. «Hoy me presenté con el escrito denunciando lo que había pasado y explicando que mi hijo no quiere saber nada con salir, que está con mucho miedo todavía», explicó Débora Bussolini. La madre recibió como respuesta de las autoridades judiciales que ellos serían los encargados de determinar si el chico de ocho años estaba en condiciones de declarar o no.

Por su parte, Bussolini patrocinada por Jorge Brioso, abogado de la Liga Argentina por los Derechos del Hombre (LADH), presentó un escrito para que tome intervención la Justicia Federal en la causa por el doble secuestro y amenazas.

La oleada represiva que viene azotando a los militantes parece haber llegado también hasta sus hijos. A casi nueve meses de la desaparición de Jorge Julio López, día a día, se conocen denuncias de intimidaciones y aprietes a integrantes de organizaciones en lucha. Meses atrás, secuestraron por horas, a Carlos Leiva del Frente Darío Santillán y lo amenazaron con convertirse en el segundo desaparecido, en alusión a López. La lista de persecuciones la completan llamados telefónicos, grabaciones de conversaciones y fotografías en movilizaciones. La lista parece volverse cada día más extensa.

Más información:

 Dr. Jorge Brioso (LADH)4713-8756/15-6-093-5322

 Débora Bussolini 15-6-362-2496



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