Chile: prisionero político en huelga de hambre
Hardy Peña, prisionero en la cárcel de Alta Seguridad desde hace 13 años, envía el siguiente comunicado:
Al iniciarse la quinta semana de mi nuevo encarcelamiento, y, ante la falta de voluntad política de quienes pueden resolver mi situación, he decidido recurrir, una vez mas, a la única herramienta de presión, protesta y sensibilización, que tengo a mi alcance: la huelga de hambre.
A partir de hoy, 17 de enero de 2006, se abre un nuevo escenario en esta coyuntura, de ya un mes de duración, y con el tema electoral resuelto. Comenzó el 21 de Diciembre de 2005, con mi arbitraria detención por parte de gendarmería, medida avalada por el gobierno, y justificada en faltas menores, revocándoseme el régimen de reclusión nocturna, logrado tras un consecuente y combativo período de luchas, articulado en extensas movilizaciones, incluidas largas huelgas de hambre, donde cumplí a cabalidad mi papel en primera línea, permaneciendo por 13 años en las cárceles de los gobiernos concertacionistas.
Una huelga de hambre, de casi dos semanas de duración, ayudó a instalar esta situación de injusticia y mantenimiento de la prisión política. A contar del lunes 2 de Enero, suspendí la huelga de hambre, para dar tiempo y espacio a una solución técnico-política. Ha transcurrido un plazo prudente de espera a las gestiones realizadas, a las solicitudes presentadas, y a las movilizaciones llevadas a cabo en tal sentido. Evasivas, falsa información, puertas cerradas, ha sido la disposición y respuesta de la autoridad penitenciaria y gubernamental, que ha pretendido borrar con represión lo que se consiguió con decisión y convicción de ser libres.
Cuando pude, por fin, volver a vivir en libertad, junto al último grupo de compañer@s de esta generación, se comenzó a cerrar un proceso de lucha contra la prisión política, desarrollado por prisioneras y organizaciones e instancias de participación populares y sociales, amig@s, individualidades progresistas y familiares. Este amplio movimiento ha sido golpeado con la apertura de esta nueva arista represiva y encarceladora.
Recurro nuevamente a esta medida extrema de poner salud y vida en primera trinchera de lucha, como instrumento de presión política, ante la indiferencia de much@s y exigido por el anhelo de recuperar mi interrumpida libertad.
Pido que se difunda esta realidad por todas partes, que se solidarice con mi causa, con imaginación, audacia y actitud. Hago un llamado a los que se organizan y actúan a ayudarme a vencer la jaula donde pretenden sepultar mis sueños y mi vida.
¡¡ABAJO LOS MUROS DE LA PRISION!!
¡¡NI UN DIA MAS ENTRE REJAS: A LA KALLE!!
Hardy Peña Trujillo, 17 de enero de 2006.