04/05/2007

Accidentes Ferroviarios: análisis de su incremento actual

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Entrevista a Juan Carlos Cena, ferroviario, periodista y escritor. En este diálogo, profundiza las causantes de los accidentes ferroviarios y los relaciona con la inseguridad vial en general, y con las condiciones de los trenes argentinos concesionados en particular.


Los accidentes en medios de transporte son una constante en nuestro país. No sólo se presenta un incremento cuantitativo de accidentes en el transporte automotor de índole privado, sino que se manifiesta también en los servicios públicos de traslado.

Juan Carlos Cena es miembro fundador del MoNaReFA (Movimiento Nacional de Recuperación de los Ferrocarriles Argentinos) y del Instituto Argentino de Estudios Ferroviarios y del Transporte. Su experiencia como ferroviario contribuye a la dilucidación de cuestiones técnicas sobre las causantes de los accidentes, así como su práctica como periodista y autor de investigaciones simplifica y hace accesible la información a quienes no somos expertos en el tema. El autor realiza una reflexión sobre las motivaciones profundas del estado actual del transporte en la Argentina, enfatizando el rol del ferrocarril y su decadencia posterior a las privatizaciones.

Según Cena, en estos meses que transcurrieron del año 2007, se han registrado más 880 muertos y 2.200 heridos en accidentes viales dentro del ámbito de la República Argentina, representado un incremento del alrededor del 30% respecto al año pasado.

 Juan Carlos, ¿Qué causantes considera usted que contribuyen al incremento de los accidentes viales en la Argentina?

 El Sistema Nacional de Transporte privado en la Argentina sufre una de sus peores crisis. Mientras los medios de comunicación comerciales atribuyen culpabilidades a la alcoholemia y a la falta de educación vial, omiten intencionalmente la falta de control técnico en las unidades y la superexplotación de su personal a través de la flexibilización laboral vigente, la anarquía del tránsito y la saturación de las rutas, y nada más y nada menos que la ausencia del ferrocarril en todo el territorio. En el transporte levantaron la bandera de la competitividad y no de la complementariedad, en función del beneficio público.

 ¿Usted piensa que haciendo hincapié en el rol del ferrocarril se reducirán los accidentes viales?

 Efectivamente. Yo formo parte del Mo.Na.Re.FA y desde ese espacio siempre hemos afirmado que el tren es el medio de transporte mas seguro. Tomamos como ejemplo la Comunidad Económica Europea, dónde murieron en las rutas (54.000 en 1989), mientras que no hubo más que 41 muertos en accidentes del ferrocarril por colisión o descarrilamiento. En el mismo período, 1.550.000 personas fueron heridas en las rutas, contra 250 por causa de un accidente ferroviario. Elegimos la Comunidad Económica Europea porque es el lugar donde la densidad del transporte es más apretada. En nuestro país, las vidas humanas no tienen valor, ni interesa ser tenidos en cuenta en los libros de la contabilidad capitalista.

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Juan Carlos rescata el valor del ferrocarril como un servicio social, que contribuya al bienestar general de todos y no al lucro privado de unos pocos. Al mismo tiempo, mientras Cena recuerda los tiempos en que el ferrocarril era un bien público nacional, barato, que unificaba el territorio y hacía accesibles agua, medicamentos, vacunas y mercaderías a pueblos del interior; luego de las privatizaciones el servicio empeoró: cierre de ramales, pueblos fantasma, despido de trabajadores e incremento de accidentes.

 Con la privatización de los ferrocarriles, ¿aumentaron los accidentes?

 Sí. En el Sistema de Transporte Ferroviario Concesionado (privados) padece una de las peores crisis, casi de catástrofe, de la mano del eficientismo privado. Los rieles arden, los trenes se incendian y los pasajeros corren despavoridos, la ira ciudadana crece y crece, y el gobierno calla y calla, y los concesionarios mienten y mienten. Desde el Mo.Na.Re.FA alertamos en forma reiterada que ineluctablemente el Cromañón ferroviario se haría presente. Pocos escucharon nuestro grito preventivo.

 ¿Cuáles son las motivaciones de este estado inminente de cromañon ferroviario?

 La falta de inversión de las empresas en mantenimiento e infraestructura, a lo que se suma la falta del control por parte del Estado sobre estos empresarios ‘nacionales’ polifuncionales, que los transforma en cómplices. No hay otra explicación. No hay explicación por todos los cromañones que estallan acá y allá. La crisis en el universo ferroviario era y es integral. Abarca todo. No hay rincón donde ella, la crisis, no este presente. Hay crisis de finitud, en este caso, el de prescripción de un sistema perverso de las concesiones ferroviarias. Nosotros jamás utilizamos el consignismo, en nuestras filas se encuentran los mejores técnicos e idóneos conocedores del sistema ferroviario en particular y del transporte en general. Por eso jamás utilizamos la consigna sino la argumentación técnica cuando correspondió; la política del transporte en todo instante y la solvencia que dan las cifras y estadísticas oficiales para refrendar y ejemplificar lo que sostenemos. Nosotros batallamos por el ferrocarril porque es un bien nacional. El fenómeno argentino sobre la destrucción de los ferrocarriles y la continuación de esa política anti nacional ha cruzado las fronteras. En ningún país del mundo se ha destrozado una propiedad nacional como en este territorio, en ningún país del mundo se siente tanto desprecio, en este caso, por los pasajeros y los pequeños y medianos usuarios de carga en Argentina.

El Gobierno otorga subsidios millonarios a las empresas concesionadas, los cuales son destinados, según la versión oficial, para contener el aumento de las tarifas y no contribuir al encarecimiento del servicio para el usuario. «Esta es la política que Kirchner ha decidido para el sector. Mantener los costos con subsidios como una forma de que el Estado pague una tarifa social», afirmó una alta fuente del Ministerio de Planificación Federal. Sin embargo Cena replica «a confesión de partes relevo de pruebas» y sostiene que estas ostentosas sumas de dinero son destinadas a las ganancias empresarias en complicidad con el Estado que las protege.

 ¿Qué papel juega el Estado en el sistema ferroviario?

 El Estado no está ausente, como muchos afirman cuando hablan del estado mínimo neoliberal. Debo reafirmar que el Estado ha intervenido siempre en el problema ferroviario desde que se asentaron los primeros metros de rieles sobre el territorio nacional, a través de la exención de impuestos aduaneros, condonación de deudas, y así, la prebenda llamada de las maneras más diferentes, hoy concesiones subsidiadas. El Estado no se ha retirado, es consciente del comportamiento de los empresarios privados y además los premia en forma permanente con el aumento de los montos de los subsidios. El gobierno subsidia los accidentes ferroviarios. Sino analicémoslo sucintamente. En el primer bimestre del 2006 los ferrocarriles recibieron subsidios por 13, 7 millones de pesos. En el mismo período de este año la suma trepó a 38,18 millones de pesos.

 ¿Y a pesar de los subsidios estatales los accidentes aumentaron?

 Sí, a pesar de la canonjía estatal, los accidentes continuaron. Nadie desde el gobierno o los organismos de control como la CNRT o La Secretaría de Transporte, o el Ministerio de Planificación o de Presidencia atinaron a tomar las riendas para poner en caja a los concesionarios. No pueden. Hoy los rieles están en llamas»¦veamos algunos antecedentes que nos demostrarán que los accidentes no son obra de atentados, saboteadores, terroristas, vándalos, boicot obrero, que lo que hay son causales verdaderas que tienen que ver con la falta de mantenimiento, inversión, incumplimiento de los contratos de adjudicación de la concesión, denunciados por el Mo.Na.Re.FA, Defensoria del Pueblo de la Nación, Auditoria General de la Nación, asociaciones de usuarios como el FUDESA – Sarmiento, Roca Pasajeros del Roca, Mejoremos el Tren, Grupo SUER – Sufridos Usuarios del ex Roca, Unidos en Recuperemos el Tren, entre otros. El eficientismo va camino al colapso.

Cronología realizada por Juan Carlos Cena de los últimos accidentes ferroviarios en la Argentina

 7 de diciembre de 2006: Un tren de la línea Sarmiento descarriló en el barrio porteño de Almagro. Resultaron heridas 21 personas con traumatismos leves y fueron trasladadas a diversos hospitales de la zona. Fuentes: DyN y Télam 27 de diciembre del 2006: El servicio de trenes de la Línea Mitre estuvo paralizado más de media hora en la terminal de Retiro debido a una falla técnica en el sistema de cambios de vías que impedía la entrada o salida de formaciones en esa estación. Fuentes: El Comercio On Line, Telam 27/12/2006.

 7 de enero de 2007: Un tren arrolló un auto en Marcos Paz

 8 enero de 2007: Un tren de la empresa Trenes de Buenos Aires (TBA) se descompuso en la mañana del 8 de enero cuando llegaba a la estación Morón. Grandes demoras. Fuentes: DyN, Página 12, El Día.

 28 de enero de 2007: Un tren arrolló a un auto en Los Polvorines F.C. Belgrano-Ferrovías: seis jóvenes muertos.

 2 de febrero de 2007: Un tren de la ex línea Roca, que se dirigía de La Plata a Constitución descarriló entre las estaciones Villa Elisa y Gonet, por lo que un pasajero debió ser derivado en observación a un hospital y otros cuatro sufrieron crisis nerviosas. Como consecuencia de este accidente, el servicio funcionó de Constitución a Villa Elisa y en forma condicional de Villa Elisa a La Plata. Fuentes: DyN y Télam

 6 de marzo de 2007: Diez pasajeros de la línea Sarmiento resultaron heridos al incendiarse un vagón. El inconveniente fue provocado porque el tren arrolló un elemento metálico, que provocó chispas y luego fuego.

 30 de marzo de 2007: En el ramal Sarmiento – T.B.A, hubo dos descarrilamientos, uno a las 5 horas en la ciudad de Merlo y otro a las 15 horas a la salida de estación Once.

 Día 20 de abril 11:10: Principio de incendio en un tren de la ex línea Sarmiento TBA: hay 15 heridos. El fuego afectó a una formación que circulaba a la altura de la calle Sánchez de Bustamante, en Once. Los pasajeros tuvieron que ser evacuados y caminar por las vías. «El problema se produjo por un objeto metálico arrojado en la zona de vías», dijo el vocero de TBA. «La gente empezó a romper los vidrios y a arrojarse a las vías», dijo una pasajera. Al menos 15 personas resultaron con heridas leves esta mañana como consecuencia de un principio de incendio registrado en un tren de la ex línea Sarmiento, cuya concesión tiene la empresa Trenes de Buenos Aires (TBA), que circulaba por el barrio porteño de Once. Fuente TN.

En ese lugar, continuó el vocero, una formación -que había salido de la estación Moreno y se dirigía a la de Once- «arrolló un objeto metálico (que había sido arrojado) en la zona de vías». Esta situación, «produjo un arco voltaico y un fogonazo «, dijo. Y aclaró: «No hubo incendio». En relación al objeto que, según su versión, provocó el accidente, Gago señaló que «tiene que haber sido un fierro, una chapa, algo grande». Gago piensa y contesta desde la ignorancia y desde su boleta de sueldo. ¨Gago, vocero del TBA nos tiene acostumbrados con sus ignorancias. Decir que un objeto metálico fue la causal del accidente es creer que somos imbéciles, o que creamos que una paloma rozo a un avión Jumbo y este se vino abajo, o que un delfín travieso hundió al Titanic¨.
Lo real es que quince ambulancias del SAME y seis dotaciones de bomberos llegaron hasta donde quedó detenido el tren y ayudaron a evacuar a los pasajeros. Semejante operativo desmiente al vocero del TBA, fue un accidente de envergadura.

Pese a que Gago aseguró que «no hubo heridos » en el accidente, la versión del titular del SAME, Alberto Crescenti, es diferente. El especialista -quien participó del operativo de evacuación de los pasajeros- dijo que «son aproximadamente 15 las personas heridas», aunque aclaró que «ninguna de gravedad». «No hay que lamentar víctimas. Hay gente con crisis nerviosas y politraumatismos. Tratamos de evitar que la gente saltara de los trenes para que no se golpearan», agregó Crescenti. Los pasajeros fueron trasladados por ambulancias del SAME a los hospitales Ramos Mejía, Durand y Fernández. (Fuente: Télam y DyN)

 20 de abril a las 12:25 horas: Un tren se incendió tras embestir un auto en San Fernando: hay un herido. Una formación del servicio Retiro-Tigre de la línea de trenes Mitre – TBA embistió un auto que cruzó con las barreras bajas y provocó el incendio de un vagón. El conductor del vehículo sufrió heridas graves y fue trasladado a un hospital.
Fuentes de la empresa Trenes de Buenos Aires (TBA) informaron que el accidente se produjo a la altura del partido de San Fernando cuando «un tren colisionó con un automóvil que cruzó con las barreras bajas y se incendió».

Al lugar arribaron diez dotaciones de bomberos de San Fernando, de San Isidro y de Tigre que lograron extinguir rápidamente el fuego. Además, intervinieron la policía y Defensa Civil de la provincia de Buenos Aires.

El servicio de ese ramal permaneció reducido hasta las 12.15, entre las estaciones Victoria y Retiro. A esa hora ya habían remolcado el tren incendiado hasta los talleres de Victoria, según informaron en TBA.

 Leyendo su cronología, noto que estos dos últimos accidentes se presentaron en el mismo día, ¿fue producto del azar y la casualidad o existe un verdadero peligro?

 Nada es casual. Estos dos últimos accidentes, en el mismo día y en los ramales de la misma empresa concesionaria T.B.A, demuestran que lo que dije antes, que estamos en presencia de un Cromagñon Ferroviario, es verdad, y es la muestra del fracaso del eficientismo privado. Cuestión que no hablan ni los grandes medios ni los políticos en campaña sin excepción. De los sindicatos, ni hablemos.

 En el Ferrocarril Sarmiento se producen casi cotidianamente accidentes, ¿usted encuentra alguna relación con el caso en que los usuarios incendiaron una formación el año pasado?

 El incendio de los coches en Haedo tiene una semejanza, casi igual, diría, a los coches incendiados en San Fernando. Ambos ardieron prestamente en forma imparable, como si el fuego corriera sobre pólvora. No es pólvora. Es decir, los nuevos coches se construyeron con los materiales más baratos y vistosos del mercado, para poder cumplir con una gran ganancia del concesionario y una adecuada presentación del político de turno. En ese ahorro de materiales con seguridad se descuidaron factores considerados secundarios por los empresarios como lo es Cirigliano, como ser la inifugabilidad de los materiales. No usar los materiales que dictan las normas contra incendio está penado por la Ley. Yo me pregunto dónde está la justicia, cuáles fueron los resultados de los peritajes en Haedo. No se sabe. Pero si se sabe que hay un detenido, es decir un rehén del TBA, acusado de provocar el incendio. Se buscan culpas ajenas con la ayuda del Gobierno Nacional.
Esta condición del no uso de los materiales adecuado, también ocurrió con los coches Puma incendiado en San Fernando. Hace que cuando uno de estos coches se incendia, el fuego se propague a una velocidad imparable. Todo arde, el coche incendiado se transforma en un espectáculo digno de verse, ya que tanto la velocidad de propagación de las llamas como la intensidad de estas convierten rápidamente al coche en una tea humeante.
Ambos incendios dejan la misma marca. Se han quemado rápidamente desde las ventanillas hacia arriba, nunca hacia abajo, donde el coche está construido con los materiales correctos originales de fábrica de la firma Hitachi. A pesar de que los coches tienen pérdidas de grasas y aceites entre sus ruedas por falta de mantenimiento, las llamas no se propagaron.
La reforma de esos coches nunca fueron debidamente autorizados, ni controlados sus prototipos ni las perfomances en su circulación. No se conocen Marchas Tipo de Prueba.

Los accidentes en el F.C. Sarmiento son diarios y el hartazgo de los pasajeros tiene límites. Haedo fue una muestra de cómo estalla la bronca acumulada mezclada con el miedo a morir en un accidente. Ese estallido no es producto de un acto de saboteadores conjurados, pero que si es inducido por la propia empresa TBA, apañada por el Estado, otorgándole impunidad a través del aumento de los subsidios por los pésimos servicios que presta y guardando silencio por la inseguridad y el desprecio que siente por el ciudadano que viaja a trabajar.

 Sin embargo, en el caso del accidente en San Fernando el vocero de la empresa argumentó que sucedió por el auto que pasó con la barrera baja»¦

 Puede haber contribuido, pero el incendio se produjo porque el tren estaba construido con materiales inadecuados. En el ferrocarril siempre hubo accidentes en los paso a nivel, más de una vez explotó un tanque de gasoil o nafta y se quemó una parte delantera del coche de pasajeros, o locomotora, nunca un tren. Basta constatar que los elementos de los vagones, en su mayoría no son ignífugos. En consecuencia, el incendio de los trenes en Haedo es producto de que los coches venían arrastrando piezas desprendidas desde estaciones anteriores, originando chispazos que luego generaron fuego. En estación Haedo, el fuego se expande a la zona de los asientos donde el material no es ignífugos, como debe ser, como dicen las normas. Se violaron las normas de construcción de vehículos.

 Le pregunto a usted, no como una manera de atribuir culpabilidades sino de señalar responsabilidades, ¿a que lógica y perteneciente a que actor social adjudica usted la causante de accidentes ferroviarios?

 Los intereses empresarios y el Estado que actúa en complicidad con el sistema capitalista. La dinámica del capital tiene como objetivo único: la ganancia máxima, la fuerza del lucro que genera la multiplicación del capital, ésta, traspasa la voluntad de los que dicen controlarlo o, los que argumentan eso de la participación del ‘capital genuino’ o ‘humanizado’. Las leyes del mercado se rigen por esa dinámica ecuación y no otra. Lo social está excluido, sólo interviene como variable de ajuste: la desocupación y el salario. Lo social no se contabiliza, al contrario, es un contrapeso para esa dinámica en el proceso multiplicador.
Sabiendo esto, lo del fracaso del eficientismo privado, del desastre social que han causado 870 pueblos fantasmas, aproximadamente, en su haber, muertes por mal servicio en los andenes, por el saqueo de las instalaciones de los talleres y lugares operativos, levantamientos de vías, todo eso, vendido a precio vil como chatarra, y así, la larga lista de las rapacidades. A pesar de ello, repito, este gobierno les renueva los contratos.

 ¿Cuál tendría que ser idealmente el papel del transporte público en nuestra sociedad?

 El transporte tendría que ser un bien público, al servicio de todos los ciudadanos. El transporte interviene, reiteradamente, en la producción y comercialización de bienes. Las mercancías o cualquier producto manufacturado toman valor, recién, cuando interviene el transporte. El transporte debe aportar irremplazables soluciones a los problemas de integración del espacio territorial y de la Defensa Nacional, cumpliendo trascendentes funciones de la ecuación económica-financiera.
Allí, en esa, su directa injerencia en la economía global, donde el transporte adquiere capital importancia que debe calificarse, sin duda alguna, como trascendente.

El sistema constituye un aspecto clave de la vida nacional, ya no existe ninguna actividad que no requiera de una forma u otra de este servicio.
No se puede imaginar el desarrollo de una comunidad que no cuente con un sistema nacional de transporte adecuado, armónico, integrado, donde los distintos modos se complementen y sirvan a la universalidad comunicacional del territorio nacional. El objetivo básico de cualquier Estado en ese sector es: transportar, eficientemente, al más bajo costo social para la Nación. Para eso deberá fijar objetivos claros en su organización y armonización general. El Estado debe intervenir definiendo las normas de comportamiento de los distintos modos de transporte. Cumpliendo, con plena facultad, la función de planificador y organizador; asumiendo, a su vez, el papel de ente regulador, a través de un férreo control de gestión, para así corregir errores y desviaciones en los objetivos fijados.
El ferrocarril es un componente del Sistema Nacional de Transporte y, como tal, su relación con la economía general se inscribe en este marco. En tales fines el ferrocarril tiene funciones específicas a las cuales, la Nación no puede renunciar. Sin embargo, en mérito a constreñirlo a un papel netamente comercial, se abandonaron infraestructura y servicios de importancia estratégica, sin que los medios sustitutos, rigiéndose por estrictos e impropios mecanismos de lucro, hayan cubierto mínimamente los espacios vacíos, por el retiro del medio ferroviario, condenando a la extinción a poblaciones íntegras. El ferrocarril es el medio más barato y seguro para el transporte masivo de personas y cargas en medias y largas distancias.

 ¿Recuperar el tren como servicio público es la lucha que ustedes encaran desde el Mo.Na.Re.Fa.?

 Si, recuperar el tren porque tiene que ser un transporte público nacional. Desde el Mo.Na.Re.FA decimos con total firmeza, que los ferrocarriles deben volver al Estado. Corresponden que sean estatales, monopólicos, eficientes, modernos, descentralizados en su operatividad y centralizado en la fijación de objetivos nacionales, como en todos los países del mundo. Porque además, el ferrocarril es un bien nacional, no es de propiedad privada. Por eso, todos los ciudadanos tienen derecho a bregar para que vuelva a ser un Sistema de Integrado Transporte Ferroviario, de Industrias y Comunicaciones.



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