Automotrices en la mira: informe internacional denuncia el bajo costo laboral en el tercer mundo
Con una hora de trabajo, un trabajador automotriz de Argentina o Brasil compra 7 a 5 veces menos alimentos que un trabajador de Estados Unidos o Alemania. El dato lo provee el «Informe Auto 2006/2007», publicado estos días por la Federación Internacional de Trabajadores de la Industria Metalmecánica (FITIM).
El estudio mide el tiempo requerido para que un trabajador adquiera un kg de harina, un kg de pollo, un litro de agua mineral y un litro de combustible sin plomo. Mientras que esta canasta se adquiere con 54 minutos en Brasil o 72 minutos en Argentina, en EE.UU. y Alemania se consiguen con 10 minutos de trabajo.
Para la internacional sindical, la disparidad del poder adquisitivo en el mundo explica la inversión de capitales de las empresas transnacionales del automotor hacia los países dependientes. De no detenerse la relocalización hacia países con menor protección laboral, «están amenazadas las conquistas históricas que sólo han podido lograr generaciones de trabajadores metalúrgicos», asienta el documento.
Señala, además, que esto impulsa la competencia entre trabajadores de distintos países para ver quien produce más barato, dado que sólo así podrán mantener su empleo.
China, Rusia y la India son las estrellas de inversión y su producción de autos aumenta vertiginosamente. La producción mundial actual se aproxima a los 60 millones de automotores. A China le corresponde un tercio del incremento mundial proyectado, con un aumento de producción de 5 millones de vehículos, según los planes de inversión de 2005-2012. Después de China, le siguen India, México, Rusia, Corea del Sur, Tailandia, Brasil, Irán, Eslovaquia y Alemania («El poder adquisitivo del tiempo de trabajo 2006. Una comparación internacional», FITIM, 2006).
La mayoría de estos nuevos destinos tienen los salarios más bajos. Mientras que en EE.UU. los trabajadores automotrices cobran 26,86 dólares por hora, en Brasil reciben 3,65. En Argentina, los trabajadores de las terminales cobran 2,28 dólares por hora (salario de 2004).
Sin embargo, algunos analistas señalan que detrás de esto hay una campaña empresaria para chantajear a los trabajadores. Según David Mayer, investigador de la Universidad de Viena, «No es cierto que toda la producción se pueda trasladar hacia países tan lejanos como China o América del Sur. Esto es una amenaza para que los trabajadores acepten las recetas antilaborales«.
La FITIM agrupa a más de 200 sindicatos afiliados en 100 países, con un total de 25 millones de miembros. En la Argentina, están afiliados la UOM, el SMATA y ASIMRA (supervisores metalúrgicos).
El Secretario General de SMATA había sido acusado de complicidad con la desaparición de obreros de la Comisión Interna de Mercedes Benz durante la dictadura. Luego de la denuncia de delegados de base de Alemania y Brasil, en conjunto con familiares de los desparecidos, la FITIM decidió respaldar a José Rodríguez (Secretario General de SMATA).
Informe de Agustín Santella para ANRed