«El acuerdo entre Filmus y Yasky está absolutamente cuestionado por las bases»

«El período de paz social con los docentes que anunciaron fue rechazado en varias provincias». Enrique Gandolfo, Secretario General de Suteba de Bahía Blanca, analiza la situación nacional de los docentes y critica a la conducción de CTERA: «Yasky actúa como ladero del Ministro de Educación en lugar de como dirigente sindical».

Gandolfo comentó a ANRed la situación en las distintas provincias, se refirió a la nueva ley de educación y planteó los desafíos que están atravesando las delegaciones que se oponen al manejo burocrático del sindicato. «Estamos tratando de regenerar la confianza colectiva que había en las asambleas previas al 5 de marzo».

 ¿Qué evaluación hacen del inicio de clases, luego del repentino levantamiento del paro?

 En Bahía Blanca había una situación de decisión de lucha, mayoritariamente extendida entre la base de los docentes y una sensación de que este era un momento de pelea. Esa pelea debía darse a través de un conflicto que planteara el no inicio de las clases entendiendo que en la perspectiva de un año electoral y ante una situación que no se puede admitir el argumento de que no hay plata, ya que las cuenta de la Nación hablan de un superávit fiscal de 23.000 millones y las reservas en el Banco Central superan los 35.000 millones de dólares. Este es un argumento que no se puede admitir y teníamos que producir una lucha muy profunda que planteara como cuestión básica el salario y que planteara un salario que estuviera actualizado sin cifras en negro.

El proceso previo al levantamiento de la huelga en Bahía fue un crecimiento en la cantidad de compañeros que participaban en las asambleas y en las reuniones de delegados. Cuando regresamos a nuestras casas, luego de la asamblea previa al inicio de las clases, teníamos en la televisión la nota con Solá y la dirigencia gremial convalidando el levantamiento del paro sin consulta.

 ¿Cuál fue la reacción de las bases en su regional?

 Esto produjo una combinación de bronca e indignación. Porque sin dudas una decisión conocida por la televisión, inconsulta, produjo el repudio de esta dirigencia gremial que da una conferencia de prensa junto al gobernador. Entramos en una situación que como sindicato tenemos que remontar, porque esta combinación de bronca y resignación no siempre se traduce en más participación o en más protagonismo de las bases sino que a veces produce un retraimiento. Estamos en este momento tratando de regenerar la confianza colectiva que había en las asambleas previas al 5 de marzo.

 Más allá de la reacción porque no se consultó con las bases, ¿Cómo evalúan el acuerdo en sí mismo?

 El contenido en plata es mucho menos de lo que se pedía. Con el aumento, el salario básico de una maestra de grado está en $570, con sumas en negro se estira hasta $1.040, y en realidad el aumento real son $110 son totalmente en negro, cuando todos los mandatos previos de las asambleas hablaban de no volver a aceptar cifras en negro.

El mismo gobierno que predica el trabajo en blanco insiste con pagar en negro y esto generó una base de repudio a esta situación en particular que también está presente. Cuando decimos que hay que dar una batalla por la mejora de los salarios básicos significa involucrar en esta demanda a todos los jubilados docentes y a todos quienes tienen muchos años en la docencia, porque el escalafón docente a partir de estos aumentos en negro queda diluidos a tal punto que una maestra que recién se inicia gana lo mismo que alguien que tiene diez años de antigüedad cuando en la carrera docente está estipulado que hay diferencias en torno a la antigüedad.

Creemos que esto está relacionado con otra cosa que va en una cuestión más general que la económica, más allá que a eso como sindicato tenemos que dar respuesta, que es el avance la ley de educación recientemente sancionada, donde entre otras cosas se intenta introducir el salario ligado al mérito o al desempeño del docente. Achatar las escalas salariales puede ser un paso en el camino de un salario docente ligado a lo que en una empresa privada puede considerarse productividad, cosa que suscita un rechazo mayoritario entre los docentes, porque no podemos permitir que la educación sea igual a una mercancía.

 ¿Qué actividades realizaron en la seccional de Bahía Blanca, puntualmente?

 Nuestra actividad fue ir a las escuelas con los delegados, con los miembros de la comisión y discutir con el conjunto de los compañeros esto que estaba pasando: esta entrega de la dirigencia sindical de una medida que iba a ser muy contundente y poner en la discusión del conjunto esta situación. Con respecto al resto de los trabajadores de la educación de la provincia de Buenos Aires nuestra apuesta es que hagamos una política de construcción que tienda a cuestionar fuertemente a la dirigencia sindical y a plantear una alternativa que consiga involucrar a la mayoría.

Es una propuesta nada fácil, por las dimensiones de la provincia, por las dificultades para tomar acuerdos entre miles de docentes pero un proceso en el cual creemos, contribuimos y tenemos mucho que aportar y creemos que hay que apostar a principios básicos: tomar decisiones que sean producto de elaboraciones colectivas, no de elaboración de una pequeña minoría, respetar los mecanismos de discusión como las asambleas y los cuerpos de delegados y tener una posición de independencia con respecto a las patronales, al gobierno, al Estado y a los partidos políticos.

 Los conflictos en educación están ocupando un lugar destacado en la agenda. ¿Cuál es el panorama a nivel nacional?

 Lo más significativo es el acuerdo de Filmus con Yasky, que termina actuando de ladero del Ministro en lugar de dirigente sindical. Cuando anunciaron en una conferencia de prensa para todo el país que parecía que había un período de paz social con los docentes de todo el país, esto fue rechazado por varias provincias. Entre los conflictos más destacados tenemos el sostenido por la ADOSAC, los docentes de Santa Cruz, que protagonizaron una movilización en Río Gallegos de 6.000 personas, lo cual es una movilización impresionante para una población pequeña. Y esa movilización recorrió durante tres horas las calles de Río Gallegos y terminó frente a la casa del Presidente Kirchner. En Neuquén hay un conflicto muy profundo, que hizo que no se inicien por dos semanas las clases como medida de fuerza continua, hay también una fuerte presencia de movilización en la calle con cerca de 6.000 docentes acompañados por padres.

Aunque con otras características, en Salta también existe una situación muy conflictiva. Digo otras características porque se da con una autoconvocatoria de delegados de escuela, no es el sindicato quien convoca, han tenido que superar la barrera del sindicato y otros conflictos también muy importante es el de la provincia de Santa Fe. El acuerdo que tiene Filmus con la CTERA tiene flecos por todos lados, está absolutamente cuestionado. Al inicio del ciclo lectivo había ocho provincias en conflicto y estos conflictos de los que estamos hablando son muy extendidos, de mucha participación, de mucha demanda política hacia las gobernaciones. Demuestran a las claras que lo que Yasky y Filmus quisieron demostrar como un inicio de clases en calma no ha sido correspondido por la base docente que va a cuestionar esta cuestión del salario y va a cuestionar muy fuerte el avance de la ley de educación en todo el país.