02/08/2017

Festival por comida digna en el Hospital Melchor Romero

dsc_0043.jpga_4-2.jpg Segunda entrega. El olor de un incipiente guiso llama mucho la atención de algunas de las mujeres y hombres internadas en el Hospital Neuropsquiátrico Alejandro Korn, quienes se van acercando de a una, de a dos, a paso lento por los verdes jardines de calma feroz, hoy iluminados por un fuerte sol. Es que hace tiempo que reclaman a la Dirección General del Hospital el acceso a un derecho básico: quieren tener una alimentación digna, sana y abundante. Al ritmo de una música alegre, los y las jóvenes que integran el Movimiento por la Desmanicomialización en Romero (MDR) colocan varios bancos de madera en forma de círculo y de a poco se va formando la ronda con jóvenes y adultxs internadxs para que el reclamo por comida digna se oiga y se vea, dentro y fuera de los muros. por ANRed


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Me reencuentro con el trabajador social que acompañaba a Julia; el tema de la medicación y la comida no son los únicos temas que problematizan. -Ahora en el taller de sexualidad que constará de dos encuentros en los primeros días de agosto se va a trabajar el tema de la intimidad, que es algo que acá no existe, que desaparece en estas instituciones donde nadie tiene habitación individual, las duchas son abiertas, no hay ni una cortina-. Le pregunto qué responde la Dirección ante estos reclamos. -Y por ejemplo con ese taller se quieren poner cortinas, pero son esas cosas que se hacen cuando te están mirando desde afuera, como por ejemplo cuando vienen ciertos actores judiciales, y entonces mandan a cortar el pasto, dejan todo re lindo; ahora están haciendo obras en la fachada de los hospitales, como lo dice el ministerio, pero ahora-enfatiza. -Hay salas que no tienen calefacción, las estufas solo andan en piloto y hay cuatro en un espacio gigante donde hace mucho frío. Acá la gente no tiene ropa de abrigo, vos las ves que tienen un saquito de algodón y ese es el abrigo para cuando hacen 2 grados de noche; las frazadas son finitas-. ¿Me comprás?-le pregunta una mujer de unos 30. -Esperá que estoy charlando, después pasamos a buscar la plata por la sala-le dice y retoma el panorama del hospital. -Esas cosas están así desde siempre, mucho abandono, mucha desidia, pocos actores supervisando lo que pasa acá dentro-.

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El tema de la comida es un tema histórico de Romero-dice Mariana y aclara -por el tema de la poca cantidad y mala calidad, por la nutrición y demás. Desde 2015 más o menos se empieza a trabajar en asambleas por salas y lo primero que surge es la comida. Desde comida en mal estado, o fría, toda apelmasada, falta de camareros lo que hace que en una sala coman a las 11 y otra a las 2, los horarios re ajustados: a las 6 se levantan, desayunan, a las 12 almuerzan, a las 3 meriendan, a las 6 cenan y hasta el otro día están sin comer-. Ella es trabajadora social por una beca de contingencia del 2015 que supuestamente por las paritarias cambiaban a ser interinato, pero la situación de precariedad sigue junto con la ausencia de vacaciones, aportes o aguinaldo, pero sí las mismas responsabilidades y cargas horarias de planta. Roberto se nos acerca con las manos entrelazadas en la espalda. Está internado hace más de 20 años y cuenta que como es celíaco todos los días le dan de comer puré de zapallo. -Paso hambre; antes venía galletita de arroz ahora ya no-dice mientras mira hacia delante donde está la ronda. Mariana sigue contando que a partir de las asambleas se hacen notas, donde ponen frases de ellxs que dan cuenta de lo que viven todos los días en cuanto a la alimentación. -Eso se elevó a las direcciones y demás, y siempre hay una promesa de cambio, «va a mejorar para el mes que viene”, pero la realidad es que no: el menú no cambia su calidad. Hubo muchas personas que fallecían porque se morían atragantadas con la comida, lo que tiene que ver con la cuestión de la comensalidad, no solo el alimento en sí, como las albóndigas duras, si no la falta de cubiertos, jarra con agua o que comen acelerados; todas esas cuestiones son difíciles de trabajar porque no hay respuesta favorable de la Dirección.

Con la panza llena y la asamblea transformada en karaoke, algunas personas se animan a tirar bombitas de pintura en el mural que hasta ahora es una flor negra sobre un fondo lila. La invitación es de Micaela, la chica de anteojos de sol que tira una como muestra y al ratito del manchón rojo llegan los aplausos y las carcajadas. Un grupito agarra sus bombitas y a la cuenta de tres las estampan contra el fondo lila que ahora es puro color.

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¿El «Melchor Romero cierra en 2020? Ástor se toma su tiempo para pensar. -La verdad que es prácticamente imposible, por lo menos en las condiciones que debiera ser. La ley dice que se tiene que sustituir el manicomio, no solo cerrarse. El cierre de por sí es un achicamiento y lo que está pasando acá es un genocidio-asegura observando la ronda donde ya empezó el baile al ritmo de Rodrigo. -Prácticamente la mayor cantidad de bajas de cama o gente menos que hay es porque mueren; las personas no están siendo externadas ni el manicomio está siendo sustituído por dispositivos insertos en la comunidad, que es lo que la ley dice. Si seguimos con esta tasa de mortalidad para el 2020 va haber mucha gente menos (si no ingresan más personas), pero eso está muy lejos de ser lo que la ley planteaba-. El informe del CELS realizado en 2014 contabilizó 750 personas internadas; hoy, a tres años, el MDR cuenta que hay alrededor de 450 y casi ninguna externación concretada. -Por eso mismo surgimos como Movimiento por la Desmanicomialización en el 2014, con 4 años de ley; cuando se suponía que esta venia a plantear la transformación de las prácticas y el cierre del manicomio, lo que nosotrxs nos dimos cuenta es que no se transformaban las prácticas y mucho menos los gobiernos estaban poniendo los recursos necesarios para hacer la sustitución. Hoy los centros de externación son los mismos que hace diez años, el gobierno anterior y este vienen prometiendo que van a poner los recursos y a generar nuevos dispositivos pero hasta ahora son solo promesas-.

La comida no es el único derecho que exigen las casi doscientas personas que están reunidas en el festival. La mayoría de las personas que viven en este gran monstruo, y ya lo decía Basaglia hace mucho tiempo, cita Ástor, está encerrada por ser pobre más que por loca. -Provienen de barrios humildes o situación de calle, en general la mayoría de la gente no tiene vivienda, y ese es un problema fundamental, así como reclamamos la alimentación, también estamos exigiéndole al gobierno que tenga un plan de viviendas, para las 450 personas que están acá internadas, absolutamente todas se merecen vivir en su casa, mas allá que vaya a ser una casa asistida, semi asistida, con poca asistencia, o tal vez ninguna; todas las personas del hospital necesitan una solución para un problema habitacional que es generalizado. Son muy pocas las que tiene hogares propios a las que pueden volver si saldrían de acá, aunque sus familias también necesitan mucho apoyo porque el mundo está difícil para todos-dice Ástor y acude al auxilio de Cecilia que le pega el grito de ayuda porque quiere seguir la asamblea pero el volumen de la música está muy fuerte.

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El hospital de salud mental «Melchor Romero” no se ofrece como parte del acompañamiento terapéutico que es fundamental para las externaciones. Tampoco brinda una alimentación de calidad y en cantidad para que el acto de comer sea digno. La Mesa de Trabajo viene demostrando que aún con la vigencia de la Ley Nacional de Salud Mental muchas de las 500 personas que viven aquí pasan hambre, frío, muchas están sobremedicadas y sufren abusos sexuales, o no tienen revinculación con la comunidad. Pero sucede que hoy en los jardines del Hospital de Romero, dentro de sus muros Laurita, Roberto y muchxs otros y otras personas internadas cantaron y bailaron «Nunca me faltes” y entre otras tantas cosas pintaron un mural que dice «Comida Digna”. ¿El Gobierno Provincial, el Ministerio de Salud y la Dirección General y Asociada, encargadas del área de salud mental, lxs creerán merecedores del acto de comer de forma digna?



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