05/03/2007

Informe especial: Bolivia a un año del triunfo del MAS

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Bolivia ocupa hoy un espacio de singular protagonismo tanto para latinoamericanos como para quienes en cualquier lugar del mundo desean construir el socialismo. Este informe consta de una nota introductoria con lo que consideramos son los principales ejes de la discusión del proceso político que vive Bolivia hoy. Lo completan dos entrevistas realizadas en La Paz. Los testimonios son de Silvio Paez, activista social y militante de Indymedia La Paz, y Mario Bustamante, secretario de Cooperativas de la Central Obrera Boliviana (COB). Por María Silvia Biancardi y Marcelo Maggio. Foto Argenpress.


Enero de 2006. En lo que fue el centro político y religioso de la cultura Tiwanaku asumía un nuevo presidente de la República de Bolivia. Toda una muestra simbólica de los tiempos nuevos que se inauguraban en el país, en donde por primera vez las mayorías bolivianas apoyaban y elegían a su representante mestizo.

Evo Morales llega al gobierno después de la expulsión de dos presidentes por parte de la movilización popular y con el 54% de los votos, concentrados en su mayoría en el altiplano boliviano, región de los protagonistas de la lucha por un nuevo proyecto de país desde inicios del corriente siglo.

Esta lucha por un nuevo proyecto incluye tres momentos insurreccionales que unifican sectores diversos del campo popular. En el año 2000, el levantamiento en los valles de Cochabamba por la modificación de la Ley de Agua potable y alcantarillados, suceso conocido como «la guerra del agua». En 2003, el levantamiento de El Alto paceño a partir de la decisión de exportar gas por las costas de Chile, pone en tapete la consigna de la nacionalización de los hidrocarburos. Dicho levantamiento pone fin al gobierno de Sánchez de Lozada. En 2005, continúa el reclamo por reformar la ley de hidrocarburos y es un proyecto que presenta el MAS en el parlamento el que detona la situación. La negativa de Carlos Mesa se encontró frente a los bloqueos y marchas que pusieron fin a su gobierno. Las elecciones que dan triunfador a Evo Morales constituyen la salida electoral de este proceso.

Durante el primer año de mandato, el gobierno del MAS avanzó algunos pasos en los puntos prometidos en las elecciones, con las limitaciones propias y las impuestas por la burguesía y el poder económico.

Entre las acciones destacadas del gobierno, podemos mencionar:

 los cambios en la Ley de Reforma Agraria, que intenta poner fin a los latifundios y promover la propiedad colectiva de la tierra pero sin afectar a las propiedades de aquellos terratenientes que efectivamente trabajen sus parcelas.

 la nacionalización de los hidrocarburos, principal reclamo de los levantamientos previos. Este proyecto permite acceder a la soberanía del recurso e incrementar los ingresos del Estado pero manteniendo la explotación de los yacimientos por parte de las empresas transnacionales.

 el funcionamiento de la Asamblea Constituyente, pese a que se llega a ella mediante Ley de Convocatoria, es decir, por la elección de representantes de los partidos políticos y no mediante representantes por sector (corporativo), como algunos promovían.

 la recuperación de los recursos mineros, que, tal como afirmó el presidente, será tema de la agenda política del año 2007.

Pese a que podrían parecer limitadas, es importante recalcar que estas acciones se ponen en práctica en el medio de fuertes conflictos y a pesar de la oposición acérrima de los sectores de derecha que aún conservan su poder económico.

Sólo es necesario recordar conflictos como el de Camiri, en donde los enfrentamientos se producen por reclamar el control local de la gerencia de la industria de hidrocarburos. O lo sucedido en Huanuni por la estatización de la mina que enfrenta a mineros cooperativistas con estatales. O los reclamos de autonomía departamental del oriente boliviano, que incluye disputas económicas salpicadas de racismo.

Pero hay dos cuestiones que son importantes tener en cuenta para entender la situación de Bolivia hoy. En primer lugar, que así como los avances del gobierno no son más que la puesta en práctica de las reivindicaciones del pueblo boliviano, también sus retrocesos son el resultado de las limitaciones de los procesos insurreccionales que no pudieron elaborar un programa sólido. En segundo lugar, es fundamental recordar que la contradicción es la raíz de cualquier proceso de cambio. Por lo tanto, querer entender este proceso de transformación (que incluye tanto al gobierno del MAS como a los movimientos sociales) desde una perspectiva lineal (amigos – enemigos) sólo simplifica las cosas de manera errónea.

En este sentido, somos concientes de que sólo podemos abarcar la realidad social de un país más que de soslayo. Sin embargo, teniendo en cuenta la necesidad del internacionalismo y de una perspectiva continental para la emancipación de los pueblos, percibimos que cualquier análisis de la situación actual en Bolivia deberá hacerse en dos planos diferentes: lo que pasa en los movimientos sociales y lo que pasa en el gobierno.

Si bien se habla del «gobierno de los movimientos sociales» a veces parece que el hilo conductor entre uno y otros es la figura del presidente, que recibe apoyo incondicional más por adoración a la imagen que por entender su política. Pese a esto, es admirable el proceso de formación política que se vive espontáneamente en las calles de La Paz, en donde las plazas se convierten en centros de reuniones para discutir los asuntos públicos, la política en general, e incluso el socialismo. Se produce una fuerte tensión entre la admiración por el líder y el proceso de politización masiva. De cuál de estos dos ejes perdure depende mucho el futuro de Bolivia.

Deteniéndonos en el proceso desde el punto de vista institucional, el gobierno de Evo oscila entre la «proclamación de cambios profundos» y la «promulgación de mejoras». El desafío para el movimiento social ascendente es ver si encuentra en el MAS el catalizador de sus demandas profundas o si sólo se trata de un gobierno reformista, que administra el sistema capitalista promoviendo mejoras sociales pero sin tocar de raíz la propiedad privada y la explotación del hombre por el hombre.

Tal como decíamos, nuestra mirada externa siempre será acotada. Quienes realmente pueden analizar y explicar cómo es el proceso boliviano son sus partícipes. Por eso a continuación incluimos las voces de dos protagonistas que, desde diferentes espacios y ópticas, nos permiten adentrarnos en la complejidad de la coyuntura boliviana y despuntar el debate.


Archivos adjuntos

 Entrevista a Mario Bustamante, COB
para_imprimir_Mario_Bustamante-2.rtf

 Entrevista a Silvio Paez, Indymedia La Paz
para_imprimir_Silvio_Paez-2.rtf

Las entrevistas también se encuentran publicadas en esta web, inmediatamente debajo.



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