Primer día del juicio de Victoria Aguirre: la justicia en el mundo del revés

En la primera audiencia del debate oral por el crimen de Selene Aguirre, en el Tribunal Penal Nro. 1 de Oberá, Misiones, fueron interrogados los dos imputados en la causa, Rolando Lovera y Victoria Aguirre, y los representantes de la Justicia mostraron nuevamente su vocación de criminalizar a las mujeres pobres y trabajadoras. Por Absolución Para Victoria

La primera en declarar fue Victoria y su declaración fue precedida por un hecho tan angustiante como revelador: los jueces, con total liviandad, llamaron a ambos acusados a sentarse uno al lado del otro, ante lo cual el abogado de Victoria pidió al instante que, por favor, se le permitiera a Victoria declarar sin estar junto a su exconcubino.

Victoria se sentó frente al Tribunal y comenzó intentando dar un poco de contexto, y relató cómo fue su vida y la de Selene antes de la aparición de Lovera, desde el nacimiento de Selene, pasando por los oscuros pronósticos que le fueron dando los médicos, la tristeza que sintió en un primer momento y cómo pudo convertir ese dolor y ese miedo en una apasionada lucha por darle a su hija la mejor vida que ella pudiera darle. Sólo después pasó a relatar los días de terror que vivió con Lovera y describió con precisión las amenazas, los golpes, las violaciones, los insultos, las humillaciones que sufrieron ella y Selene en esa última semana de enero del 2015.
El Tribunal Penal, presidido esta vez por Amalia Avendaño, secundada por Francisco Aguirre y José Rivero, la escuchó y rápidamente habilitó la indagatoria. La intervención de la fiscal Estela Marys Salguero de Alarcón, esposa del juez de instrucción Horacio Heriberto Alarcón, fue un muestrario de discriminación, misoginia y ensañamiento.

Una hora y 31 minutos duró el interrogatorio. La fiscal cargó contra Victoria con una crueldad tan evidente que incomodaba. No tuvo reparos en devolverla a esos días, en hurgar en su dolor y en su angustia, y se detuvo en detalles insignificantes mientras le era indiferente la trama de violencia más extrema que Victoria relataba, una y otra vez.

Atravesados por el modelo machista

«Si valoramos estos hechos aislados la responsabilidad de V.E.A. por la muerte violenta de su hija parecería a primera vista evidente. Sin embargo, si analizamos el contexto de violencia doméstica y sumisión en el que ella y su niña se encontraban inmersas desde hacía un mes, la lectura aislada de esos mismos hechos se vuelve arbitraria, contraria a derecho», sostuvo hoy el Observatorio de Prácticas del Sistema Penal de la Asociación de Pensamiento Penal en el Amicus presentado al Tribunal. También indicaron en su Amicus que «como veremos a lo largo de esta presentación el sorpresivo contexto de violencia doméstica al cual V.E.A. fue sometida impidió que pueda instrumentar las defensas adecuadas para sustraerse de los episodios de agresión primero psicológica, luego física y sexual que fueron sucediendo. Su personalidad y el férreo temor a que su niña fuera lastimada impidieron que V.E.A. reaccionara de otro modo, pues se encontraba atrapada en un vínculo de dominación y control absoluto por parte de su pareja que culmina a los pocos días con el inesperado óbito de la pequeña», agrega pensamiento Penal, con la esperanza que la fiscal y el tribunal puedan tomarlo como un aporte para entender la problemática de una de las formas más extremas de violencia.

Para el abogado Pablo Fiscarelli, quien presenció la audiencia como representante del Consejo Nacional de las Mujeres, hubo una «revictimización» de Victoria Aguirre por parte de la fiscal Salguero, quien se ensañó con ella sin siquiera considerar el estado emocional en el que dio testimonio de los terribles hechos por los que tuvo que pasar a partir de su convivencia con Lovera. Según Fiscarelli, a pesar de los sentimientos genuinos que manifestaba Aguirre, los representantes de la Justicia local no dudaron en acrecentar su dolor con preguntas insistentes y reconvenciones. La falta de una perspectiva de género se evidenció, explicó el abogado, en que en ningún momento se mencionó el concepto «femicidio» o «femicidio vinculado», que es el que permite entender la muerte de Selene desde un punto de vista muy diferente al que expresó la fiscal en cada una de sus preguntas.

El funcionario pudo advertir, por otra parte, que no hubo equidad en el trato proporcionado a Aguirre en comparación con el que recibió Lovera,y esto tanto de parte de la fiscal como de los jueces del tribunal. Aguirre fue sometida a un interrogatorio largo e inquisitivo, y tuvo que soportar la actitud hostil del abogado defensor de la otra parte, sin que hubiera objeciones por parte del tribunal. En cambio, Lovera estuvo menos tiempo y las preguntas no tenían, ni mucho menos, el mismo tono acusatorio, hasta el punto que alguien del público interrumpió la audiencia gritando que la fiscal parecía la abogada defensora del imputado. No obstante, cada vez que el defensor de Victoria, el abogado Bondar, preguntaba algo a Lovera, los jueces le llamaban la atención o lo reprendían. «Los encargados de aplicar Justicia están atravesados por el modelo machista y patriarcal», enfatizó Fiscarelli.

Un ensañamiento relevador

Salguero de Alarcón es sólo la cara visible de un sistema que se ensaña con las mujeres pobres y trabajadoras. No hace más que poner en evidencia su propia violencia y misoginia, que responde a un carácter general del sistema judicial. Esto pudo verse hoy claramente en la incapacidad de reconocer el contexto de violencia en el que vivió Victoria y en el que murió Selene. Por eso no pudo entender el terror que paralizó y sujetó a Vicki durante esos días, no pudo ver que, en la situación en la que estaba, hizo todo lo que pudo para rescatar a su hija: el pedido de auxilio a un conocido de su papá («él nos pega» le dijo en el almacén al que la llevó Lovera, mientras Selene quedaba de rehén en el auto), el ingreso al Samic la noche del 27 de enero, con la intención de que se percataran de su estado y la dejaran internada, llamaran a sus papás, o hicieran algo.

«¿No tuviste oportunidad de hablar, aunque él estuviera, con la doctora? ¿Y decirle que querías que quede internada, que te querías quedar con ella, que querías que le avise a tus padres?», pregunta la fiscal ofuscada. Victoria la interrumpe, con la voz entrecortada por el llanto y la angustia, y le dice «Mire, doctora, yo estaba muy nerviosa», y la fiscal, esposa del juez, la corta: «Yo entiendo, estabas nerviosa, tu hija estaba enferma…» «Pero se trataba de tu hija…», se anima a increparla, como si no hubiera escuchado todo el relato introductorio, mientras Vicki se seca las lágrimas.

Victoria tuvo que reponerse a las agresiones, volver una y otra vez a esos días tan terribles, contestar el tono de las preguntas tan agresivas de la fiscal, levantarle la voz ella también, interpelarla, mirarla a los ojos, para ubicarla y describir una y otra vez la violencia en la que estuvo esos días.

Victoria enfrentó también con entereza a Lovera, quien se atrevió a seguir amenazándola en plena audiencia, con una mirada fría, cínica e intimidatoria clavada en ella mientras declaraba. Enfrentó al abogado de Lovera, Martín Moreira, el mismo que ayudó a armar la coartada esa mañana del 29 de enero, y esto quedó muy claro hoy cuando Lovera declaró que antes de entregarse le preguntó al abogado qué decir.

Con Victoria hoy no hubo piedad, no hubo empatía: la fiscal se ensañó con ella. Pero en esos momentos, el relato de Vicki se volvía más firme, más claro; levantaba la voz y contestaba, aunque estuviera temblando de bronca, de dolor, de impotencia.
Hoy ella hizo su mayor esfuerzo; nosotras, desde la Mesa por la Absolución de Victoria Aguirre, seguiremos haciendo el nuestro, y sumando a los y las que están llegando para hacer visible la solidaridad y enfrentar el accionar de la justicia en Misiones que como ya sabemos es machista, patriarcal y con un evidente carácter de clase.

Hoy fue el primer día del debate oral. Estamos aun reponiéndonos de tanta revictimización, pero conscientes de que esto recién empieza. Por eso llamamos a la sociedad, y sobre todo a las mujeres trabajadoras, a rodear de solidaridad esta lucha, porque si no salimos a las calles esta justicia va a liberar nuevamente a un femicida y va a castigar duramente a una víctima.

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Carta abierta de Victoria Aguirre

Un Depósito

Hoy me siento como un depósito donde, en una cajita, he guardado todas las ganas de reír, disfrutar, la alegría y el gozo de vivir.

Hace dos años y cinco meses que me han cambiado de ser una persona que brillaba a una persona sin Luz…

Hace ya mucho tiempo que un «Monstruo» se cruzó por mi camino y me sacó lo que Dios me regaló, Selene, mi Hija. Ella era la luz de mi vivir, el motor e impulso a seguir…

Siempre fui una persona alegre y sociable. Mis padres me dieron los mejores consejos y la educación. Me enseñaron a ser honesta y responsable… Como mujer siempre quise superarme y dar lo mejor de mi en TODO.

Cuando Selene llegó a mi vida yo no me la esperaba… Pero me dije a mi «Dios me eligió para ser la madre de esa Niña preciosa.»

Así me esmeré en ser la mejor mamá para ella… Nunca pensé que sería tan lindo. Con ella aprendí a ser mujer, a ser mamá, amiga, compañera… Estudié, trabajé y luché por su futuro… Con ella se me pasaba el dolor, la tristeza, las ganas de llorar. Tan sólo bastaba verla y sentir sus pequeñas y suaves manos en mi rostro o tan sólo ver su sonrisa… Los momentos que pasé con Sele, cada minuto a su lado, eran muy valiosos y Felices… Esos recuerdos y el saber que hice de todo para que ella esté bien me dan la Fuerza para que hoy pueda luchar por su Justicia…

El pensar que un Monstruo ME ROBÓ LO QUE MÁS AMÉ EN ESTA VIDA, me llena de Ira, Terror, dolor.

Hoy quiero que se haga Justicia… Que ese MONSTRUO pague por lo que nos hizo, así como tuvo el coraje de hacernos tanto daño, que tenga el coraje de confesar lo que nos hizo.

Le pido a Dios que toque el corazón de los Jueces y la Fiscal y que me de la oportunidad de apagar aunque sea un poco este dolor y poder estar con mis padres y familia, ellos son mi refugio y por quien hoy sigo luchando…

El pensar que ellos, mi familia, y todas las personas que me dan su apoyo desde afuera, me digo todos los días «seguí adelante, no bajes los brazos…».

Tengo mucho miedo de volverlo a ver a ese H.D.P. Es un monstruo, lo aborrezco y quiero que pague por lastimarle a mi Princesa. No lo quiero tener cerca, sólo quiero que esta ODISEA se termine rápido…

Sólo deseo otra oportunidad de volver a empezar junto a mis seres queridos… y que Selene, mi Princesa, descanse en paz.

Hoy que ya estoy en la cuenta regresiva a la verdad siento ansias porque veo una luz que se abre hacia mi libertad y el reencuentro con mi familia.

Vicki